52. El siguiente paso

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Un año después.

"No puedo creer que me hagas esto de nuevo" se quejaba Zhan al teléfono "Mi exposición comienza en menos de una hora, Jackson Wang, ¿me vas a decir que no pudiste avisarme antes? Odio que mezcles estos asuntos con mi trabajo formal"

"Lo siento, ZhanZhan" se excusó Jackson "Cheng acaba de informarme que el objetivo saldrá del país mañana temprano, esta es nuestra última oportunidad, no te puedes negar, por favor" rogó el detective "Te juro que te compensaré por esto... de la forma que me lo pidas" añadió con todo ladino.

Cheng ahora trabajaba junto con Jackson en el área de informática. Aquellas misiones le habían gustado demasiado y se había unido al departamento de investigación.

"Sabes exacto lo que quiero, Jackson Wang y lo harás sin excusas" cedió Zhan.

"De acuerdo. Eres el mejor, ZhanZhan" Agradeció Jackson.

Zhan arrojó el celular terminando de escoger un atuendo muy coqueto a la altura de la noche que le esperaba.

La recepción en la galería se llevó a cabo de forma tranquila, todo había sido un éxito y Zhan estaba ocupado recibiendo los halagos de los asistentes. Su nombre comenzaba a sonar por su excelente trabajo. Su agenda se encontraba llena hasta el tope, las citas con nuevos clientes consumían su tiempo, pero ahora se dedicaba a disfrutar del momento.

Con una copa en mano comenzó a hacer su recorrido para atender a sus invitados cuando se percató del cambio en el ambiente, un murmullo sordo se formó en la entrada, entonces lo vio, alto, elegante, la inconfundible cabellera castaña un tanto alborotada con un traje negro. Su corazón latió alocadamente, no esperaba verlo ahí. Wang Yibo movía su mundo como el primer día y aún no decidía si aquello era algo bueno o malo, ¿algún día se iba a acostumbrar?

Cuando sus miradas se cruzaron por apenas un segundo, Zhan le dio la espalda poniendo atención a la pintura frente a él, pero a pesar de que no le veía pudo sentir cuando se colocó a su lado.

-Veo que el éxito te persigue sin importar lo que hagas.- mencionó Wang Yibo.

-Siempre es así cuando te gusta lo que haces – respondió Zhan. Su corazón latía desbocado, pero supo ocultarlo muy bien. Bebió de su copa e intentó alejarse de la tentación, pero Yibo lo tomó del brazo, no podía sólo dejarlo ir así.

-¿Estás ocupado esta noche? – pregunto relamiéndose los labios mientras recorría con la mirada el cuerpo de Zhan.

Zhan hizo lo propio mordiéndose el labio con obvio deseo. ¿Tendría la fuerza de voluntad para resistirse?

-Oh, por dios, Xiao Zhan, ¡No puedo creer que en verdad seas tu! – saludó un tercero. Un hombre alto, piel bronceada y apuesto le sonreía a Zhan.

Yibo no pudo evitar oscurecer su mirada, aunque bien sabía que no tenía por qué reaccionar así, creyó que ya lo había superado, pero era obvio que no. Quizás nunca lo haría.

-Hola, Darren – saludó Zhan un poco incomodo ante aquel acercamiento.

-He intentado tanto comunicarme contigo, por favor dime que estas libre esta noche – pidió Darren tomando la mano del pelinegro.

-Lo siento, Darren, pero es imposible – gentilmente retiró su mano.

Yibo no pudo evitar acercarse más a Zhan mirando duramente a Darren quién apenas pudo despedirse, entonces llevó a Zhan a un balcón donde el frío viento de la noche los recibió a ambos.

-¿Te estas quedando en el hotel? – preguntó el empresario tomando a Zhan de la cintura acercándolo a su cuerpo.

-Tengo una habitación. ¿Quieres subir ahora o cuando acabe el evento? – preguntó Zhan mirando a Yibo sintiendo no poder contenerse. Lo extrañaba y estos encuentros siempre lo excitaban como la primera vez.

-Si tienes que quedarte hasta el final, lo entenderé. Puedo esperar. – dijo Yibo rozando sus labios antes de besarlo profundamente.

Zhan respondió el beso sin tener opción, su cuerpo siempre reaccionaba a Wang Yibo y hace mucho dejó de luchar contra sus deseos.

-Te quiero todo el fin de semana – pidió Wang Yibo sin despegarse de Zhan quien cerró los ojos disfrutando de la respiración del empresario sobre su rostro.

-Lo siento, pero mañana tengo una cita muy importante, sólo puedo ofrecerte esta noche – respondió tratando de mantener su fuerza de voluntad.

-¿Otro cliente?- preguntó Yibo.

-No es un cliente- respondió Zhan más brusco de lo que pretendía - ¿Lo tomas o lo dejas? – le preguntó serio.

Yibo supo que era lo más que iba a obtener del pelinegro y aceptó siguiéndolo a la habitación que le indicó.

Apenas cerró la habitación encaró a Zhan y lo miró con deseo – Desvístete – ordenó mientras el mismo se deshacía de la corbata, el saco y abría un poco su camisa sin parpadear ante los movimientos seductores del pelinegro que se retiraba prenda por prenda con el obvio objetivo de seducirlo hasta la locura.

Yibo respiraba pesado, se retiró el pantalón quedando con la camisa abierta y sus boxers de donde sacó su erección que ya estaba completamente dura.

-Boca abajo, sobre la cama – ordenó de nuevo mientras Zhan lo obedecía. Estaba tan excitado siguiendo las indicaciones del empresario.

Yibo se acercó sorprendido de la vista. Zhan tenía un plug anal asomando de su entrada. La mirada se le oscureció aún más, sus latidos se alteraron y su voz salió más gruesa de lo pensado -¿Esperabas a alguien?

Zhan estaba avergonzado de que lo hubiera descubierto así de preparado para la noche, apenas se atrevió a mirarlo y asintió mientras las mejillas se le enrojecían.

Su respuesta removió algo en el interior del empresario y sin contemplación retiró el plug y de inmediato se hundió en el hermoso cuerpo de Zhan que lo recibió con un sonoro jadeo apretando las sábanas.

Yibo estaba sobre su espalda follándolo duro y profundo mientras Zhan se retorcía bajo de él por la intensidad, gemía sin poder contenerse mientras Wang lamía su cuello, sintió los labios sobre la piel y trató de girarse.

-Sin marcas- pidió Zhan entre gemidos – No puedo tener marcas en la piel.

-Te aseguro que no va a importar si dejo algún par – respondió Yibo molesto de que Zhan no lo dejara marcarlo.

-Yo no quiero marcas – repitió Zhan. Como respuesta Yibo comenzó a ser más rudo con él.

Zhan no pudo evitar comenzar a levantar un poco su trasero para mayor profundidad. Se sentía en las nubes, algo que sólo Wang Yibo podía lograr y nadie más. -¡Ah! Yibo- gimió Zhan cuando el orgasmo lo golpeó, pero sabía que apenas era el comienzo para el empresario y para sí mismo – te extrañé- le dijo sonriendo tiernamente cuando lo tuvo de frente. Yibo también le sonrió de lado comenzando a besarlo de nuevo.

Cuando Wang Yibo se despertó por la mañana se encontró solo en la cama del hotel y sobre la almohada de al lado una nota:

Servicio concluido

Ya sabes la cuota

Hasta la próxima.

Yibo suspiró. Cuánto deseaba haber despertado con Zhan en sus brazos, pero sabía que aquello no era posible. Tenía que salir del hotel para dar el siguiente paso en su vida, justo como Xiao Zhan lo estaba haciendo.

Servicio ConcluidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora