Año Nuevo

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-Es un perfecto idiota- maldecía Salo entre dientes mientras desayunaba con Rita- Marla no me contara nada. Desde que se topó con esa basura, tiene secretos para mí-

-Creo que es lógico amigo, quiere que funcione, y no quiere enemistarte con él. Quizá piensa que lo van a solucionar, aunque desde mi punto de vista su reacción fue sincera-

-Desde el mío es un maldito desgraciado- reiteraba furioso mientras golpeaba sus anillos en la mesa- Vaffanculo quell'idiota(Que se joda ese idiota)-

-Solo déjalo pasar unos días, es año nuevo, la navidad se la paso en casa viendo Bridgeth Jones, aun cuando le dije que fuéramos a casa de mis padres, Cata vino al día siguiente por ella, y desde ese día está en Cowes, así que iremos allá, pasaremos un bonito año nuevo, y no mencionaremos a ese hijo de puta de no ser necesario- y extendiendo sus manos pactaron su trato

Los días en Cowes fueron justo lo que necesitaba. Jeriel de nuevo había dado varios pasos atrás en su relación, y aunque estaba consciente de que quizá ella y su necedad por ser cautelosa eran el motivo de todo este desastre, de algo estaba segura "No obligare a nadie a quererme"

Todo eso nadaba por su mente mientras tomaba una ducha caliente e intentaba ordenar todos esos sentimientos que no podía controlar. Afuera el invierno calaba y en unas horas más la fiesta de año nuevo se levantaría en esa casa y quizá su mente comenzaría a cabalgar a pasos más lentos.

-La mia vita sono arrivato (Vida mía he llegado)- y esa voz familiar le inundo el pecho de felicidad.

-Estoy en la bañera- y haciendo uso de esas costumbres particulares que tenía su relación, lo vio entrar cigarro en mano- Si Cata te ve intentara apagarlo en tu mano-

-Lo sé- y acercándose a ella no pudo evitar besarle- pero estamos en el baño, no creo que lo note- se sentó sobre una toalla dando la espalda a la bañera- De haber sabido que estabas tomando un baño me hubiese unido desde antes-

-Odias las duchas largas- sonrió recargándose al filo de la bañera- ¿Hasta cuándo te quedaras?-

-Solo he venido por el año nuevo, tengo una presentación en Grecia, así que me las arregle para hacer una escala-

-Gracias-

La fiesta de año nuevo en casa de Temotee era lo máximo, toda la familia llegaba al patio de esa villa de playa, no importaba lo helado de la noche, todos disfrutaban del cada año más improvisado asado y los brindis con vino rosa. Amaban jugar en el karaoke, y algunas veces los niños presentaban algún tipo de baile o acto de magia amenizando el momento.

Era una familia ruidosa, cosa rara para ser ingleses, pronto empezaron las campanadas, entre abrazos y buenos deseos el año nuevo daba inicio, Salo y Marla se besaron, como cada año desde hacía casi diez años, mientras sus ojos se encontraban sus voces comenzaban a vibrar en el interior de la casa "Should auld aquaintance be forgot and never brought to mind?" esa canción que cada año inundaba de alegría y melancolía a los presentes.

Continuaron bebiendo y cantando hasta que uno a uno fueron desapareciendo entre las habitaciones y las bolsas de dormir del salón. Salo y Marla subieron a la habitación que su madre adoptiva había creado para ella en lo alto de la casa "sabía que alguna vez tendría otro hijo" recordaba a Cata reiterándole ese logro a su esposo.

Marla sentía como todo ese vino rosa le hacía sensible al tacto de su amigo, quien le ayudaba a salir de ese entallado vestido color oro que lo volvió loco toda la noche. Sus manos recorrían innecesariamente su cuerpo desde la espalda hasta los tobillos. Cuando levanto la mirada, la oscuridad y el deseo que encontró en Marlena le enloqueció.

