Un Demonio Peculiar

VIII

El rozar del metal resonó.

El metal cortando el aire inundó sus oídos.

Crack

La cadena destrozó por completo la cama que había estado ocupando Nanami, mandando pedazos por toda la sala, obligando a Naruto a cubrir sus ojos por las astillas, intentando con eso que ningún trozo de madera pudiera cegarlo. Esto fue aprovechado por su enemigo que, viendo como Naruto estaba cubriendo su visión, lanzó la segunda cadena contra el cazador.

Frush

Sintiendo como esta se cerraba cobre él, Naruto abrió los ojos e intentó moverse. Pero era tarde. La cadena estaba completamente aprisionando su cuerpo y sus extremidades superiores, por lo que moverse o deshacerse de su atadura sería imposible estando como estaba.

―Te tengo, pequeña molestia. ¿Dónde está la niña?

Naruto levantó el rostro. Mientras que otros híbridos de humanos y demonios cubrían sus rostros con uno de demonio al transformarse, aquel hombre seguía mostrando su rostro humano, pero sus brazos eran cadenas de hierro.

―¿Qué niña?

―El demonio de sangre.

―Yo no...

Slash

Crack

Siendo estrellad, Naruto sintió como la sangre llegaba a su boca y como una costilla terminaba destrozada por el golpe directo contra la pared, la cual mostró grietas, pero no cedió, aumentando así el daño que el cuerpo del Uzumaki recibió.

―Si lo sabes―el demonio declaró.

―¡Gah!

―Voy a exprimirte como si fueras un limón, miembro de Seguridad Pública. Lo pasaré genial viendo tus tripas saliendo por tu boca―expresó aquel hombre, moviendo la segunda cadena―. ¡Y como es el deseo de mi señor, solamente tomaré las palabras que quiero de tu último aliento si es necesario humano!

De rodillas, Naruto pronto sintió como su cuerpo era movido de su sitio y como su espalda era golpeada por algo duro. No tardó demasiado en darse cuenta que estaba incrustado en el techo, siendo atravesado por la espalda por pequeños escombros que lo estaban limitando ligeramente para volver a bajar.

Rush

El Demonio Cadena movió su brazo retrayendo la cadena. Naruto fue movido del techo y en dos segundos estuvo frente a su enemigo, recibiendo del mismo un rodillazo contra la boca de su estómago, haciéndole escupir sangre tras el golpe, con aun la rodilla de su adversario en el estómago.

Sin esperar una respuesta, el demonio movió el brazo y tiró del cazador para lanzarlo contra la puerta de la habitación.

Crack

Naruto cruzó los brazos frente a su rostro, cubriéndolo. Sentía, según avanzaba, como cortaba el aire, como destrozaba equipo médico y, finalmente, como se estrellaba contra la pared contraria a donde estaba la habitación que ocupó Nanami.

―¡¿Ves pequeña mierda?! ¡Dame a la niña!

Apoyándose en la pierna derecha, Naruto comenzó a levantarse. Al parecer, la cadena del Demonio Cadena tenía un límite de longitud, lo que estaba bien para él, porque había logrado zafarse de la cadena.

Sin embargo, si pienso como actuar, me atrapará.

Levantó la mano izquierda. La pasó por su labio. Miró el dorso de su extremidad.