Una segunda oportunidad para el amor (CORREGIDO)

Capítulo 8 - El beso

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Estuve una semana ingresada en el hospital junto con mis amigos, y Alex. Después estuve dos meses en casa recuperándome de las heridas y volví al trabajo como asistente personal de Alex. Con la herencia de Carlo, me compré un penthouse al lado del de Marco y con la empresa lo dejé en pausa, aún no había decidido que hacer con ella. Entré en la compañía y me encontré a Lily en recepción, se levantó de la silla y corrió abrazarme.

-Chelsea, me alegro que estés de vuelta.- dijo Lily abrazándome feliz.

-Y a mí de volver.- le dije respondiendo su abrazo y sonriendo.

Me dirigí al ascensor y me dirigí hasta la última planta, saludé a todos los compañeros y me dirigí a mi despacho, me puse al día con el papeleo. Horas después, preparé la sala de reuniones para la reunión de la junta directiva. Minutos después empezaron a llegar todos los directivos de la empresa, y por último Alex.

Dos horas después, la reunión terminó y todos salieron a sus respectivas oficinas dejándome sola recogiendo la sala. Después salí de allí y me dirigí a la sala de archivos para archivar algunos documentos en sus archivadores pertenecientes. Encendí la luz y empecé a archivar los documentos. De repente la puerta se cerró de golpe y se apagó la luz dejándome a oscuras.

Me asusté, intenté encender la luz pero no se encendía, me dirigí hacia la puerta pero estaba atrancada, parecía estar cerrada con llave. Empecé a dar golpes y a gritar asustada.

-¡QUÉ ALGUIEN ME SAQUE DE AQUÍ!- grité asustada.

De repente, una mano me cogió de la muñeca y me giró, noté unos labios sobre los míos, sentí una corriente por todo mi cuerpo y mis piernas empezaron a temblar, crucé mis brazos al cuello del desconocido y profundicé el beso, entonces la puerta se abrió y salí corriendo hacia el baño. Estaba temblando, parecía que no tenía fuerzas en mis piernas, entré en el baño y me refresqué para tranquilizarme.

-¿Qué acaba de pasar? ¿Quién me ha besado?- murmuré bajo y acariciando mis labios con mis dedos. Me miré en el espejo unos instantes sin darme cuenta de qué Lily estaba detrás de mí.

-Hola Chels.- dijo Lily. -Chelsea.- dijo Lily pasando su mano izquierda delante de mi cara y haciéndome salir del trance.

-¡Oh, hola, no te había visto!- dije saliendo del trance.

-Ya lo he visto.- dijo Lily. -¿Te encuentras bien?- preguntó preocupada.

-No lo... sé, me acaba de pasar algo.- dije nerviosa.

-¿Qué te ha pasado?- preguntó Lily curiosa.

-Estaba en...- empecé a decir pero apareció la gerente de compras de la compañía. -Te lo cuento en la comida.- le susurré al oído de Lilly. Lily asintió y salimos del baño, nos dirigimos a nuestros puestos de trabajo.

Pasaron las horas y no había vuelto a ver a Alex en toda la mañana, era extraño ya que pasaba dos o tres veces a ver cómo me iba, recogí mis cosas y me dirigí hacia el ascensor. Me subí y me encontré de nuevo con la gerente de compras.

-¿Por qué sigues trabajando si tienes el dinero de tu novio muerto?- preguntó la gerente con desprecio.

-¿Disculpe? No tengo porqué darle explicaciones de lo que haga o no con mi vida personal.- le dije enfadada.

-Eso ya lo veremos, la señora Vitale no descansará hasta tener su dinero.- dijo la gerente.

-Entonces dígale a la señora Vitale que no lo tendrá, el dinero está a buen recaudo.- le dije sin mirarla a los ojos. -Sé muchas cosas de ella que seguro que no quiere que salga a la luz.- le dije girándome y mirándola a los ojos. Salí del ascensor y me dirigí al mostrador de recepción para buscar a Lily, allí estaba Jack coqueteando con ella.