A la mañana siguiente me levanté, me duché y me vestí. Salí de la habitación y me dirigí a la cocina, allí estaba Jack con una taza de café preparado para mí. Cogí la taza y asentí con la cabeza en señal de agradecimiento. Fuimos en dirección a la oficina del socio de Marco. Llegamos al edificio y entramos, nos dirigimos a recepción y la recepcionista coqueteaba con Jack, cosa que a él le encantaba.
-Hola Lily.- saludo Jack coqueteando. -Ella es Chelsea Evans, la nueva asistente personal del señor Blake.- dijo señalándome con la mano.
-Hola Jack.- saludó Lily coqueteando también. -El señor Blake os está esperando.- dijo Lily sonriendo.
-Gracias.- dije sonriendo. Nos dirigimos al ascensor y cuándo ya estábamos dentro pregunté. -¿Cuánto tiempo lleváis juntos?- pregunté curiosa.
-¿Lily y yo?- preguntó, yo asentí. -No, sólo somos amigos.- contestó.
-Pero estás enamorado de ella.- dije afirmando lo que había visto.
-Un poco sí pero ella no siente lo mismo.- dijo Jack un poco triste.
-Yo no estaría tan segura, he visto como te miraba.- le dije. -Yo de ti le pediría una cita.- le sugerí.
Llegamos al último piso y entramos en el despacho. Jack tocó la puerta.
TOC-TOC
-Adelante.- dijo una voz masculina desde el otro lado de la puerta.
Entramos cuando lo vi, me quedé boquiabierta, sus ojos azules eran difíciles de olvidar, era el hombre del aeropuerto cuando me fui a Italia.
-Señor Blake, ella es...- dijo Jack señalándome con el pulgar.
-Chelsea Evans.- dijo el señor Blake levantándose de su silla de detrás del escritorio e interrumpiendo a Jack.
-¿Es qué os conocéis?- preguntó Jack confuso.
-Nos conocimos en el aeropuerto hace dos años.- dijimos el señor Blake y yo a la vez mirándonos a los ojos.
-Bueno yo me voy.- dijo Jack mientras el señor Blake y yo nos mirábamos a los ojos.
Se fue. Cuándo el señor Blake y yo nos quedamos solos, nos quedamos en silencio unos minutos un poco incómodos, hasta que hablé.
-¿Así que usted es el socio misterioso de Marco?- pregunté aunque parecía más una afirmación que una pregunta.
-Sí pero no sabía que usted era la asistente de la que tanto hablaba.- dijo él. -¿Por qué se fue de Londres?- preguntó curioso.
-Por problemas personales, lo siento pero es que no me gusta hablar de mi vida personal.- dije a punto de llorar.
-Lo siento mucho, espero que se hayan arreglado estos problemas.- dijo apenado.
-No del todo pero estoy aquí por trabajo.- dije triste.
-Sí, disculpe.- se disculpó. -El trabajo es exactamente el mismo que en Nueva York, sólo que yo soy un poco exigente.- dijo serio.
-Lo entiendo, Marco también es así, aunque conmigo después de tanto tiempo nos hicimos amigos pero yo siempre cumplo con mi trabajo.- dije.
-Muy bien entonces empecemos, tiene que revisar estos informes y archivarlos.- me ordenó dándome un pila de papeles. -Su despacho es este, esa puerta comunica con las dos oficinas y ya sabe, si tiene problemas avíseme, estaré encantado de ayudarla.- me dijo acompañándome hacia mi nuevo despacho por una puerta lateral. Empecé a trabajar. A la hora del almuerzo apareció el señor Blake por la puerta lateral y me saludó.
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Una segunda oportunidad para el amor (CORREGIDO)
RomanceChelsea pierde al amor de su vida ¿Superará su pérdida o volverá a encontrar el amor?