Capítulo15: Curiosidad

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Anoche dormí. Dormí tanto que me quede dormido y por no perder la clase en el gimnasio, casi llego tarde a casa de Shona, quien me esperaba con un rico Filet Mignon.

Almorzamos Shona, Mike y yo. Y cuando Mike se retiro a hacer algunas llamadas, Shona se apropió de mi.

Cuando una mujer como Shona, de metro cincuenta y contextura maciza agita un dedo en tu dirección y te dice jovencito por instinto de preservación, deberías correr.

Yo no lo hice y puse mi mejor cara de valentía para escucharla.

-        Sólo voy a decirte dos cosas, Jared pequeño…

En primer lugar, lo siento, te he extrañado y te conviene no volver a ponernos a los dos en esta posición, en la que yo no puedo intervenir para verte mejor y tú te aíslas como si estuvieras completamente solo en el mundo. La gente te ama, Jared… Mike, el… no ha sido el mismo sin ti. Y yo he sentido como si mi hijo se hubiese olvidado de mí…- se enjuaga una lágrima con el dedo y retoma la compostura en menos de dos milisegundos.

-        Shona, yo…

-        Ah ah ah…- interrumpe, meneando su índice en mi dirección- todavía no he terminado. Lo segundo que quiero decirte, en realidad es una pregunta.

-        Dime, Shona.

-        ¿La amas cierto?- ¿Qué? De dónde saca información esta mujer…

-        Creo que sí. No sé si amar sea la palabra todavía. Me ha hecho… sonreír.

-         En el cumpleaños de Mike, la conocí en una situación un poco embarazosa, mi vestido se rompió y ella me encontró en el toilette. Sacó de su bolso hilo y aguja, remendó mi vestido y me pregunto si estaba bien. No sé que me llevo a hablar tan francamente con ella, pero le conté un problema que tenía. Ella me dio un vistazo de esos inteligentes que da y me dijo, la vida es hermosa, pero a veces apesta. No se detenga, que el perfume se invento hace siglos.

¿Lo ves Jared? Debo advertirte. Conocí en ese instante  a esa mujer. Es… poco ortodoxa, nada ordinaria. Es sumamente refinada ¿sabes? Pero no lo demuestra, le gustan sus “zapatillas”- lo dice en un tono reprobador- pero ¿sabes qué? Es una persona sabia, y presiento que ha atravesado mucho.

Si estás dispuesto a trabajar duro para conseguirla… creo que debes ser uno de los pocos hombres que la puedan merecer.

Tía Shona me dejo pensando por mucho tiempo.

 Y entonces decidí visitarla, verla al menos un segundo hoy, haría que el día valga la pena. Cuando subía las escaleras (un habitante del edificio me dejo subir cuando él se iba), escuche el sonido de una puerta abrirse detrás de mí.

Mi gran amigo Diego estaba allí. Me miró y soltó

-        Mira, la tienes confundida como pocas veces la he visto. Creo que deberías tener esto.

Entro a su casa y en medio minuto volvió y me entrego un sobre blanco, un poco amarillento, sin remitente ni estampillas. Se veía un poco viejo y como si hubiese estado guardado por un tiempo largo.

-        Déjala descansar un poco, Jared- me dijo asintiendo con su cabeza hacía la puerta de Ania – Y por mí no te preocupes. Soy demasiado gay para ella.

-        Oh…- fue lo único que atine a decir, no parecía gay, y yo había sido muy hostil con el por… ¿apuesto?

-        Entiendes que serías una gran amenaza y que por eso estuve a la defensiva…- respondo.

-        Si.

Da media vuelta y entra a su casa, dejándome en un pasillo a metros de lo que más quiero. Y con la curiosidad llameando en mi mano.

Doy media vuelta y me dirijo al coche.

Gracias a todos por sus comentarios y opinionenes, por favor recomienden la historia a sus amigos para que se difunda y hayan más opiniones.

Sus críticas hacen que mejore, las espero.

Gracias a todas las chicas que me siguen y siguen la historia, a las que ya le declararon amor eterno a Jared, a las que les gusta la personalidad de Tormenta (o Ania).

A mis amigas del grupo "Amamos los libros", mil veces gracias ! 

Espero que disfruten.

El sonido que me trae de vuelta a la vida.  © #Parte1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora