Lila

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- Nora se debe estar jalando los pelos.

Marcelo y yo subimos en un autobus. Él no dice nada, Marcelo es por mucho mi favorito de los Salvatore, o eso es lo que creía desde que Dylan se aleó con Connor. Siempre me gustó que Marcelo siempre tratara de protegernos, aunque siempre Nohemi estaba intentando de protegerlo a él, Marcelo y Michelle siempre han sido una buena alianza táctica en juegos de mesa y video, me pregunto si funcionara igual en esto de las Lailas. Si Nora no puede hacer que Celo hable, quiza Chelle pueda.

Miro por la ventana cerrando la cortina para sumirnos en la oscuridad, viajar de noche es un riesgo pero después del híbrido marino es hora de correr.

- Buenas noches - digo porque el silencio me molesta. Cuando yo lo impuse no era tan perturbador.

Marcelo saca la cabeza hacia el pasillo, supongo que todo le parece en orden y entonces abre su mochila, pone algo en mi pierna y no tardo demasiado en reconocer la barra de mi chocolate favorito. Quizá no tenga que hablar de Nora y Michelle, quizá solo tenga que preguntar por Lila para recuperarlo.

LailaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora