31. Miedo

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La música era un poco alta pero no aturdía, había una presentación en vivo, GUSU era un lugar muy espacioso con apartados por las orillas, mesas en el centro y servicio en la barra, poseía una atmosfera precisa para hacer negocios con viejos amigos en un ambiente relajado. Yibo lo conocía muy bien pues el lugar era famoso y agradable, pero aquella noche la ansiedad lo comía vivo temiendo haber llegado tarde.

No tuvo la necesidad de esperar su turno para ingresar siendo suficiente sólo su nombre, mientras en la parte de enfrente Li Bowen estaba listo con el auto de Yibo manteniendo bajo vigilancia el perímetro junto con otros por si fuera necesario.

Yibo buscaba por todo el lugar reprimiendo la urgencia de comenzar a gritar el nombre del pelinegro a todo pulmón cuando por fin lo localizó en la barra.

Su vestimenta era impecable, juvenil y formal. Había un asiento vacío a su lado y un par de bebidas frente a él por lo que era evidente que se encontraba acompañado. Era increíble que sin hacer demasiado esfuerzo, Xiao Zhan seguía siendo el centro de atención, tenía el semblante pensativo mientras bebía de su trago sin ganas, como si estuviera aburrido, inconsciente de que un par de chicas al final de la barra tenían sus ojos puestos en él, cosa que no le alegró en lo más mínimo a Yibo.

Con paso decidido se acercó a Zhan tomándolo desprevenido, sólo quería sacarlo de ahí con una razón más allá de su propia seguridad.

-¡Xiao Zhan!, ¿por qué diablos no contestas el maldito teléfono? – reclamó Yibo justo detrás del pelinegro.

-Yibo, ¿qué haces aquí?- preguntó Zhan sorprendido de verlo en ese lugar.

-Tenemos que irnos- lo tomó del brazo y lo jalo mirando a su alrededor.

-¡¿Qué mierda estás haciendo?!- se quejó Xiao- No puedo ir contigo, estoy en una cita de trabajo- zafó su brazo con la intención de regresar a la barra.

-Ya no lo estás- dijo de nuevo tomándolo con más fuerza llevándolo a la salida sin prestar atención a las quejas de Zhan.

-¿Qué rayos quieres, Wang Yibo?- gritó Zhan una vez fuera del club deshaciéndose del fuerte agarre.

-Tenemos que irnos ahora.

-No voy a ir a ningún lado contigo- le dijo Zhan mirándolo con rencor.

-No es pregunta. Ahora sube al maldito auto.- ordenó el castaño aun mirando a su alrededor asegurándose de no encontrar a alguien sospechoso.

-¿Quién diablos te crees que eres para darme ordenes?

-Sé que no soy nada para ti, pero eso no viene al caso ahora – explicó Yibo – Es por tu seguridad, por favor sube al auto.

-¿Qué se supone que significa eso?- preguntó Zhan poniendo atención por primera vez al rostro de Yibo al igual que sus acciones. Se le veía ansioso y preocupado por lo que Zhan también comenzó a sentirse inquieto.

-Te explicaré en el camino.- le dijo.

Zhan lo pensó por un momento, algo no andaba bien. Jackson había estado insistiendo en contactarlo al igual que A-Cheng y el mismo Yibo. Algo se revolvió en su estómago por lo que decidió subir al auto.

Yibo de inmediato tomó el lugar del conductor y comenzó a conducir en medio de la ciudad mirando insistentemente por los espejos seguido de sus hombres.

-¿Qué sucede?- preguntó Zhan mirándolo fijamente. Algo iba muy mal.

-Encontraron el cuerpo de Yang Zi esta tarde. – dijo secamente.

-¿Yang Zi?- Zhan no pudo evitar el temblor en su voz - ¿ella está... está muerta?

-Sí.- confirmo.

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