Capitulo XV

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  Arco I.

Vino Escarlata.

Capitulo 15.

[...]

Era el príncipe de las tíbienlas, y aún así conserva el brillo y toque de humanidad del qué tantas personas carecen.

[...]

Las hábiles  y pálidas  manos del alfa se posicionaron en la fina cintura del omega, quién le sonrió al sentirse complacido ante tal gesto, sin excluir qué había dejado escapar un poco de vaho de sus labios al sentir lo cálido qué podía llegar a ser aquel mínimo tacto. No obstante, antes de irse, miro un par de veces hacía atrás, girando de su cabeza en repetidas ocasiones, buscando a Louis con la mirada.

Sin embargó apenas vio qué su madre se lo llevó no volvió a voltear, después de todo sólo iba por una bebida, y regresaría a él, nada de lo cuál por que preocuparse. No pierde mucho tiempo preocupándose por algo qué simplemente no valía la pena, debido a qué Aaron capturaba toda su atención, envolviéndolo en fonemas perfectamente estructurados, con argumentos validos y verídicos. Con las palabras tocando su paladar, rozando sus dientes, dejando a Harry sin aliento, con el pulso casi consumido, y en un estado adormecido.

Además de ello, Harry se siente embelesado por la manera en qué el alfa juega con las palabras, atraído por el énfasis en los fonemas adecuados. Es el acento británico qué lo hace delirar, y los fonemas provocan qué se derrita, el hecho de qué el alfa tuviera aquella habilidad y logrará englobar todo en cuestión de estructuradas palabras, era impresionante, ya qué no se detiene, al contrario, él prosigue con naturalidad, soltando cortas risas cuando el asunto lo amerita. Acompañado de ademanes suaves, pero a su vez seguros y certeros, logrando expresar su tópico de una manera audaz y pulcra, resultando tan sublime cómo siempre.

 —Harry.—El alfa lo llamó, con aquel tono frío pero a su vez suave, resultando tan embriagante para el omega.

Este enseguida detuvo su calmado paso, y por misma inercia el alfa también lo hizo. El omega se cohibió un poco ante su nombrado, aún así, subió con cautela de su brillosa mirada embelesada, ladeando su cabeza en busca de encontrar las incógnitas causantes qué se hayan detenido, o más relevante, del porqué lo había llamado si se encontraba hablando sobre sus vacaciones en Rusia, historia qué le estaba fascinando.

—Dime.—Lentamente las líneas de expresión hicieron presencia en su relajado rostro. Sus labios se surcaron con ternura, formando una pequeña sonrisa apenas notable, pero reluciente cómo siempre.

—Sabes qué consideró qué la honestidad es primordial ante todo ¿Cierto?—Las palabras de Aaron relucieron por aquel acento exquisito que dejó a Harry con la sensación de que las palabras se lo pueden llevar arrastrado. Terminado con una de sus cejas alzadas.

—Pero por su puesto qué lo sé, después de todo somos amigos.—Le contestó, con aquella arrogancia arrastrando de sus palabras, con el acento en todo su esplendor. Con una tibia y delicada sonrisa esbozando sus labios, tan suave y cálida, qué el alfa no puede evitar regresarle el gestó con más intensidad.

Harry asintió, tímido, y a su vez poco cohibido por la sensación de sentirse intimidado baja la mirada atenta del mayor.

Aaron le sonrió, para después soltar el agarre qué ejercía con anterioridad sobre la cintura de Harry, quién sintió un frío lacerante en el momento idóneo que dejó de sentir el tacto, no obstante no dejó qué el sentimiento aflorará, así qué sólo le regresó el gestó, pero con mayor intensidad, al grado de casi relucir sus lindos hoyuelos. Mientras que el alfa colocó sus manos por delante, entre lazando sus dedos, deteniendo sus caminado, tomando un poco de distancia con el menor.

Vino EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora