maestro de cocina. →ls.

45. final.

— ¿cómo demonios llegué a esto?

maldita oscuridad, grita mentalmente.

lo peor era la poca higiene que había debajo de la cama, ¿acaso nunca pasaba una escoba en ese lugar?

¡arañas! estaba seguro que había una araña en algún rincón.
estaba apretado pero gracias al cielo aún podía respirar.

¿cómo es que había sido convencido para esconderse de esa manera?

— maldito enano y estúpido yo por seguir la corriente.— gruñe en un susurro mientras saca su celular para poder ver la hora.— 4:30... ni siquiera me dijo cuando terminaría.

pero claro, era culpa de ambos, pues de no haberse besado con demasiada pasión como para olvidar que el reloj seguía caminando, no se encontraría en esa situación.

— malditos besos— vuelve a quejarse mientras estira sus piernas pero vuelven a su lugar cuando se da cuenta que se verían si alguien entraba a la habitación.

¿y cómo había llegado hasta ahí?

bueno, un día después de comprar todo lo necesario y mandar un mensaje a su "algo" decidieron que la preparación de la comida seria el mismo día de la celebración.

//2 horas antes.//

— compré los ingredientes pero nunca me dijiste que prepararás.— habla el más bajo viendo todas las verduras y demás.

— entrada, plato fuerte y el pastel, ¿te gusta la idea?— louis asiente con rapidez.— y en cuanto a los platillos, cuando estén listos te digo, quiero que sea sorpresa.

— ¡de acuerdo! — se acerca al fregadero para lavarse sus manos, harry lo sigue por detrás.— dime en qué te ayudo.

— necesito que cortes estas verduras.— señala los ingredientes que se encontraban en un cesto de mimbre.— las pelas y luego las cortas en rodajas.

louis asiente mientras busca un cuchillo y una tabla y comienza su tarea con demasiada emoción. ¡le estaba cocinando a su mamá!

algo que pensó nunca sucedería. aunque claro, el rizado haría la mayor parte pero ayudar significa hacer y él haría muchas cosas.

— ¿qué harás tú?

— voy a comenzar con el pastel, porque es el que tarda más.— saca la masa y demás ingredientes requeridos para la receta y comienza manos a la obra.

la preparación de la comida fue fantástica, el ambiente se sentía tan cálido y ambos habían hecho click de inmediato, (una buena señal sin duda.)

los besos que se daban cada que pasaban cerca del otro también eran maravillosos, pues ahora ya no tenían que ocultar su amor, podían demostrarlo sin miedo a ser alejado.
el mismo harry estaba fascinado por la manera en la que era el más bajo cuando nadie estaba cerca, tan lindo, esponjoso y pidiendo mimos y amor con la dulce mirada que daba en cada acercamiento, sus ojitos brillaban y se emocionaba mucho cuando era elogiado.

nadie más aparte de él lo conocería de esta manera, porque claro que no estaba dispuesto a dejarlo por nada del mundo.

el mismo louis estaba más que feliz por el rato que estaban pasando juntos, con sus antiguos novios nunca había hecho nada parecido, pues ellos sólo o querían meterse entre sus pantalones o salir a fiestas, nada como el momento íntimo pero nada sexual que estaban disfrutando.

casi dos horas después todo estaba listo, la mesa estaba arreglada, el pastel decorado y listo para clavarle el diente, la comida humeante haciendo que su aroma estuviera por todo el lugar.