No le temas a los vampiros

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Salgo de mi asiento antes de que pueda acorralarme, no es que vaya a tener demasiado espacio para maniobrar pero no tengo la suerte como para que el autobús este vacío .

- Laila.

- Fabiana - sonrío.

Se que es una cosa incorrecta de decir. Noel va a matarme si llega a saber de esto.

- No hay nada que temer.

Su actitud definitivamente espanta mi miedo, él es el que debería tener miedo.

- no deberías haber hecho eso.

- lo sé.

Su resignación me toma por sorpresa.

- Te diré que tú no reportas esto y yo.

Espero, parece arrepentido, avergonzado incluso.

- Haré que llegues a salvo. Demasiados quieren tu cabeza.

Se que es cierto. Solo que no entiendo.

- Sé que está mal - explica - Nata siempre me empuja. Me niego a hacerle esto. Nunca voy a ceder.

Mis ojos se abren, se que el vampiro puede leer mis expresiones con esta luz, desde mi desconfianza y mis cejas arriba hasta mi absoluta perplejidad por lo que acaba de decirme.

- Nata va a hacerme perder el control un día de estos. No le teme a los vampiros, sabe que es lo mas fácil de sacar del camino.

Aparta unos mechones de su cara - No la he dejado porque se que va a cazarme, y sería una de las buenas.

- ¿está como drogada ahora?

- Lo estará un rato.

- Lo lamento.

- Yo también. Soy Julian por cierto - sonríe, estiro mis comisuras intentando seguirle el juego, con los vampiros no hay nada por lo que temer.

LailaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora