Azulejos

178 26 0
                                    

-¿Hay alguien en casa?- pregunto el Danner mientras el eco retumbaba en el vacío de ese apartamento con paredes verde olivo- ¡Hey!, ¿Marly?- y mientras pasaba el umbral de la puerta dejando su gorra sobre el perchero a medio desempacar encontró lo que buscaba escaleras arriba del ático. – ¿Marly?-

-¿Jeriel?- giro sorprendida al ver como ese perfil familiar se asomaba por la trampilla donde se encontraba acomodando algunas cajas- ¿Cuándo llegaste?- lo siguió escaleras abajo

-Hace unos minutos- dijo atrapándola entre sus brazos mientras bajaba las escaleras- y usted señorita, ¿Por qué no me llamo cuando llego a la ciudad?-

-Quería llamarte cuando al fin estuviera instalada, pero al parecer es imposible-

-¿Te gusto el lugar?-

-Es hermoso, tiene tanta luz que me será imposible dormir la siesta del medio día se burló-

Jeriel caminaba por el pequeño salón con la joven en brazos, el lugar era bastante decente, a unas calles del pequeño departamento que solía tener.

Después del desencuentro con Miranda, a Marlena se la llevo la mierda, pero esta vez tuvo todas las manos necesarias para no soltarla dentro del mar que habitaba en ella. Así que se quedó en Cowes aproximadamente 6 meses, solo con sus padres y Rita. Trabajo un semestre en un colegio del lugar, se esforzó por no caer.

Jeriel tuvo que estar en Los Angeles durante mucho tiempo, por las grabaciones de las películas, al final de todo Marla termino confesándole con mucha vergüenza todo lo que Salo significaba para ella. De alguna manera lo sabía, estaba consiente que ellos eran amantes de algún modo u otro.

Decidieron darse un tiempo. Y el simplemente rezo para que a su regreso no se encontrara con que ella había tomado todo su amor para arrojarse al vacío con ese hijo de puta.

La verdad es que entre Marlena y Salo la danza de la separación se volvía infinita. Después de muchos mensajes sin enviar e intentos por desaparecer uno de la vida del otro. Se encontró en el Dome London escuchando esas letras que le partían el alma.

E sarai pronto per lottare, oppure andrai via
E darai la colpa agli altri o la colpa sarà tua
Correrai diretto al sole oppure verso il buio
Sarai pronto per lottare, per cercare sempre la libertà

Ese día lo entendió, debía dejarlo atrás. "questa volta correrò verso la libertà" escribió detrás de la entrada del concierto para dejarlo en su camerino. Esa noche también Salo lo entendió, entendió que no sería capaz de seguirla.

Parte de su nueva idea de libertad, era dejar de depender de los demás, así que se mudó del apartamento que compartía con Rita una calle abajo, cerca de donde solían tomar café.

Retomo su trabajo en algunos clubs donde solía cantar e incluso acordó con los jóvenes del conservatorio cantar con ellos cada vez que los topara.

Una semana antes de que regresara a Londres, Jeriel jugo su última ficha, llamándola solo para saludar, la llamada paso de un saludo a una conversación que duro 3 horas, y así de simple y sencillo ya estaba nuevamente dentro de su vida.

La verdad era que el mundo de Marlena se cerró por completo, cerro sus cuentas, no quería mirar cosas que le hicieran dudar, paso de tener un perfil bajo a inexistente. Cata se dedicó a acompañarla a las sesiones de apoyo, no quería verla flaquear. También hablo con Salo haciéndole ver que a veces el amor no basta, a veces es necesario arriesgarse, y claramente él no estaba preparado para ello. Tenía tanto miedo de ser para alguien, tanto que al final le dejo creer todas esas ideas absurdas que se hizo en su mente.

Buena Educación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora