maestro de cocina. →ls.

30.

la clase que se dio luego de aquel fogoso encuentro, resultó extremadamente incómoda y  torpe, ninguno estaba haciendo su parte y en cada momento se equivocaban o tartamudeaban.

no hablaron de lo sucedido quedando sólo con aquellos fugaces recuerdos que les ponían la piel de gallina.
¿por qué? por temor a arruinar el posible acercamiento en su relación.

— umh... la, la clase ya terminó.— dice harry comenzando a guardar los papeles importantes en su maletín.

— ¿si?— pregunta cerrando su cuaderno y viendo la hora en el reloj de la cocina.— ¡oh si! esta clase pasó muy lenta.— susurra mirando su regazo.

— lo mismo pienso.— habla bajito mirando a louis y lo lindo que se veía siendo tímido.— entonces me voy.

ambos caminan a la puerta y antes de poder salir el celular de h suena, contesta.

— ¿hola? si niall acabo de terminar...— mira a louis y le sonríe sin mostrar sus dientes.— ¡ya voy, ya voy! no se van a ir del país, ¿sabes? sólo es una comida.— toma su elegante saco y louis le abre la puerta.— si, estaré allá en 20, adiós.— sale de la casa pero gira a mirar al castaño.— nos vemos, lou.

— si... hasta la próxima clase.— levanta la mirada y aprieta sus manos.

— hasta la próxima clase.— gira su cuerpo dándole la espalda y siente una mano en sus ropas, gira su cabeza mirando a la única persona cerca suyo.— ¿ocurre a..?

su frase queda incompleta cuando sin esperarlo, louis se para de puntas y deja un pequeño y fugaz beso en los labios ajenos, para después cerrar la puerta en la cara de harry completamente avergonzado.

el más alto toca sus labios y suelta una risita, quizás podía funcionar.

todo el camino al restaurante fue un martirio, en serio que no quería ir, pero tampoco quería arruinar la programada cita de su amigo.— jodida mierda.— susurra bajando del auto y caminando hacia la puerta.

— buenas tardes, vengo a una reservación a nombre de niall horan.— sus blancos dientes hacen acto de presencia y la chica asiente comenzando a caminar.

— sígame, por favor.

luego de unos segundos caminando entre mesas por fin reconoce la dorada cabellera de niall, acompañado de una linda chica pelirroja y un chico que se mantenía de espaldas a él.

— perdón por llegar tarde.— se disculpa sonriendo.— había mucho tráfico.

— lo importante es que ya estás aquí.— niall deja a un lado su vaso y mira a la chica.— marie, este es mi amigo del que te hablé.

— mucho gusto, harry.— la pelirroja sonríe y ambos se dan la mano mientras mira sutilmente el rostro de joseph.— él es mi amigo joseph.

cuando se dieron la mano marie pensó que ambos se veían muy bien juntos.

pidieron sus platos de comida y esperaron pacientemente a que los trajeron, cada uno al lado de su "cita".

— me dijeron que eres chef, ¿es eso cierto?— pregunta sumamente interesada.

— así es, trabajo en un restaurante y doy clases personales en una academia.— sonríe.

— ¿en cuál?— pregunta joseph.

— the cuisine of taste.

— ¡oh! he oído hablar de ella.— marie dice emocionada pateando a su amigo por debajo de la mesa.— ¿podremos algún día probar tus deliciosos platillos?