29.

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observa alrededor una vez más y suelta un suspiro mirando al lindo moreno frente a él, le sonríe y le da un sorbo a su té.

llevaban 15 minutos mirándose fijamente mientras ocasionalmente daban sorbos a su bebida, bastante incómodo para liam.

l carraspea un poco.— y... ¿para qué nos juntamos en tu casa?— pregunta rompiendo el silencio de la mesa.

— bueno, ya sabes para hablar de... — se queda callado un par de segundos.— ... cuando nos despertamos desnudos.— susurra lo último completamente avergonzado.

— ¡oh!

— si...

otro pequeño silencio se hace presente.

— no quiero... no quiero que nuestra amistad se vea afectada por culpa del alcohol.— dice zayn mirando su taza.— ni que me dejes de hablar o sientas que me aproveché de ti.

— ¡no!— niega tomando las manos ajenas.— fue culpa de ambos, ninguno sabía lo que estaba haciendo.— le da un pequeño apretón a las mismas en señal de apoyo y le sonríe.— ¿cierto?

— ¡si!— asiente con la cabeza "completamente convencido".— un pequeño error que no volverá a suceder.

— ¡exacto!

— simple amistad.

— solamente amistad.— liam le sonríe.

se quedan mirando y zayn tose.

— ¿hay que prometer que no lo haremos de nuevo?

— si, seria lo más prudente.

— si...

sus manos seguían unidas, el silencio reinaba el lugar y sus tazas de té eran olvidadas cuando el intenso contacto visual se rompió y ambos unieron sus labios con desespero.

ahora, ambos completamente sobrios, se permitirían disfrutar del otro hasta que la última gota de su escondida pasión saliera a la luz.

una promesa no iba a ser suficiente para que aquellas dos almas dejaran su instinto carnal.

(🍹)

— ¿acaso sólo vienes a mi casa a comer?— pregunta harry mirando a su amigo servirse un poco más.

— si.

— me siento usado.—  toca su pecho y le arroja la mitad de un limón directo al rostro.

— ¡eso pudo haber entrado a mi ojo!— dice frunciendo su ceño y volviendo a sentarse frente a él.

— esa era la idea, horan.

el rubio mira su plato y sonríe, aquel filete de pescado en salsa de pimiento le había quedado para chuparse los dedos, ¡estaba tan agradecido de tener a un amigo chef!

¿qué comían los otros mientras él se deleitaba con tantos manjares? cereal y sándwiches.

— ¿por qué se te ve tan feliz?— pregunta el rubio mientras observa como su mejor amigo sonríe como idiota.

— ¿es así? sólo recordé algo.— le guiña un ojo dándole un sorbo a su bebida.

la mañana era soleada, bonita y los pajarillos cantaban alto.
cuando harry abrió sus ojos se percató que esa no era su habitación, se mueve un poco notando un bultito debajo de las sábanas y sonríe cuando se percata que el bello louis aún se encontraba dormido junto a él.

maestro de cocina. →ls.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora