Servicio Concluido

30. Peligro

Viernes

La tarde estaba cayendo, el clima era fresco y Zhan estaba terminando de arreglarse. Uno de los contactos obtenidos en la subasta lo había citado para una propuesta de un nuevo proyecto. Al ser fin de semana escogió un pequeño club para mantener un ambiente casual.

Al salir, Zhan encontró a uno de sus vecinos, un señor algo mayor lidiando con maletas, al mismo tiempo su teléfono comenzó a vibrar repetidamente, el nombre de Jackson se mostró en pantalla, pero rechazó la llamada ya que su vecino necesitaba ayuda urgentemente.

-¿Necesita ayuda, señor Chan?- preguntó Xiao al ver al hombre que no podía cerrar su departamento por el par de pesadas maletas que sostenía en las manos.

-No quisiera molestarlo, joven.

-No es ninguna molestia.- Sonrió Zhan.

Ambos hombres bajaron al estacionamiento ubicado en el sótano del edificio y le ayudó a acomodar las maletas en la camioneta. Zhan hizo una leve reverencia para despedirse del hombre.

-Espere, joven Zhan.- lo llamó el hombre- ya que me ha ayudado con las maletas, permítame acercarlo al lugar donde se dirige- ofreció el señor Chan.

Xiao miró su reloj y se percató que ya iba un poco tarde, estaba dudando el aceptar la propuesta, le caería bien transporte. – No quisiera desviarlo de su destino.

-Por favor, déjeme pagarle su amabilidad. Deja que este pobre hombre se sienta un poco útil- le rogó por lo que Zhan asintió con una sonrisa.

Salieron del edificio por un costado por lo que Li Bowen y su compañero que estaban vigilando el departamento por la entrada principal no se percataron cuando el pelinegro salió del edificio.

Su teléfono volvió a recibir una llamada de Jackson, pero le pareció muy descortés contestarle en ese momento, el señor Chan estaba muy animado comentándole que se dirigía a su pueblo natal a visitar a su hijo y su nieto, por lo que de nuevo rechazó la llamada. Segundos después entró otro intento y un poco fastidiado decidió silenciarlo por completo.

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La noche había caído y Li Bowen que permanecía haciendo guardia frente al edificio de Xiao Zhan se removió en su asiento incómodo.

-¿Qué sucede?- preguntó su compañero.

-Las luces... aún no las enciende- contestó bajando del auto mirando con atención hacía la ventana. Tampoco había reflejo de la luz del televisor en donde estaba la sala o luz en la recamara. Por experiencia, el hombre sabía que no podía dejar nada al azar.

-No ha salido del edificio- contradijo el otro.- Tal vez sólo se durmió temprano.

-¿Desde cuándo un joven de 22 años se duerme a las 8 en viernes por la noche? Iré a echar un vistazo. - informó acercándose a la entrada del edificio.

Pulso el timbre del departamento de Xiao Zhan, si obtenía respuesta sólo le preguntaría por alguien cualquiera para alegar que tenía la dirección equivocada.

Intentó un par de veces sin resultado. Eso no era buena señal. Intentó una tercera y nada. Aprovechó el momento en que una mujer salía para ingresar y revisar de cerca. Golpeó la puerta un par de veces sin respuesta del otro lado. Vigilando que se encontrara solo el pasillo sacó un par de ganzúas y forzó la cerradura. No había señal del pelinegro.

-El objetivo no está. Repito, el objetivo no se encuentra en el departamento. -informó a su compañero a través del radio - ¡Mierda!- maldijo saliendo a toda velocidad. Tenía que informar a Wang Yibo al instante.

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Yibo despedía a algunos socios después de una extenuante reunión. Haikuan seguía en un viaje de negocios por lo que tenía que presentarse a cada una de las reuniones. Su celular que descansaba sobre la mesa de cristal comenzó a vibrar insistentemente produciendo un sonido irritante. Al mirar el nombre del remitente frunció el entrecejo.

-¿Jackson?

