Parte 21 - Tenacidad de una amiga

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El silencio se apoderó de la rivera del río por un momento; Marco parecía estar en shock por la decisión de Yoh de abandonar tan fácilmente, mientras que los demás permanecían en silencio. La Doncella afirmó que podría cumplir su petición de salvar a Ren pero le pidió marcharse, pues no tenía nada más que hablar con el Asakura.

– Por favor, ¡permítanme ir con ustedes! – Pidió la rubia – No pienso separarme del lado de Ren, ¡necesito estar ahí! Él es... es muy importante para mí...

– Me rehúso – Negó enseguida Marco – Se trata de una ceremonia sagrada, nadie excepto la Doncella y los Soldados X debe estar allí... excepto claro, con la excepción de su espíritu.

– ¡Pero...!

– Marco tiene razón, es una ceremonia sagrada... y no sabemos lo que podríais intentar contra nosotros una vez terminemos – Declaró la Doncella.

– ¡¿Cómo pueden decir eso?! ¡Ustedes son los que han matado sin piedad alguna!

– No es asesinato, sino justicia divina... y los amigos de Hao y de su mitad son nuestros enemigos. Ahora marchaos cuanto antes.

Yoh simplemente puso una mano en el hombro de la Ainu y sonrió, a lo que ésta asintió. Mei entonces se quitó su colgante y lo ató en el cuello del Tao.

– Ten esto contigo hasta que vuelvas con nosotros... – Murmuró ella en voz baja, tras lo que ambos se dieron la vuelta para marcharse.

Marco se enfureció debido a que no entendía cómo Yoh podía renunciar tan fácilmente a su deseo de ser el Shaman King, a lo que tanto Ryu como Fausto le defendieron y Manta se alegró de haber hecho un gran amigo, tras lo que el grupo se marchó del río. Un poco después, Anna llegó al río donde el Oráculo Virtual se encontraba, recordando entonces cuando se conocieron.

Un rato después, Yoh estaba temiendo que Anna fuera a matarle por renunciar a la Shaman Fight. Finalmente, mientras estaban a solas, Yoh le había contado esa misma historia a Amidamaru. El Asakura confesaba que incluso se sentía más aliviado tras haberse retirado, pues así podría detener esa batalla sin sentido. Sin embargo, Anna había llegado donde estaban y, tras Yoh disculparse, ésta le abofeteó con la mano izquierda. Le había perdonado, pues Anna sabía que haría algo así, pero le dijo a Yoh que trabajase más duro y no se relajase, pues debían derrotar a Hao. Amidamaru entonces, frustrado, se preguntaba qué podía hacer para volverse más fuerte.

En otro lugar, los Soldados X y la Doncella de Hierro se preparaban para revivir a Ren. Marco, sin embargo, dijo que no era buena idea revivirle, pues había asesinado a uno de los Oficiales Apache y no podían pasar por alto esa maldad. No obstante, la Doncella quiso mantener su promesa de revivir a Ren, pues el bien defendería siempre lo correcto, tras lo que Marcó se disculpó. Bason, sin embargo, notó una expresión extraña en Marco antes de disculparse con la Doncella.

En otro lugar, Manta, Ryu y Mei caminaban por el bosque; tanto Manta como Mei querían ir donde Ren se encontraba para comprobar que se encontraba bien.

– Son personas que se creen con derecho a todo por su justicia – Comentó Manta – Por eso tengo que asegurarme con mis propios ojos de que la Doncella ayuda a Ren.

– Coincido con Manta – Añadió Mei – No confío nada en esa prepotente Doncella de Hierro, mucho menos en ese desquiciado de Marco. Piénsalo, ¡son capaces de revivirle y matarle de nuevo!

Además, ¡¿quién demonios se cree que es?! ¿Justicia divina? ¡No son más que unos malditos hipócritas! Y aunque sea la otra mitad de Hao, ¡Yoh sigue siendo Yoh!

Pensaba ella mientras seguía caminando con paso ligero, aún más molesta. Ryu entonces cargó a Manta sobre su tupé y a la Ainu a su espalda, corriendo para poder ver de nuevo a la Doncella y a Lyserg.

Shaman King (Manga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora