Un Demonio Peculiar

XVI

Los ojos azules del cazador miraron las imágenes en la televisión: el Demonio Pistola tomó posesión del cuerpo de Hayakawa Aki y causó un caos en el centro de la ciudad, dejando cientos de muertos contando con el mismo Aki, quien tuvo que ser asesinado por su compañero y mejor amigo.

―Eso...es un poco triste, supongo.

Quanxi miró la misma imagen que estaba mirando Naruto: el cuerpo inerte de Aki tirado sobre un enorme charco de su propia sangre, sobre unos escombros. El Motosierra no había tomado la consideración de pensar en su compañero, en el pistola como un amigo. Pareció estar completamente manipulado y empujado a las acciones acontecidas. Fue controlado como un títere.

―Eso es un movimiento de "ella".

Los ojos entrecerrados de Kishibe estaban mirando la misma imagen, pero varios metros por detrás de Quanxi y Naruto. Un cigarrillo estaba colocado entre sus labios, recién encendido, con el humo saliendo del mismo hasta el techo.

―¿Ella?

Reze parpadeó y levantó la cabeza. Estaba acostada en un sofá, leyendo una revista sobre flores y cafeterías. Sus ojos pronto miraron la figura de Denji y parecieron ser empañados por una fina capa de lágrimas que podía terminar desbordándose.

―Makima.

Naruto respiró hondo y miró a la líder actual de la División 4 de Seguridad Pública hablando con algunos reporteros. Aquellos ojos amarillos, endemoniados, miraban directamente a la cámara como si lo estuviera viendo, como si lo estuviera esperando o empujando a hacer algo que no debería.

Y así era como ella trabajaba.

Denji hacía tiempo que dejó de ser un humano/demonio para ser un simple perro con una correa sobre su cuello sujeta por los dedos de Makima, los cuales no iban a soltar dicha correa. Y el chico no se estaba dando cuenta de su conversión, de como lo estaba denigrando usando su cuerpo para ello.

―Las mujeres usan ciertos encantos para controlar a los hombres―el viejo Kishibe leyó la mente del Uzumaki como si fuera un libro abierto. Pero él tenía la edad y el tiempo para saber ciertas cosas―. Denji siempre ha sido un muchacho hormonalmente manipulable y Makima vio eso en los primeros minutos de su relación, creando un vínculo enfermizo con él hasta el punto actual. Ella siendo un arma del gobierno, ha convertido a Denji en su perro, en su fiel mascota que vamos a tener que detener.

―¿Detener? ¿A que se refiere con detener, Kishibe?

Reze se mostró preocupada con su pregunta. Al contrario que Makima, ella finalmente se encontró ligada emocionalmente a Denji y no lo veía como un objeto o un perro, como una herramienta. Ella lo veía porque era Denji no el Motosierra, algo que Denji no estaba captando al estar junto a Makima, pero incluso Naruto captó ese sentimiento.

―Podemos intentar detenerlo o hacerlo entrar en razón―Naruto intervino antes de que Kishibe respondiera―. Es lo que la "División 0" va a hacer con el muchacho, capitán.

―¡Ja! Optimista hasta el final, supongo―los ojos del viejo hombre se movieron hacia Naruto―. Denji se ha convertido en un simple perro. El único ahora que puede terminar con el control de Makima, eres tú. Por eso nos has dado tu sangre, ¿no? Eres el único que no puede ser controlado por el Demonio del Control.

Naruto se volvió hacia los integrantes de su equipo. El capitán Kishibe lo estaba mirando fijamente con aquellos ojos cansados, viejos, con el rostro descompuesto tras los últimos acontecimientos. Reze lo miraba desde el sofá, mostrando un brillo esperanzador sobre lo que pudiera pasar con Denji. Y Quanxi solamente mantuvo su ojo sobre la figura inerte de Aki en todo momento, como si solamente le importara la muerte del chico de la katana.

―Es exactamente por ello que os di mi sangre. Ahora, Makima no puede controlaros, pero os aseguro que muchos otros híbridos y humanos van a ser controlados...incluso cuando están muertos.

El chico estaba seguro de que Makima tomaría el control de todos los demonios e híbridos posibles. Probablemente incluso ahora tenía un ejército completo de ellos dispuesto a ser usado cuando Denji se removiera y se volviera contra ella como un perro lastimado y engañado, mordiendo la mano que le da de comer. Y eso es algo que Maki no permitía. Cualquier perro que no pudiera ladrar, sería simplemente ejecutado con todo lo que ello conllevaba.

Una guerra estaba por estallar en las calles de la ciudad. Y ningún miembro de los altos mandos parecía querer verlo, dejando tal autonomía a la sociópata de Makima.

―Con eso fuera de la ecuación, ¿qué exactamente haremos ahora? Nadie ha tomado la responsabilidad sobre Makima y sus acciones a lo largo del tiempo y le han dejado demasiada libertad. Ahora nadie podrá detenerla incluso si hacen el amago de intentarlo. Cuenta con conexiones que nosotros no podemos llegar a soñar con tener.

―¿Estas segura, Reze?―los ojos azules de Naruto se volvieron agudos, como dos dagas listas para ser lanzadas. Ligeramente titilaron, cambiando entre el zafiro y el rubí―. División 0 trabaja bajo la mano derecha del emperador, alguien que está por encima de los altos mandos del gobierno y Seguridad Pública. Nuestras acciones, tienen toda la manga ancha que ellos puedan permitirse. Siempre, por supuesto, que nosotros usemos eso para la seguridad nacional.

Estar subvencionados por el gobierno era una cosa, pero estarlo por la familia imperial y todo el poder que poseían, era otra cosa muy distinta a la primera. Makima tenía acceso a diversa información nacional e internacional, con fondos limitados proporcionados por Seguridad Pública y por el gobierno, llegando a un tome en su proyecto sobre la división en la que trabajaba. ¿Pero ellos? Según las palabras de la mujer del emperador: la seguridad de las personas es más importante que el dinero. Y Naruto lo había tomado al pie de la letra, estableciendo diversas bases funcionales para moverse entre ellas y poder contar con los refugios necesarios, incluyendo en el extranjero.

―Actualmente esto es todo lo que tenemos: todas las personas en esta habitación y cientos de bases repartidas por el mundo establecidas para el objetivo principal: eliminar a Makima y poder recuperar el 80% restante del Demonio Pistola esparcido por el mundo. Por supuesto, lo principal es Makima y las partes del Demonio Pistola son algo secundario. Para nuestro benefactor, mantener la paz en Japón es lo primordial, así como la seguridad de sus habitantes.

―¿Y el siguiente paso, muchacho?

―¡Oh! Solo tenemos que esperar y ver. Quiero ver cuando Makima hace su movimiento, cuando se quita la máscara para mostrar su verdadero rostro y causar el caos. Hasta ese momento―Naruto miró a todos en aquella habitación―; nosotros vamos a prepararnos para el enfrentamiento final.