Daniela

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El encierro oficialmente había terminado. Por suerte, Michelle no había ejecutado sus planes durante el verano. Eso tenía que ver básicamente con Dylan y Connor dándonos lata. No había podido salir pero Sofía y las chicas habían hecho de centinelas y de especialistas en entretenimiento. Había aprendido un montón de técnicas y mi casa ahora era sin duda uno de los lugares más seguros de la tierra. Mi primera clase por desgracia era sin Sofía, sabía que iba a verla hoy cuando una chica llamó mi atención.

Parecía transferida ya que nunca la había visto. Su mochila dejaba ver un mango vagamente familiar y había algo en su cinturón. Estaba segura que era una cazadora, no había ninguna esencia en ella y vaya que había tenido tiempo para estudiar en mi encierro.

- ¿Cuál es tu nombre? - le pregunté.

Ella levantó la vista y me miró. Parpadeó y apretó sus labios.

- Soy Fabiana - me présente girándome hacía ella - Te encantará la señorita Erika es excelente explicando.

Ella asintió. Miró al frente, al escritorio donde la señorita pasaba lista.

- Daniela Joves Ma... - se calló súbitamente por lo que sonreí.

- Fabiana Romero - dijo la señorita Erika en su mesa. Levante la mano y le sonreí.

- presente.

Me gire de nuevo hacia Daniela.

- Laila en entrenamiento. Hija de cazador.

Vi la confusión en su cara.

- Una historia larga - agregué.

Con cualquier otra persona se había sentido raro. Solo que ella si sabía a lo que me refería. Connor me habría dado una paliza por mencionar mi status a una desconocida. No tuve tiempo de pensar en ello demasiado. La alarma de incendios comenzó a sonar. Tome mi bolsa y salí de inmediato. No era un incendio. En el campus no se incendiaría nada.

- ¡Corre!

No tuve tiempo de preguntarle a Noel que pasaba ni porque estaba aquí, intente alcanzarle y no se detuvo hasta que estuvimos algo lejos, en medio de la nada.

- ¡Hijos de! - Escuche gritar.

- predators. Tenían que ser predators.

Daniela nos alcanzó y Noel se puso en guardia.

- Ella no es el enemigo - le recordé.

Noel no me miró. Clavo la vista en Daniela dispuesto a protegerme.

- eres una Laila Fabs. Hay cosas que no entiendes. Soy una forastera en su casa.

- es un celopata paranoico - le explique a la chica, me agradó que me llamara Fabs por lo que miré a Noel - Ella no es una bestia rara. Tiene una daga de mango azul. Es buena.

- ¿Cómo...? - empezó a preguntar ella pero su pregunta quedó en el aire. 9 predators vinieron a nuestro encuentro.

...

No perdí el tiempo. Lance mi primer tiro y no retrocedí. Golpee a uno en el ojo, saque de la bota un cuchillo contra otro, los predator eran rápidos, lance al piso al que se abalanzo sobre mi, no tenía idea de lo que estaba haciendo.

La chica silbó. - ¿segura que eres una Laila?

- ¿por qué? - pregunté.

Noel sonrió. - Ya te he dicho que eres increíble.

- No lo soy - rezongué. - ¿la alarma de incendios? No pudo ser un mensaje.

LailaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora