maestro de cocina. →ls.

34.

sólo habían pasado 24 horas desde que había estudiado para su examen y 23 desde que lo contestó, pero estaba nervioso, justo como en la universidad y parte de sus años académicos.

¿habría reprobado? ¡nah! seguro lo pasaba.

se levanta de la mesa con su plato hondo de cars en las manos y camina hasta la barra de la cocina para tomar la caja de cereal y preparar su segundo plato del día.

enserio agradecía vivir solo, pues podía hacer y comer lo que se le viniera en gana, eso incluía comer cereal todo el día, a veces compraba dos galones de leche y cuatro cajas de aquel fantástico alimento para él solito, de diferentes sabores obviamente.

¡viva la independencia!

cuando está a punto de clavarle el diente a su comida el timbre de su hogar suena, bufa.

— debería de colocar un letrero de no molestar afuera de mi puerta.- murmura caminando hacia ella.— ¿quién es?— grita mirando por la mirilla, ¿eh? no hay nadie.

— yo.— se escucha del otro lado.

— eso suena a algo que diría un asesino con un cuchillo y enormes ganas de matar a alguien tan bello como yo.— vuelve a gritar.

— sólo ábreme, tontomlinson.

— ¡oye! maldito grosero.— abre la puerta con rapidez sólo para mirarlo con mala cara.— ¿qué quieres?

— soy tu maestro, más respeto.— aprieta sus labios para no soltarse a reír ahí mismo, en serio que ese enanito era tan divertido como hermoso.

si no me agradaras te habría golpeado.— dice en su mente haciéndose a un lado para dejarlo pasar.

— oh, ¿te agrado?— la sonrisa de harry se hace presente. ¿eh? esperen, ¿lo dijo y no lo pensó? mierda.

— no te creas mucho.— cierra la puerta y camina al baño más para ocultar su notable sonrojo que otra cosa.— ¡estúpido!— susurra una vez solo y frente al espejo, suspira.— ¿por qué dices eso frente a él? luego puede malinterpretarlo.— se autoapunta en el espejo.— aunque... no estaría mal mandarle unas indirectas, ¿verdad?

mientras louis peleaba consigo mismo, al otro extremo de la casa, a unos metros, la sonrisa de harry no se había borrado desde que lo escuchó murmurar esas palabras.

— me tienes por completo, tontomlinson.— susurra sacando sus hojas de clase y tomando asiento en la barra de la cocina.
gira su cabeza observando un plato, la caja y la leche todo fuera de su lugar, ríe.— vine en mal momento, ¿eh?

se levanta, cierra el galón y lo mete al refrigerador, también acomoda la caja de cheerios y acerca el plato en el lugar donde se sentaba su alumno favorito.

minutos después, cuando la cara de louis había vuelto a la normalidad llega y se sienta en su lugar mirando a su maestro.— ¿qué?

— nada.

— uhm.— entrecierra los ojos mirándolo fijamente.

— ¿estás listo?

— ¿para qué?— pregunta louis.

— para saber tu calificación, lou.

— ¡si!— grita feliz, ¡es hoy, es hoy!

harry busca en su maletín y saca una hoja.— ¿emocionado o nervioso?

— emocionado por ver mi diez, duh.

la cara de harry se convierte en una mueca burlona y niega entregándole su examen.