Quiebre

180 24 0
                                    


Al entrar a su habitación Marlena se sorprendió de no encontrarse con Jeriel, y se sintió agradecida con la vida por ello, de no encontrar a la chica del servicio, seguramente seguiría paseando como una demente descalza por el pasillo del hotel.

Entro a la bañera, fuera de sí, ¿Qué hice? Se preguntaba ¿Qué hicimos? Golpeaba su frente con el filo de sus rodillas intentando entender todo. Marlena termino escapando, al ver a Salo darle la espalda y salir al balcón, ella sabía lo que diría, sabía que le pediría tiempo, que le pediría entrar de nuevo a su vida... que la amaba, pero que no podía darle todo... estaba casi segura de ello.

La realidad era que Salo le había dicho muchas veces "te amo" tantas que parecía que la palabra perdia su significado, lo que jamás le dijo era "ven conmigo" y eso no sabía ni como pronunciarlo. "Cásate conmigo" tampoco y a pesar de que en su dedo meñique cargaba el anillo de compromiso que guardaba para dárselo en cuanto la encontrase, no era tan fácil imaginarlo que hacerlo. Y esas decidías, lo llevaron nuevamente a ese escenario donde el terminaba perdido y ella rota.


Violeta fue la primera en toparse con Salo quien vagaba desesperado por los pasillos del hotel. Lo llevo con ella a la habitación de Theodor, donde el mundo estaba explotando.

-Hermano, necesitamos que nos digas ¿Qué va a pasar? Para saber qué hacer. Tus fotos ya están en todos lados-

-¿Marlena?-

-Sera difícil que alguien la reconozca, lejos de su relación con jeriel no es popular y el no se dejo ver por nadie, seguramente sigue escondido en el teatro hasta que todo se calme. Es un hombre sabio-

-Es un cobarde-

-En eso tiene razón- dijo Adriano siendo fulminado por la mirada de todos.

-No se porque nada me sale bien- dijo revolviéndose el cabello- no supe que decir, ella esperaba algo de mi y yo simplemente guarde silencio tanto tiempo que ella termino yéndose mientras yo fumaba en el balcón para aclarar la mente-

-¿Me estas diciendo que en estas 3 horas de tortura no hablaron?- y el negó pasando su lengua por la comisura de sus labios que aun sabían a ella- No lo puedo creer, me quieren volver loco lo juro por dios-

-Nadie dará declaraciones al respecto, de nada, esa es la especialidad de todos- dijo Violeta intentando aligerar el golpe mediático que se venia- en todo caso diremos que era un performance-

-No es mala idea- señalo Adriano- los enviaremos a todos por la tangente y listo. Siempre se cansan, la prensa siempre se cansa-

-Necesito saber en que habitación esta-

-Creo que es mejor que esperes, espera y conseguiremos su dirección en Londres, seguramente ira con su madre a Cowes después de esto, será lo mejor- señalo Violeta

-Vio tiene razón, además debe de hablar con Jeriel, no creo que este muy contento, así que entre más pronto nos movamos de aquí mejor.

-No lo entienden, la conozco y ella piensa que no dije nada porque sigo sin querer estar con ella, pero no es así ¡Traigo esta mierda desde hace 2 años! Mostro el pequeño anillo con la piedra color rosa en su dedo- Pero no sé cómo decirlo, no puedo solo llegar y decirle que se case conmigo, no sé cómo ser un novio, mucho menos un esposo, pero sí sé que si sigo dejándola me voy a morir-

Todos lo miraron con un poco de lastima. Salo luchaba consigo mismo, quería a Marlena, y quería darle todo lo que ella deseaba, pero tenía tanto miedo de ser libre con su amor que nuevamente se paralizo ante la posibilidad de tenerla.

Buena Educación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora