habían pasado unos meses.
las cosas entre louis y harry habían resultado fenomenales, claro que como en todas las relaciones había peleas y regaños pero juntos estaban aprendiendo a como sobrellevarlo.
incluso zayn y liam habían comenzado a salir. (después de muchas indirectas por parte de ambos y una cena romántica en el restaurante que ahora pertenecía a harry.)
niall proseguía manteniendo el contacto con marie y en definitiva ambos sabían que en un futuro aquella convivencia se convertiría en algo más.
y joseph seguía manteniendo la comunicación con harry, pues gracias al cielo no estaban en malos términos.
pero, de vuelta a nuestros protagonistas; habían quedado con zayn, liam y niall para salir a cenar por el cumpleaños de johannah, la cual amó a aquel irlandés en el momento en que lo conoció. ambos se llevaban bien y las últimas veces lo habían invitado a las pequeñas reuniones con la maravillosa madre de louis.
— ¿iremos por niall?— pregunta louis recostándose en la cama mientras observa como su novio se acomoda la camisa.
— sí, recuerda que pasaremos por él y nos encontraremos todos allá.— sonríe mirándolo desde el espejo.— ¿ya estás listo?
louis asiente.
— vas a arrugar tu ropa, levántate de ahí.
otra vez el harry perfeccionista.
— los artistas no necesitan ropa planchada.
harry rueda los ojos, una vez que decía esas palabras no había nadie que pudiera hacerlo cambiar de opinión.
— tonto.— susurra siguiendo con su trabajo, era el segundo cumpleaños de johannah, desde que había comenzado a salir con aquel pequeño ogro.
— ¿cuándo vas a pagarme el dinero que me debes?— dice louis segundos después de salir del baño con la boca limpia y un peinado perfecto.
— ¿dinero?— pregunta girándose, louis asiente.— yo no te debo dinero, ¿de qué hablas?
— ¿¡no!?— exclama ofendido parándose frente a él.— haz memoria.
harry mira el techo tratando de encontrar entre sus recuerdos alguno que le pudiera ayudar en esa situación.— no hay nada louis.
las deudas son difíciles de olvidar.
— si, me debes dinero de dos meses.
— ¿dos meses?— frunce su ceño y niega.— ¿te golpeaste la cabeza y ahora quedaste tonto?
louis le da un pequeño golpe en el pecho y harry suelta una carcajada.— ¿entonces cuándo me vas a devolver el dinero que di por tus "clases privadas" de cocina las cuales no me sirvieron de nada porque sigo sin saber cocinar?— grita lo último.
la boca de harry se abre grande sin saber que decir, ¡maldito pintorsito!
— ¡te dijeron que no hay reembolsos!— se aleja para ponerse un poco de colonia.— y mis clases son muy buenas, tú fuiste el mal alumno.
— ¡fui robado y por mi propio novio!
— amor...— trata de no burlarse por la extraña situación en la que ahora se encontraban.— no te robé nada.
— pero....
— piensa en esto.— interrumpe antes de poder escuchar los alaridos del más bajo y apoya sus manos en los hombros ajenos.— sin esas clases tú y yo no nos hubiéramos conocidos.
silencio.
— ¿crees que me voy a tragar esa excusa para olvidar mi dinero?
más silencio.
— te puedes tragar otra cosa.— suelta coquetamente mientras le guiña un ojo y lo toma de la mano con rapidez.— entonces, ya estás listo ¿verdad? ¡andando!
lo jala fuera de la habitación y ambos salen. aún con las quejas del más bajo entran al auto y harry arranca rumbo al hogar de su rubio favorito.
cuando llegan, niall sale, entra y saluda alegre por la invitación, escucha con atención las quejas del bajito, frunce el ceño sin entender muy bien lo que estaba ocurriendo.
— ¿se están peleando tan temprano?— pregunta poniéndose el cinturón.
— louis está loco.— harry niega riendo mientras enciende el motor y emprende el viaje hacia el restaurante.— dice que le debo dinero.
— ¿otra vez pidiendo prestado?— bromea.
— cállate.
— ¿no crees que es injusto quedarse con el dinero de la persona que amas?— pregunta louis girando su cabeza par mirarlo.
— es muy injusto.— asiente dándole la razón.
— ¿y no crees que es más injusto si no te devuelven el dinero de las clases que no te sirvieron porque no aprendiste?
niall sonríe de lado y hace contacto visual con harry desde el espejo retrovisor.— suena razonable.
— niall, ¿de qué lado estás?
— de la paz.— le sonríe soltando una carcajada.
afortunadamente para harry, niall y louis se habían entendido de maravilla, a ambos les faltaba una neurona y reían por los mismos malos chistes y le alegraba demasiado el verlos hablar y bromear.
misión presentar a tu mejor amigo y a tu novio y lograr que se lleven bien, ejecutada con éxito.
para cuando llegaron al restaurante mucca osteria los demás ya se encontraban en el lugar.
todos se saludaron y sentaron ansiosos por probar las delicias de aquel lugar, johannah era la más feliz ahí.— ¿por qué no hay personas?— pregunta liam mirando a su alrededor y encontrándose solamente con algunos meseros.
— porque cerré el restaurante.— dice harry con una sonrisa.
— la sonrisa de un presumido.— zayn lo mira con una sonrisa socarrona.
harry le guiña un ojo y ambos ríen. esos dos tenían una extraña manera de relacionarse, era una clase de amor/odio.
— gracias por tomarte la molestia en cerrarlo por mi cumpleaños.— johannah alcanza el brazo ajeno y le da un apretón cariñoso.
— para usted, lo que quiera, señora johannah.
— le sonríe poniendo su otra mano encima de la suya.el mesero llega para tomar la orden de todos mientras les sirven vasos de agua o vino.
louis se disculpa para ir al baño, y tras entrar y hacer sus necesidades da una vista alrededor apreciando la pintura de la pared más larga. a petición de su novio había pintado todo un mural lleno de nubes, hojas y cosas que el rizado tenía en mente. definitivamente harry siempre había tenido bien gusto pues la decoración y los colores que el propio louis había elegido en la pintura habían quedado excelentes.
— por eso somos novios.— comenta con una sonrisa triunfante mientras se mira al espejo y lava sus manos con lentitud.
cuando sale del sanitario detiene su andar a unos metros de la mesa que estaban ocupando y simplemente se quedó ahí, contemplando a las personas que ahora estaban en su vida.
todos riendo y bromeando y quizás faltaba su padre pero estaba seguro que donde quiera que estuviera lo miraba con una sonrisa, orgulloso de quien era y de lo que había logrado.— ¿qué haces ahí?— susurra harry a su lado, lo cual sobresalta al más bajo pues ni siquiera se dio cuenta que ya no estaba en la mesa.— ¿te sientes mal?
louis niega riendo por la mano de h en su frente y se acerca al cuerpo ajeno dándose cuenta que no era un sueño.— me siento muy feliz, sólo eso.
— eso es muy bueno.— lo abraza con fuerza mientras deja un corto beso en sus labios. se habrían quedado en esa posición de no ser por las risas de los otros que los despertaron.— andando, la comida nos espera.
louis asiente y regresan a la mesa tomados de la mano, donde los reciben gustosos y listos para comenzar.
de ahora en adelante los cumpleaños y reuniones tendrían un mejor sabor de boca.
fin.
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maestro de cocina. →ls.
Fanfictiondonde louis quiere aprender a cocinar y harry es su maestro.