-Wang, dime que tienes a hombres vigilando a Zhan.- respondió el detective, se podía percibir la pequeña nota de pánico en su voz que alertó a Yibo.

-¿Qué sucede?- preguntó a su vez.

-Acabamos de encontrar el cuerpo de Yang Zi... en las mismas condiciones que el de Haoxuan- informó rápidamente Jackson arrepentido por no tomar en serio la advertencia del empresario.

-¡Carajo!- gruñó el empresario. – Tengo a un par de hombres fuera de su edificio, no han reportado nada.

-¿Estás seguro? He intentado comunicarme con Zhan pero no contesta, ni en su departamento ni su celular.

Justo en ese momento entró el mensaje de Bowen informándole la desaparición del pelinegro.

-!Mierda! – gruñó Yibo tomando su saco saliendo de la oficina- Iré a buscarlo. Mantenme informado de cualquier detalle.

-Yibo, tienes que encontrarlo... si le pasa algo- la voz de Jackson sonaba llena de culpa.

-No le pasará nada- lo cortó Yibo, no por tratar de consolar al detective, sino para calmarse a sí mismo no queriendo imaginar cierta esa posibilidad. A Xiao Zhan no podía ocurrirle algo malo. - No permitiré que alguien toque uno sólo de sus cabellos.- Dicho eso colgó.

Yibo no sabía por dónde comenzar a buscarlo hasta que recordó que Meng Ziyi había investigado a ZhuoCheng por la demanda que había preparado, regresó sobre sus pasos y buscó el documento, marcó de inmediato el número señalado.

-¿Quién habla?- preguntó Cheng del otro de la línea.

-Soy Wang Yibo, ¿sabes dónde se encuentra Xiao Zhan en este momento?- preguntó sin perder más tiempo.

-Pfff, señor Wang Yibo- bufó Cheng molesto- lo que haga o dónde esté mi amigo ya no es asunto suyo. Zhan ya no se dedica a eso así que deje de molestarlo.

-No te atrevas a colgarme- amenazó Yibo, no tenía tiempo de estar discutiendo con el amigo de Zhan, aunque pensándolo mejor, quizá Cheng también corría peligro. – Asesinaron a Yang Zi, acaban de encontrar su cuerpo y tú sabes bien qué significa eso. Jackson no logra comunicarse con Xiao Zhan. ZhuoCheng es urgente encontrar a Zhan lo antes posible.

Cheng, por instinto miró a su alrededor, había salido con su familia a una cena, el ambiente era totalmente inocente, pero de pronto se sintió vigilado. No dudó en darle informes al empresario, temía lo peor por Zhan.

-Tenía una cita de trabajo en GUSU, es un bar del centro. Por favor, avísame en cuanto lo encuentres.

Yibo comenzó a caminar apresuradamente a la salida donde lo esperaba su personal de seguridad.

-Cheng, entiendes que tú también estás en peligro, ¿cierto?

-Yo no estoy en la ciudad- informó el joven olvidando que detestaba al hombre que había lastimado a su amigo y que había intentado demandarlos unas semanas atrás- No se preocupe por mí, por favor, encuentre a ZhanZhan.

-Cheng, ¿a qué te referías con que Zhan ya no hace ese tipo de trabajo?- preguntó Yibo. Su chofer ya maniobraba por la ciudad a toda velocidad.

-¿Ah?, bueno, que Zhan ya dejó de dar el servicio de acompañante- respondió un poco confundido.

-¿Desde cuándo?- el corazón del empresario comenzaba a latir fuerte en su pecho.

-Bueno... ahm, creo que el último fue precisamente el de Yang Zi... aunque pienso, señor Wang que este no es momento como para que le interese ese tipo de servicio por parte de mi amigo...- gruñó ZhuoCheng porque al hombre le interesara ese tipo de información justo en esas circunstancias.

-No pregunto por eso- lo corto Yibo lo que creyó que sería una larga lista de acusaciones – te informaré en cuanto lo encuentre.

Dicho eso colgó el teléfono e intentó comunicarse con Zhan. La llamada entraba, pero no era atendida y eso le estaba poniendo los nervios de punta.