LILA

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Estoy enojada, estoy muy confundida, odio a mi hermana. Nora es una inconciente, no solo pasa todo el tiempo con el idiota de su novio, ahora me ha traído a un viaje loco, me negué desde el principio, me negué aun cuando me chantajeo, me negué cuando me suplico y me ofreció cosas que sin duda no podía darme, quiero muchísimo mi hermana pero rodar medio verano con gente desconocida no iba en mis planes, ser una Laila era lo suficientemente difícil cuando tu padre era la Laila y tu madre se había divorciado de el por sus múltiples traslados y rarezas, obviamente no cambiaría nada de mi vida ahora, yo había pedido ir a vivir en casa de mis tíos, Nora había ido a la universidad y conocido a Marcelo, me mude a esa ciudad con papá un año después, mamá no tenía tiempo para la yo de 14, y mamá no tiene tiempo para mi ahora

Cuando todo te aplasta de repente es imposible sentirte miserable, no se porque fuimos ese día al refugio de los Salvatore. Nora iba a darle una sorpresa a Marcelo y termino con el orgullo herido y unos moretones, si mi hermana se los merecía o no, no es algo que pueda admitir, Fabiana tenía suficiente ese día, y yo estaba muy avergonzada de la actitud de mi hermana en el momento que aparecimos, pero me avergoncé mas cuando mire a todos en la sala y no pude apartar los ojos de Gabriel Romero, aun me cuesta sacar los ojos de el y dejar de sonreír, es un imán para mi y eso es malo para mi salud, y posiblemente para la de mi padre que mataría si supiera que me gusta un cazador, no es que mi padre no respete a su familia, mi padre respeta a los Martinez y hasta sabe que Fabiana Martinez es una gran Laila por experiencia propia, sin embargo no se tomaría bien mi interés en este chico

- Lila

- ¿qué?

- crees que...

Observo a Gabriel, me reprendo mentalmente por hablarle enojada, pero es que estoy fuera de mí, en ese momento las sirenas rodean a su familia y ambos nos quedamos justo en donde estamos, incapaces de subir a la camioneta para llamar a Marcelo y Nora e incapaces de hacer algo mas que ver a Andrea que se muerde el labio, no se lo que pasa, solo que Gabriel trata de moverse hacia la maleta por armas, veo que mira a Andrea y ella lo sigue, no me queda mas remedio que ir detrás de ellos pero antes de ser lo suficiente rápidos para volver las sirenas se han ido y el chico lobo menos simpático está mirando al mar, me giro para ver a los demás y Gabriel y Andrea salen corriendo, Dylan, el primo de Gabriel carga a una chica en los brazos, todos se acercan y yo quiero mantenerme alejada, tan alejada como pueda, no pertenezco aquí, apenas conozco a alguno de ellos, solo conocía antes a Fabiana y quizá a Sofia porque fueron compañeras de mi hermana

- ¡cállate Gabriel! escucho gritar a Fabiana, vuelvo a sentirme frustrada, no creo que deba tratarlo así

- ¿estas bien?

Giro la cara a ver quien me habla y es nada mas y nada menos que Sherryl

- eh sí

- va a ser un viaje difícil

- eso creo

- vamos a comprarles algo de comer, eso siempre mejora las cosas

La sigo, camina a los negocios que empiezan a abrir, hace un pedido exageradamente grande y paga quizá mas de lo que cuando papá compra víveres para un mes, la ayudo a llevar casi todo en varias bolsas, caminamos de regreso, ella me hace pocas preguntas, me pregunta cosas y no profundiza demasiado, pero me encuentro preguntando sobre el oficio una vez que pasa el ¿que edad tienes? ¿Que quieres estudiar? ¿Como van tus notas? ¿Has empezado a entrenar? Sherryl no es una laila aunque su familia diga que si, aunque ella misma tenga la apariencia de una, pero no es tan fría como una cazadora, bueno no conozco a ninguna cazadora, solo he escuchado hablar sobre algunas, y quizá por eso es que no me gusta que los Ricardi estén aquí, sin embargo eso me hace sentirme mas segura

LailaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora