maestro de cocina. →ls.

15.

- "debiste ver su rostro liam."- dice el morocho burlón mientras gira en la cama y quedar frente al cuerpo del castaño. -"me hubiera encantado grabarlo."

-"¿deberás estaba tan molesto?"- pregunta mirando el techo. la idea de zayn no le había parecido buena (en realidad ninguna de sus ideas lo eran) pero sólo para no matar sus ilusiones no había dicho nada al respecto.

asiente rápidamente. -"si, épica. su enojo se notaba a kilómetros. Ese tipo de verdad que está interesado en nuestro amigo"

-"quizá sólo eres muy molesto y eso hace que las personas se enfaden"- dice liam girando su cabeza para verlo.

la expresión del contrario era algo digno de ver. su ceño fruncido estaba más marcado que antes y esa mueca en su boca le indicaba cuanto la había cagado al decir aquello.

-"yo no soy molesto."- exclama levantando un brazo para golpearle el estómago. -"aparte yo sólo estoy ayudándole a que entienda que su destino es louis."

-"¿y desde cuando tienes esa loca idea en tu cabeza?"- pregunta liam incrédulo.

-"desde que lo conocí el primer día. verás el tipo no es mal partido..."- dice extendiendo un brazo para alcanzar una almohada. -"y digamos que louis ha pasado por muchas cosas y por muchos idiotas rompecorazones."- rueda los ojos al recordarlos a todos ellos. -"y bueno.... odio admitirlo, pero harry se ve como una buena persona."

liam sonríe al oírlo. -"louis no puede pedir a un mejor amigo como tú."

-"soy muy genial lo sé." -dice bromeando.

así era zayn, tan bromista como modesto. siempre viendo el bienestar de las personas que lo rodeaban olvidando por completo su bienestar mismo.

una joya valiosa, según liam.
un amigo leal, según louis.

-"¿louis está de acuerdo en todo ésto?"

-"vaya liam a veces me da miedo tu inteligencia. ¡louis no está enterado! él jamás lo permitiría."- se golpea la frente con la palma de su mano.

-"fue una pregunta estúpida, lo admito." -ríe mientras se sienta en la cama. -"louis te matará si se entera"

-"por eso seguiré vivo, porque nadie le dirá. ni mucho menos tú señor soplon." -lo apunta acusadoramente.

liam odiaba tener que esconder información y más cuando ella se trataba de sorpresas, noticias y todo lo relacionado con ello.

recuerda el día de la fiesta del cumpleaños número 17 de louis, todo estaba planeado, incluso ya se habían hecho remodelaciones para el lugar donde sería la fiesta. todo habría sido perfecto si tan sólo no se el hubiera salido el ¿a que hora es la fiesta de louis? frente al mismo louis.

las cosas no habían terminado bien. zayn lo había golpeado bastante para luego dejar de hablarle en toda la fiesta, louis se había burlado de aquello y no le había tocado pastel.

rueda los ojos mientras asiente. -"prometo que no diré nada de nada."- levanta el brazo al aire.

-"te golpeare duro payne." - dice el morocho amenazadoramente y liam no puede hacer otra cosa que burlarse en su interior, el contrario era lo bastante débil como para lastimarlo siquiera.

-"si, si, señor músculos de acero como usted diga." -mueve la mano con desdén y gira su cuerpo para quedar frente a zayn. - "ahora... ¿cuál es tu próximo plan?"

- "besarlo."

liam sólo pudo fruncir el ceño.

× × × × ×

- "hijo de puta." -gruñe mientras golpea la carne con sus puños. cabreado era poco.

después de haber vuelto a su casa y darse una ducha se había acostado a dormir, al día siguiente ni siquiera tenía cosas que hacer (si, le había mentido al castaño pues estaba lo bastante molesto como para poder verlo otro día más) sólo necesitaba calmarse.

y que mejor que hacer unas deliciosas albóndigas rellenas de queso y tener la compañía de su mejor amigo para que éste sepa de sus desgracias.

- "soy mucho mejor que ese idiota. incluso más alto y fuerte" - golpea una vez más la carne, intentando ablandarla, claro. - "seguro le encanta estar abajo, estúpido flacucho que intenta hacerse el macho."

sus quejidos habían empezado desde que puso el primer pie fuera de la cama y es que no podía simplemente callarlos, eran más persistentes que él mismo.

se gira para lavar sus manos y toma la verdura para comenzar a juntarla con la carne. cocinar siempre le había calmado los nervios, pero ahora sólo lo estaban poniendo más ansioso y molesto.

-"¿por qué no le solté un golpe? es decir, seguro no hubiera podido pararlo."- suelta una risita mientras comienza a hacer las albóndigas.
lo había pensado sin duda, y es que en su mente (su parte mala) había tenido un presagio donde se veía al morocho en el suelo mientras su nariz goteaba y el puño del rizado alzado al cielo y una sonrisa de autosuficiencia en su rostro.

quizá si louis no habría estado hablando con su madre le hubiera soltado el golpe. pero tenía la bastante paciencia como para un grupo de niños pequeños ansiosos debido al consumo de azúcares.

-"negro pendejo."- dice entre dientes. lo había insultado con todo el vocabulario más soez que pudo encontrar, sin embargo no estaba satisfecho pues habría vivido en paz sabiendo que maltrato su rostro.- "a la próxima no seré tan amable."

harry podía derramar dulce y miel si se lo proponía, pero molesto era un ser completamente diferente, de esos irreconocibles que imponen miedo y respeto cuando cruza sus brazos y mantiene dura y fija la mirada.

revisa el spaghetti oyendo como se escucha el timbre. -"¡adelante!" - grita para comenzar a rellenar las albóndigas con queso.

-"niall llegó y viene con mucha hambre"- canturrea el rubio entrando directamente a la cocina. olfatea el aire y sonríe emocionado. -"¡albóndigas, rico!"

la sonrisa del rubio desaparece cuando dirige la mirada a su amigo encontrando sólo un ceño fruncido. - "¿que ocurrió ahora?"

h levanta la vista y entrecierra los ojos. - "¿que ocurrió? bueno el estúpido amigo de mi estudiante es lo que paso."

niall rueda los ojos mientras acerca una silla alta y se sienta en ella (dejando de lado las latas de cerveza que había comprado) -"¿que hizo ese chico para dejarte tan mal?"

y harry podría decir comentarios sarcásticos acerca de ello para sabe que su rubio amigo no sabía absolutamente nada.

- "¡ese idiota me saca de mis casillas!"- dice casi gritando y niall sólo puede ladear la cabeza sin entender.

pero sabe que pronto su amigo se desahogara y sabrá todo. quizá debió traer unas palomitas o algo de botana para ese momento, pues estaba seguro que tendría que oírlo quejarse por mucho tiempo.

malditas sean las albóndigas deliciosas de harry styles, por ellas se encontraba ahí en ese momento.

por ellas y sólo por ellas.

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Hola personas. Aquí les dejo el capítulo. Espero de corazón que les haya gustado.

Desearía que Harry me hiciera albóndigas. D:

Como sea, ¡he salido de vacaciones
La Universidad ya no será un problema.

Amo que sigan conmigo, de verdad que no las merezco.

Foto: Paula Deen es una celebridad y chef estadounidense. Deen reside en Savannah, Georgia, donde ella posee y opera el restaurante "Lady & Sons" con sus hijos, Jamie y Bobby Deen. Ha sido la autora de catorce libros de cocina.