Shaman King (Manga)

Parte 19 - Adiós eternamente

En algún lugar de la isla, la familia Tao y la familia Asakura se habían reunido para discutir sobre la situación con Hao. El abuelo de Ren, Tao Ching, accedió entonces a qué Ren aprendiese la Tchou-Senjiryaketsu y Mikihisa se ofreció a instruirle él mismo. Sin embargo, En no lo aceptaba y exigió a Mikihisa que le probase el poder de la Tchou-Senjiryaketsu derrotándole, a lo que el ascético accedió.

En la playa, Yoh terminó de contar a sus amigos toda la historia sobre él y Hao, disculpándose por haberlo ocultado todo ese tiempo. Los demás estaban impactados, pero el Tao parecía que podía encajar ciertas piezas, como su parecido con Hao y algunos aspectos de su personalidad, como la carencia de principios. Tamao sugirió a Anna detenerle, pero ésta no lo hizo, pues fue decisión de Yoh contarlo todo. Lo siguiente que Yoh contó fue que Silver le había dicho el nivel actual de Furyoku de Hao, el cual era de 1.250.000, cosa que dejó al grupo entero impactado.

– Si no es algo que se pueda igualar con esfuerzo, entonces... ¿qué podremos hacer para detenerle? – Preguntó Mei.

– A saber, no es que tengamos muchas opciones – Comentó Horo Horo.

Cualquier equipo que se enfrente a él en el torneo no podrá hacer nada con su actual nivel... no es algo que se pueda solucionar dentro de la Shaman Fight. Además, si le hacemos algo a Hao, Hikari sufrirá las consecuencias.

Pensó Ren. Un silencio tenso se formó en la playa por un minuto hasta que el chino se dió la vuelta comenzó a marcharse.

– Jm, eso habrá que verlo. Horo Horo, Chocolove, nos vamos – Fue todo lo que el Tao dijo, a lo que ambos asintieron un poco confundidos por esa reacción.

– Deberías acompañarles, Mei. Necesitarán apoyo moral y tú eres la más indicada para dárselo – Sugirió Yoh, a lo que la Ainu asintió.

– Claro... si sucede cualquier cosa, no dudes en enviar algún espíritu a buscarnos – Dijo la rubia, marchándose tras el equipo.

Un rato más tarde, el equipo de Ren caminaba por un puente sobre el río mientras Horo Horo y Chocolove comentaban sobre lo que Yoh les había contado. Ambos estaban visiblemente frustrados y Mei no sabía qué decir para animarles, hasta que alguien les habló desde lo alto del puente.

– Tu Furyoku... lo he sentido con anterioridad en algunas ocasiones – Recalcó el Tao al ver al misterioso hombre.

– No fueron imaginaciones mías entonces, también lo he sentido... pero jamás sentí hostilidad; simplemente estaba ahí, observando... y me resulta familiar – Coincidió la rubia.

– ¡Wow! Sois muy observadores – Dijo el hombre – Sin embargo, esa habilidad es inútil en un enfrentamiento. ¿Quieres intentarlo? – Añadió, atacando al chino sin previo aviso.

Sin embargo, al momento de Ren responder, los cuatro pudieron ver que el hombre se encontraba en lo alto del puente de nuevo. Allí, analizaba la capacidad de respuesta del chino, además de burlarse de su postura. Acto seguido, apareció tras Horo Horo, Mei y Chocolove.

– Aún no sois lo suficientemente fuertes. No puedo enseñaros los secretos de la Tchou-Senjiryaketsu – Remarcó, volviendo a aparecer en lo alto del puente una vez los tres se dieron la vuelta para responder.

– Ahora... acaba de mencionar la Tchou-Senjiryaketsu, ¿verdad? – Preguntó el Ainu, confuso, a lo que Mei asintió.

Esos movimientos no son nada normales; ¿serán secretos de la Tchou-Senjiryaketsu? Y si es así, ¡este tipo...!

Pensó Mei, tratando de entender el patrón de movimiento de ese hombre, tras lo que murmuró al darse cuenta:

– Es un Asakura...