Mi casa Mis reglas

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- ¡Mamá!

Aparentemente mis dos semanas fuera habían sido suficientes. Fabiana Martínez casi recuperaba todas sus fuerzas.

- Llévalo con calma.

Papá se mantuvo callado. Se que internamente se estaba burlando, mi mamá era incapaz de llevar algo con calma, sobre todo estar en reposo y en la cama.

- Puedo...

Negó con la cabeza. No debería insistir.

- Pero.

- Mi casa, mis reglas.

Apelar a papá por ayuda no iba a servir.

- Lo que quiero es salir.

- No dejare que te maten.

Me atraganté. Era su culpa ¿no? ¿Quiénes fueron los primeros en mentir?

- Ni siquiera vayas allí.

Definitivamente mi madre era una lectora de mentes. Gabriel abrió la puerta. La distracción era bienvenida. Michelle y Nohemi habían salido corriendo cuando mis padres llegaron.

- ¿quién es? - gruñí.

Connor me dio una sonrisa - la contención ha llegado por ti.

LailaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora