Capítulo 2: Ese sonrojo, lo único que hace es... traerme de vuelta a la vida.

627 24 0
                                    

 

No sé qué me pasa, pero me he quedado tieso en el lugar. Su risa es contagiosa. Y por supuesto fuera de este mundo. Eso me pasa, nunca había escuchado una risa tan sincera, tan honesta y desenfadada. Es hasta un tanto aguda para una mujer adulta. Pero ella parece no darse por enterada.

Cuando se da cuenta de  mi estado mientras que estaba agarrándose el abdomen con las manos y sorbiendo las lágrimas de su tremenda diversión, cambia repentinamente de expresión. Es de preocupación.

-        ¿Estás bien? -  pregunta – te ves pálido…

-        Eh.. si, por supuesto. Solo admiraba lo gracioso que te resulto- ¡Gracias a Dios! ¡Jared Collins ha vuelto! ¡La ironía de Jared Collins ha vuelto! Y en ese momento, breve y fugaz… se sonroja. Y es el color más hermoso que he visto. Pero tan fugaz como mi ironía, es su vergüenza. Y sin pedir permiso, me toma de la mano y me arrastra al interior del Starbucks.

  Si conociera un poco a esta chica, diría que está enojada. Y por lo poco que he visto de ella, me arriesgo a vaticinar que, enojada, puede ser una fuerza de la naturaleza…

-        Buenos días, ¿puedo tomar su pedido? – pregunta el barista con un poco de entusiasmo y unos expresos demás.

-        Sí, yo quiero un Latte con caramelo y vainilla. Large, por favor.

-        ¿Y el caballero?

-        Yo quiero…

-        El quiere un…- me interrumpe cuando iba a dar mi pedido. Me mira directamente a los ojos, parece estar sopesando opciones en su cabeza. Estrecha los ojos y una graciosa arrugita se dibuja en su frente -  un expresso con café negro y dos medidas de leche, ¿no es así?- me mira con ojos de cachorro. Pero a la vez retándome. Estoy asombrado, adivino mi pedido tal cual era. Y aunque no fuese así tomaría alquitrán si ella quisiese. ¿Qué? ¿Qué diablos me pasa?

-         Si eso estará bien- confirmo, aunque un poco dubitativo.

-        Sus nombres por favor -  pide el barista, y sé que no puede escapar de esta. Tiene que decirle su nombre si quiere su café.

-        Jared- decido dar un empujoncito de confianza a la situación.

-        Prepara el latte para “Cup Cake”, si no te molesta, por favor – Sé que los trabajadores de este tipo de compañías tienen que rellenar formularios con nombres, asique un simple “Cup Cake” no será suficiente. Y ahí están, los ojitos de cachorro. Y sé que esta vez un simple “Cup Cake” será mucho más que suficiente.

-        Por supuesto- grazna el adolescente extasiado de tener una vista de esos ojos del color de los granos de café que hay en el aparador de atrás de su espalda.

Cuando tenemos nuestros pedidos, nos dirigimos a una mesa y la misteriosa e intempestiva extraña con su vaso de plástico que dice “Cup Cake” está bastante callada. Decido romper el silencio, y carraspeo

-        ¿Porque hay que ser un genio para resistirse a esta droga? – pregunto señalando mi vaso de plástico.

Por un tiempo hay silencio, y realmente pienso que no va a contestar. Toma un gran sorbo de su latte. Y sigue sin dar señales de una posible respuesta. Pasados unos buenos 40 segundos hace una seña con su mano, pidiéndome que me acerque. Y con un susurro en mi oído dice:

-        Porque es  tan exquisito, que si quisiera dejarlo no podría. Pero no es sólo café.

No, es  el consumir algo que te da status. El café es exquisito, si no lo niego. Pero además, es de Starbucks. Entonces, además de un café, es una marca. Una marca de prestigio. Es como comprar unos zapatos, siempre serán bonitos, pero si son Pradda serán unos bonitos zapatos Pradda. – al ver la cara  de bobo que debo estar poniendo, vuelve a estrechar los ojos y provocar esa arruguita en frente, entonces los abre de golpe y son como dos piscinas de chocolate fundido - O como comprar un viejo Ford y ponerle un motor V12 atmosférico*. Si, es un auto, con un gran motor. Pero… si es un Maserati MC12**… será un gran Maserati con un gran motor V12.

¿Hay algo en lo que esta mujer sea predecible? ¿Esta, acaso, hablando de autos y motores V12? Guau. Me ha dejado sin palabras. Pero de algún lado, el viejo yo fanfarrón emerge y espeta

-        Pensé que era adictivo porque ponen aditivos en  los jarabes…- me mira, me evalúa. Toma un gran sorbo de su latte y deja el vaso vacío sobre la mesa. Es cuando me regala la mejor sonrisa a lo gato de Cheshire y dice:

-        Oh, por supuesto. Pero lo que aquí buscamos es compra de status… no jarabes con aditivos.

Y ahí está, citando todo lo que yo aprendí en todo un semestre de Universidad en unas cuantas frases sobre el café.  Pague miles de euros para que me enseñaran este tipo de cosas cuando asistía a clases. Y ella lo explico con tres ejemplos y una sonrisa. Stacy amaría a esta chica…

 S… si estuvieras aquí, quizás ni siquiera estaría tomando  un café, o “comprando status” con esta… desconcertante mujer. Estaría esperando a que llegaras con novedades de las zorras de tus compañeras y los prostitutos con los que solían salir.

De repente, soy consciente de la realidad. S no volverá, y yo si estoy aquí “comprando status”. Y tengo que dar una respuesta inteligente y encantadora.  Bueno, aquí vamos.

-        Pues, con aditivos o sin ellos, es un placer comprar status contigo. -  me mira pero no me acobardo y continuo.-  Y como es posible que quieras un bolso nuevo con status, te invito el café de mañana.

Unos grandes ojos color café. No, color de granos de café me miran. Muy abiertos, muy desconcertados. Y un sonrojo aparece en la cara de la mujer más segura y dueña de sí misma que he conocido en mucho tiempo. Mira hacia abajo, aunque es imperceptible, se que inclino su cabeza. Y que con su pelo chocolate oculta parte de su cara. Pero quizás se da cuenta de que la estoy mirando fijamente, y levanta la mirada un poco. Su pelo se corre, y… ahí está, ese sonrojo, lo único que hace es… traerme de vuelta a la vida.

Motor V12 atmosférico: Motor utilizado en autos de alta gama que ponen la velocidad como prioridad.

Maserati MC12: auto más rápido permitido para la circulación

El sonido que me trae de vuelta a la vida.  © #Parte1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora