Arco I.
Vino Escarlata
Capítulo 3
[...]
Mentir es malo.
Cariño, yo soy el maldito diablo; soy la mentira encarnada en carne y hueso.
Sangre; la sangre del enemigo rejuvenece el alma.
[...]
La mañana era pintada por tonalidades brillantes de alba, con el sereno estaba más que presente en el ambiente. Y con el sol aún sin despertar, apenas y se asoma, haciendo una fila línea de amarillo en el horizonte, no era lo suficientemente caliente como para salir de su cama y mucho menos para comenzar su día. Su cuerpo lo sentía tan ligero que pensó que estaba sobre una esponjosa y suave nube, esa mañana no padecía de algún dolor que usualmente lo acompañaban por las mañanas, y que a veces y para su mala suerte todo el día. No, sus músculos estaban relajados, sin hormigueo ni pesadez, toda una fantasía cumplida.
La cama era suave y las frazadas no ayudaban en lo absoluto(no lo alentaban a ponerse de pie). Su cuerpo estaba totalmente cubierto por la cobija celeste; siendo una pequeña cuchara abandonada. Su cuerpo mantenía cierto calorcito que lo único que hacía era que permaneciera más tiempo acostado.
Se negaba a abrir lo ojos, estaba despierto, sin embargó no se quería levantar. Su cuerpo era encadenado por en suave edredón, siendo fiel prisionero a su cama. Su cuerpo estaba condenado a dormir más horas. Así lo deseaba, pero cuándo giró de su cuerpo en dirección a la ventana vio una sombra negra posada sobre ella. Interponiéndose entre la luz que quería entrar.
Pestañeo un par de veces para asegurarse que no era su vista quien lo estaba engañando, que las lagañas que descansaban en las orillas de sus ojos no lo hacían ver cosas que no estaban ahí. Tallo de sus fanales para comprobar que solo era la luz cegadora proveniente de una cortina recogida.
No, no era su vista matutina, ni la luz blanca cegadora, mucho menos las molestas lagañas. La sombra profunda y oscura ahí estaba.
Salió de un brincó de la frazada que cubría de su cuerpo con anterioridad. El golpe de su trasero al caer fue estruendoso, llamó la atención del alfa que lo cuidaba desde la ventana. El alfa corrió hasta dónde estaba Harry, pero este solo jaló de la cobija que estaba en la cama y se cubrió, y con sus rodillas se impulsó para alejarse, estaba en un short muy cortó. Era como un bóxer. Harry le había pedido a la ojiazul ropa para dormir, no planeaba dormir en ropa interior como acostumbraba hacerlo en sus casa, mucho menos desnudo.
Sus mejillas estaban pintadas de un rojo intenso, sus manos se movían muy rápido, y a pesar de que estaba cubierto por cualquier consulta completó no dejaba de expandir la cobija. Sostenía una sonrisa nerviosa.
—Déjame ayudarte.—El chico le ofreció la mano, pero este negó. Y el chico solo quedó muy confundido.
Alzó de una de sus cejas y lamió de sus labios. Retrocedió un par de pasos; no quería ser imprudente y poner incómodo al omega.
No obstante se hubiera alejado si rastros de sangre no estuviera impregnadas en mullido colchón blanco, estaba seca, pero ahí estaba. Manchando del limpió colchón. Miles de preguntas atacaron su cabeza, no sabía de dónde provenía y si pertenecía a él.

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Vino Escarlata
FanfictionHarry Styles, omega, príncipe de las tinieblas. Louis Tomlinson, alfa, rey del fuego y el renacer. Un omega y un alfa en busca del más precioso imperio. 🥀🥀🥀 La muerte del jefe, la nota roja de los periódicos, la oportunidad de oro para las famili...