28. Intentando avanzar

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Lunes

El teléfono timbraba insistentemente sacándolo de su descanso. No quería abrir los ojos, pero la persona que llamaba parecía no rendirse.

-!Hola, ZhanZhan!- saludo Jack en tono jovial al otro lado de la línea.

-¿Jackson?, ¿por qué te escuchas tan malditamente feliz tan temprano?- gruñó Zhan tratando de despertar por completo y de ignorar el malestar a mitad de su pecho.

Jackson rio por el comentario del pelinegro – Zhan, son las 12 del día. Veo que aprovechas muy bien el ya no tener que asistir a la universidad.

-Trabajé el fin de semana, merezco tomar un descanso- se defendió Xiao Zhan.

-Hablando de trabajo, querido ZhanZhan, ¿estás libre este fin de semana?

Zhan suspiró levantándose de la cama para dirigirse a la cocina, necesitaba café en su sistema – No te había avisado antes, Jack, pero ya renuncié a ese trabajo.

-¿Estas bromeando?- comentó Jackson sorprendido.

-Noup.

-¿Es en serio?

-Sip.

-¿Desde cuándo?- inquirió Jackson, no imaginaba a Zhan abandonando algo que le encantaba hacer.

-Desde lo de Yang Zi- respondió Zhan tratando de hacer memoria- ese fue mi último trabajo.

-Wow, Zhan, me has dejado sin palabras- comentó Jackson rascándose la cabeza- ¿quién será mi espía de ahora en adelante?

-¿Por qué no lo intentas tu?- sugirió Zhan.

Jackson se carcajeó al otro lado de la línea.

-Estoy hablando muy en serio- interrumpió el pelinegro – Eres apuesto y muy competente en la cama. Estas entrenado y eres profesional, no veo por qué no podría funcionar.

Jackson dejó de reír de inmediato - ¿Competente en la cama?, ¿en serio piensas eso de mí, Zhan?

-¿Por qué lo dudas?- Zhan bebía su café sentado en la barra de la cocina- Siempre fuiste uno de mis favoritos.

-¿Lo fui o lo sigo siendo?- preguntó Jackson con tono coqueto.

Zhan se mordió el labio, sabía exactamente a dónde se dirigía esa conversación. Era seguro que no iba a regresar a tener sexo por dinero. Había colectado un par de propuestas de trabajo para eventos de exposición y restauración de arte durante la subasta ese fin de semana, ya no tenía necesidad de hacerlo más, pero eso no quería decir que tendría que vivir en el celibato o arriesgarse a enredarse en una relación estable, no después de Wang Yibo, obviamente.

Sexo por diversión era su única opción y quién mejor que Jackson. El detective tenía un espíritu libre, tan alérgico a la palabra compromiso como él mismo por lo que los riesgos eran mínimos a su lado. Sólo había atracción física por ambas partes... o la había hasta hace unas semanas. Claro que sabía que después de Wang Yibo, encontrar a alguien que pudiera tentarlo o excitarlo iba a ser una tarea muy difícil, pero por algo tenía que empezar.

-Espero que lo sigas siendo- contestó Zhan por fin con un tono travieso.

-¿Estas diciendo lo que creo que estás diciendo, Zhan?- preguntó Jackson no creyendo su suerte.

-Bueno, ya no trabajaré para ti, así que creo que no hay nada que nos impida divertirnos un poco. – La verdad le estaba costando mucho coquetear con Jackson, se sentía extraño con una pizca de culpa en su interior, pero intentó ignorarla. No le debía fidelidad a Wang Yibo. Seguía siendo un hombre libre y podía hacer lo que se le antojara con quien se le... antojara.

-Dios, Zhan. ¿sabes cuánto te he deseado?- La voz de Jackson se escuchaba profunda al otro lado de la línea con un toque de desesperación – Todas las cosas que quiero hacerte, Zhan... ¿Está bien hoy por la noche? – preguntó casi salivando, imaginando al pelinegro en sus brazos, gimiendo su nombre una y otra vez...

-Claro, ¿por qué no?- contestó Zhan más por obligación consigo mismo que por deseo. Tenía que obligarse a dar el paso.

-No puedo esperar...

Alguien interrumpió a Jackson al otro lado de la línea solicitando al detective urgentemente. Zhan esperó pacientemente a que se desocupara.

-Tengo que irme, querido ZhanZhan. Te veré esta noche. No puedo esperar para escucharte gemir en mis brazos.

-Nos vemos. – se despidió Zhan. Colgó la llamada y miró el teléfono con la duda en el rostro. La culpa que trataba de enterrar en lo más profundo de su ser se abría paso desde su estómago para salir a la superficie.

Tenía que evitar pensar en lo que había hecho, o lo que iba hacer aquella noche. Tenía su día libre. Hubiera preferido salir con Cheng o Yubin a quedarse sólo, pero sus amigos habían salido de la ciudad para visitar a sus familiares dejándolo abandonado.

Se dirigió a la sala para entretenerse con la tele. Navegaba entre la programación cuando la foto de un hombre invadió la pantalla. Era el canal de las noticias y la palabra bajo la foto le heló la sangre.

El cuerpo sin vida de Wang Haoxuan se había encontrado en una bodega abandonada. Había sido asesinado la noche anterior con evidentes signos de tortura.

Zhan dejó su café en la mesita de centro y se hizo bolita en el sofá mirando el reportaje.

Haoxuan había sido liberado una semana atrás debido al trato que había hecho. Su paradero fue desconocido hasta que fue reportado el asesinato.

Las manos le temblaban. Sin querer anheló los brazos de Wang Yibo, deseaba que lo reconfortara en ese momento, pero alejó esos pensamientos y cambió de canal de inmediato eligiendo una comedia para aligerar su ánimo tratando de no pensar en nada más.

La tarde caía y Zhan de dispuso a ducharse para recibir a Jackson. Salía del baño cuando su teléfono sonó rompiendo el silencio del departamento. Era Jackson.

-Hey, Jack- saludó Zhan.

-Querido ZhanZhan- respondió Jackson. Su voz se escuchaba tensa y cansada.- Lamento no haberte avisado antes, no podré verte hoy. No sabes cuánto lo siento.

-¿Es por lo de Haoxuan?- preguntó Zhan sintiéndose de nuevo nervioso.

Jackson suspiró al otro lado de la línea – Así es- respondió después de un momento, no quería preocupar a Xiao Zhan- Es obvio que su muerte está relacionada con el caso que llevo entre manos.

-¿Debo preocuparme?- preguntó el pelinegro con un nudo en el estómago.

-Claro que no ZhanZhan, sabes que te tengo cubierto. Haoxuan hizo muchos enemigos cuando comenzó a soltar nombres. Seguramente fue un ajuste de cuentas, nada que tenga que ver contigo, no te preocupes. – le aseguró el detective. – Confía en mí.

-Confío en ti- le respondió Zhan- sólo lamento que no podré verte pronto.

-Créeme que yo lo lamento más. Te llamaré después.

-Claro.

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