Comenzó trazando besos por sus pantorrillas, subiendo poco a poco hasta llegar a sus bien torneados glúteos, con el jamás sentía vergüenza de nada, era como si el que él le recorriera de pies a cabeza fuera lo más común del mundo.

Cuando sintió que buscaba encontrar su sabor, se inclinó con las manos recargadas en la cama, mientras él le separaba las piernas para clavarse en ella. Cada toque de su lengua la elevaba al cielo, Salo no podía más, necesitaba entrar en ella, todos estos meses que pasaron alejados el uno del otro lo estaban matando, se levantó colocándose detrás de ella, dio un largo suspiro, de verdad la deseaba, y haciendo uso de todo el egoísmo que tenía entro en ella.

Sintió como había estado esperándolo hace rato, su interior apretado, caliente y palpitante era el paraíso más cercano que conocía. Comenzó a embestirla, deseando poder golpear su trasero hasta que se viera color carmesí. Poco a poco pazo de sostenerse en cuatro a inclinarse completamente con el rostro en la cama ahogando sus quejidos y su trasero levantado sintiendo poco a poco su erección se sacudía dentro de ella haciéndola llegar al cielo.

Ambos se fueron a la cama, el frio de la noche les calaba la piel, aun así el disfrutar la desnudez del otro era uno de los placeres que solían permitirse entre ellos. Salo se sintió culpable, por haberla llevado a la cama sabiendo que eso le haría dudar ante su tambaleante relación con Jeriel. Pero no podía evitarlo, era un maldito egoísta.

Cerca del medio día ambos salieron de la cama. Su vuelo salía a media noche, así que debía salir antes de que anocheciera del lugar.

-Marlena, estaré fuera por bastante tiempo, empezaremos a grabar un nuevo disco, no sé cuándo pueda visitarte, pero ten- saco un sobre de su gabardina con su nombre- son boletos prepagados, no importa donde este, o lo que esté haciendo, si sientes que no puedes más, ves a mi...- los ojos de la chica se llenaron de lágrimas.

-¿Por qué no puedes solo....?- y esa frase que siempre se repetía en su cabeza se ahogó en su pecho

-Porque mientras tú intentabas tener una relación de verdad con Jeriel, yo me lleve a la cama a cuanta chica tuve enfrente. Incluso anoche, te deseaba tanto que no pude dejarte ir. Yo te amo, pero el amor no basta, también requiere compromiso, y planes y yo no tengo nada de eso para ti-

-Entonces quizá debas quedarte con esto- le devolvió el sobre con el corazón hecho pedazos

-No hagas esto, el que no pueda estar contigo no significa que no pueda cuidar de ti-

-De verdad parece que no te escuchas cuando hablas, me dices que no puedes estar conmigo, porque nuestra historia es demasiado complicada, porque no eres capaz de comprometerte, porque adoras el sexo casual. Pero cuando estamos juntos, como ahora, sin hablar de sentimientos me dices soy tuya en el orgasmo, me escribes por las noches para asegurarte que me he alimentado bien, viajas miles de kilómetros cuando sabes que no puedo más. Me dices que me amas, me das unos boletos de avión para "cuando no pueda más"-

Salomón miro el suelo avergonzado, nunca sintió un miedo mayor que el de perderla, el de no ser suficiente para ella. Decidió que no continuaría esa conversación que de meses a la fecha nacía por cada nada. Tomo su rostro entre sus guantes de cuero sintiendo el viento del muelle calarle el rostro. Beso su nariz enrojecida por el llanto y el invierno; la beso chocando unos segundos su frente con la de ella. Marla le acomodo la bufanda ayudándole a ocultarse, con los nudillos rojos y los dedos congelados.

-Vuelve pronto- susurro y alejándose el uno del otro se dejaron ir.




1.-- ¿Deberíamos olvidar a nuestros conocidos? ¿Y nunca  traerlos a nuestra mente? -Auld Lang Syne

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