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One

Vacaciones antes de la escuela

Los hermanos Potter llevaban dos infernales, eternas y horrorosas semanas en la casa de su tíos y lo único que pedían era regresar a Hogwarts.

La verdad era que desde que sus tíos los habían recogido en la estación de Kin's Cross y llevado al número 4 de privet drive lo único que habían hecho eran labores domésticas.

La tía petunia los levantaba desde las 6 de la mañana y no los dejaba dormir hasta las 11 de la noche.

Pero algo debían admitir y era que al menos una cosa había cambiado, por fin ya no dormían en ese pequeño y oscuro armario debajo de las escaleras.

Ahora dormían en una decente habitación para ambos. Era pequeña y modesta pero al menos era más grande que la alacena.

Tenían una cama para cada uno, un armario para sus ropas, había una ventana, la habitación era de color verde y tenían decoraciones de dorado y escarlata, con imágenes del escudo de sus casas.

En fin, se habían hecho espacio y por lo menos ya podían descansar como se debía.

El punto es que había dos estresantes problemas que no dejaban que los hermanos disfrutaran de su nueva habitación.

El primero es que era terriblemente horrible estar escuchado los lloriqueos, gritos y casi gemidos que soltaba su horrible primo contra sus tíos por que le habían quitado una de sus habitaciones para dársela a Harry y a Hanna.

Dudley se estuvo quejando durante casi toda una semana por que ahora no tenía su habitación de juegos.

El segundo problema era que sus malditos tíos ahora usaban la alacena para guardar bajo llave todas sus cosas de la escuela, incluyendo sus libros, túnicas, calderos, ingredientes de pociones y sus varitas.

El mayor problema con eso es que no podían hacer sus tareas de la escuela.

Su primo ahora se encargaba de molestarlos burlándose de ellos diciendo que abriría el armario y destrozaría sus cosas de la escuela.

En venganza, Harry y Hanna lo asustaban diciendo que lo hechizarían y decían palabras sin sentido como "patas de cabra" o "panza de cangrejo" y su regordete primo salía corriendo despavorido.

Así habían pasado las dos semanas que llevaban ahí con sus tíos.

Al parecer sus tíos, después de que sus sobrinos se fueron a Hogwarts hace un año, estaban muy molestos y si, siempre los habían tratado peor que basura, después de eso los trataban aun peor.  

De echo, este inicio de semana estaba empezando a ser una de las semanas mas horribles de esas vacaciones.

Todo empezó, cuando Hedwig la lechuza de Harry y Dragón el fénix de Hanna empezaron a ulular tan fuerte que el sonido viajó hasta los oídos de Vernon Dursley.

Los hermanos se miraron sabiendo lo que sucedería en unos minutos. Dicho y hecho, los pasos estruendosos de su tío se escuchaban cerca de su habitación.

Escucharon como Vernon abría el candado de su puerta.

-Es la décima vez en estas dos semanas que sus horrendos pájaros hacen esos desagradables sonidos-dijo su tío a berridos como siempre-si no pueden controlarlos tendrán que echarlos a la calle de una vez por todas.