卍«𝙿𝚊𝚛𝚊𝚍𝚘𝚡»→ ⌜ᴛᴏᴋʏᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ-ᴍɪᴋᴇʏ ⌟

ᴜɢʟʏ

Ugly: Al igual que ella, quiero ser bonita. No me mientas a la cara diciéndome que soy bonita
‒CL, 2NE1

- ¡Sólo bromeaba! - rió dejándolos a todos menos al alto anonadados - Takemicchi, idiota.

El anterior nombrado no entendía lo que estaba pasando, se había quedado paralizado sin saber cómo reaccionar. Vio a su nuevo amigo caminar hacia la salida para luego mirarle sonriendo.

- Nunca le pondría una mano encima a una chica - comentó todavía con esa sonrisa.

El más alto rodea el cuello de Takemichi para bromear con él. El chico todavía estaba paralizado. Ambas chicas se situaron al lado del chico mirando a los otros dos chicos.

- Takemichi-kun, quiero una explicación - habla en voz baja su novia.

Ambas chicas se acercaron a los dos chicos para hacer una reverencia a modo de disculpa a ellos. Tachibana se inclinó mucho más que Minami.

- ¡Lo siento mucho!- exclamó la más baja de las chicas. - Debimos haber malentendido algo.

- No te preocupes, está bien - se soba la mejilla - eres fuerte, todavía me duele un poco.

- ¡Lo siento de verdad! - exclamó de nuevo la chica.

De mientras, por otro lado estaban el alto y la pelinegra. La chica le dio una sincera y seria disculpa por la amenaza y la llave que le había hecho.

- Creo que sois las primeras chicas que nos atacáis así a Mikey y a mí - se rasca la nuca riendo leve. - Eres bastante fuerte.

- Yo no tengo fuerza - contestó la chica mirando a Hina y al chico de la melena. El alto le miró sin entender. - He juntado la poca fuerza que tengo junto a una llave.

Se quedaron un momento en silencio. El alto pensó en el ataque de la chica, era una llave fácil pero efectiva, prácticamente no hay forma de moverse si te la hacen. Giró su cuerpo a la chica.

- ¿Te apetecería unirte a la pandilla? Pienso que serías de gran ayuda - la chica le miró.

- Estoy muy ocupada con otras cosas - se gira hacia él. - me gustaría unirme pero, por mala suerte, la reputación de mi familia es muy importante.

- ¿Quién eres? -pregunta con delicadeza.

- Minami Yuna - contestó extendiendo su mano para estrecharla con el chico.

Se quedó paralizado al escucharla. su familia encima de rica también era conocida por el talento. El padre era un director político claramente conocido por su talento con su hablar, la madre era una gran cocinera y una talentosa violinista. Mientras que los hijos eran buenos en prácticamente en todo, se decía que nadie podía superarles en nada. ¿Qué hace una chica nacida en cuna de oro en una escuela pública?

- Pero, Minami Yuna... 

- Hija del político, sí - interrumpió la chica con cara seria.

- Pero... - vuelve a ser interrumpido.

- Me voy a clase - camina hacia el edificio. - Vámonos, Hina-san

Camina hacia el edificio tirando de la chica para que la siguiera. Los chicos se quedaron allí un momento viendo cómo se iban. Cuando ya estaban suficientemente alejadas, ellos comenzaron a hablar.

- La chica del pelo negro es guapa - comenta el bromista.

- Le he invitado a que entre en la pandilla, pero es imposible - comenta el alto.

- ¿Imposible? - pregunta sin entender.

- Es la hija del Minami - contesta el alto.

- La hija del político - termina de decir Takemichi.

- Nada es imposible - mira al amigo de la chica. - Confío en ti para convencerla, Takemicchi - le sonríe.

Se quedó paralizado sin saber cómo contestar. Estaba blanco recordando una vez que intentó convencer a la chica de algo que no quería hacer, spoiler: acabó con un diente partido.

- ¿Estás bien, Takemicchi? - preguntó el alto.

- N-no creo que sea una buena idea - habló él.

- Pero hay que intentarlo - contestó subiéndose en su bicicleta.

Yuna salía de clases de piano. Se paró al final de la calle mirando su teléfono. Un número desconocido le había llamado varias veces, decidió no volver a llamar, no quería hablar con vendedores a esas horas, ya estaba cansada.

- Hey, Neftis - dijo una voz frente a ella. - Te estado llamado pero no me contestabas las llamadas - se acerca a la chica la cual estaba guardando su móvil.

- Te has equivocado, yo no soy Nef... - ve al chico rubio y al alto detrás de él. - ¿Qué pasa ahora?

- Quería que nos acompañases - sonríe.

- Lo siento, primero que no os conozco segundo que tengo que irme - se pone bien su mochila y camina.

El de la melena le agarra de la muñeca.

- Por favor, luego te acerco yo a ti casa, me aseguraré de que vuelvas sana y salva - se pone la mano en el pecho a modo de juramento.

La chica suspira y se acerca al chico.

- Si no llego antes de las 12, te denuncio por intento de secuestro - amenaza la chica.

- ¡Trato hecho! - acepta el chico.

Le da un casco a la chica y se sube. Yuna se pone el casco y se sube detrás abrazando al chico por la cintura. Une sus manos sobre la barriga y se aferra al chico. No era la primera vez que montaba en moto, pero sí era la primera vez que alguien la llevaba.

- Vamos ya - ordena la chica de forma algo arrogante.