Celos

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-Me alegra que la pasaras bien- le felicito Salo mientras se retiraba el maquillaje de los ojos

-Usas más maquillaje que yo- se burló al ver por la pantalla como su amigo intentaba sostener una videollamada mientras hacia su rutina de noche

-Tú ya eres hermosa cara mia, no necesitas maquillaje- le guiño el ojo intentando ser seductor

-¿Cuándo termina la gira?- pregunto levantando sus rodillas sobre la silla- Dijiste que vendrías para ir a Cowes, pero eso claramente no paso

-Lo se cariño, esto es una jodida locura, estaré en España un tiempo, y quizá en un mes este contigo- Marla quería reclamarle, pero ellos no eran así. Ellos jamás se reclamaban nada.

-Es verdad, alguien que conocí reconoció mi nombre de tu canción- y esa simple frase detuvo a Salo, quien ya estaba mirando directamente a la pantalla para encontrarse con una imagen aterradora.

Mientras la escuchaba describiendo el encuentro con el joven Danner la vio dando pequeñas sonrisas, esas sonrisas que solo eran de él, la vio mordiendo el interior de su labio como cuando lo veía llegar y moría de la emoción. Eso no estaba bien, eso no era algo que pudiera esperar.

Hablaron un poco de él y de la noche de sexo fortuito que tuvieron. Salo estaba duro y molesto al mismo tiempo, pero si algo sabía hacer era actuar. Y eso salvo su celoso pellejo. Antes de cortar la llamada. Salo empezó una conversación lasciva, necesitaba estar de nuevo en su cabeza. No podía tocarla, pero claro que podía hacerle recordar con quien siempre tendría un orgasmo asegurado.

-Hubiera muerto por verte en ese auto- miro fijamente a la cámara lamiendo sus labios- Escucharte gemir en el orgasmo es uno de los grandes placeres de mi vida- y esa frase en tono sensual fue suficiente para que la intimidad de Marla empezara a palpitar.

-Siempre puedes disfrutar de esos momentos- y ya estaban ambos con esas miradas lascivas que solían darse en persona- pero pospones el poder venir y tú sabes...- sonrió mordiendo su labio inferior al tiempo que se repasaba con la mano el camisón de los pechos a su centro.

-Muéstrame de que me estoy perdiendo querida- y moviéndose del baño al sofá de su habitación se sentó mirándola fijamente.

Marla se retiró con un leve empujón del escritorio haciendo que su silla rodara a una distancia en la cual el pudiera mirarla de cuerpo entero. Se acomodó en la silla colocando ambos pies en los reposabrazos. Levantando el camisón le dejo ver la falta de ropa debajo del mismo.

Comenzó tocándose lentamente solo acariciando. Salo la escucho gemir y ya estaba abriendo su pantalón para mostrarle lo duro que le tenía. Marla se levantó de la silla para regresar con su vibrador. "El mejor regalo de cumpleaños que pude darte" bromeo Salo viendo cómo se volvía acomodar. Mientras la chica se perdía en la vibración del aparato, sus dedos entraban y salían de ella. Salo disfrutaba verla levantando las piernas y apretando sus propios muslos mientras su voz se ahogaba en quejidos que intentaba no dar en voz alta. "Eres tan perfectamente sucia" le decía mientras masajeaba su erección.

Marla intentaba centrarse en el hombre en la pantalla pero de un momento a otro su mente estaba viajando a ese encuentro en el coche. Salo noto como sus ojos se cerraban y la intensidad aumentaba "Sono qui marlena fallo per me" (estoy aquí, Marlena, hazlo para mi) y ese orden la trajo de vuelta a la tierra entre un orgasmo y la venida de Salo.

-Cara mia, creo que no podre esperar tanto por ti- le confeso el hombre mientras ambos se recomponían.

-Si hubiera sabido que el cibersexo sería la solución para traerte, hace tiempo te hubiese chantajeado con ello- rieron a la par

-No juegues con fuego querida- le sonrió- intentare estar por ahí en unos días, el otoño en Londres siempre es hermoso- y una llamada interrumpió el momento- ¿Quién te llama a estas horas? Deben ser como las 7 de la mañana, aun andas en pijama- vio como el semblante de la joven se oscurecía bajo ese mirada por demás conocida- ¿Swette?- no le gustaba verla con esa oscuridad, en los ojos, le causaba desesperación y miedo, sabia de quien se trataba incluso sin que ella se lo confirmara- ¿Hace cuánto te está llamando?-

-Uno o dos meses- le confeso sin levantar la mirada-

-¿Por qué no me lo habías dicho?-

-Todo está bien, solo nunca tomo las llamadas, algunas veces escriben, siempre es lo mismo "¿Dónde estás?" "Debemos hablar" "Debes firmar"-

-Malditas perras interesadas- mascullo molesto- lo primero que haremos en cuanto pise Londres será cambiar tu número de móvil, esta vez aunque te niegues tendremos la factura a mi nombre y así de fácil y sencillo no sabrán de ti-

-Mi error fue que cuando me llevaste a ver a papá le di el número a la enfermera, supongo que fue ella quien se los dio-

-Marla- le riño- si tuvieses número de Londres ya estarían en tu puerta, debes tener cuidado-

-Lo siento-

-Está bien, te entiendo, sé que odias los tramites, así que yo lo arreglo, cuidar de ti È il mio cavallo di battaglia-

- sei il mio sole di battaglia-

*Es mi caballo de batalla, frase que suele referirse a algo para lo que se tiene un talento nato

*Eres mi sol de batalla

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