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Hold up, I'm a freak
I'm a big paradox
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➙ Manjiro Sano x reader
➙Historia heterosexual
➙ Mikey x OC
➙Sacado del anime Tokyo Revengers
➙Portada: @jinbettafish
✘𝓛𝓲𝓫𝓻𝓸 𝓭𝓮 𝓪𝓬𝓬𝓲ó𝓷
Fever: Aunque se convierta en cenizas, las llamas florecen como una fiebre. Quiero sufrir por ti. ‒Heeseung y Sunghoon, Enhypen
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Suspiró y echó otra chinilla a la ventana. Si no se equivocaba, Hinata le había dicho que esa era la ventana de la chica. Maldecía en voz baja mientras tiraba una más. Al fin la ventana se abrió, era la chica aunque tenía un mal aspecto. Lo miró seriamente y el chico pensó que ya era su perdición.
- Dame un momento, ya bajo - hablo con una voz extraña.
Tardó varios minutos hasta abrir la puerta del jardín que daba a uno de los laterales de la casa. La chica iba con una bata de casa a pesar de la temperatura, Mikey se acercó rápidamente a ella.
- ¿Te encuentras mejor? - preguntó.
- Tú fuiste quien estuvo despierto toda la noche esperando a Draken, ¿cómo estás tú? - preguntó esta vez la chica evitando la pregunta del chico.
- Estoy bien, gracia por preguntar - dijo sintiéndose algo mal. - Lo siento por haberte hecho esperar ayer, se me olvidó.
Ella asintió y caminó a su jardín.
- Ven, hablemos - ordenó la chica obligando al chico a seguirla. - Cierra la puerta ahora cuando entres.
Caminó hacia un pequeño banco blanco que había y se sentó. Mikey se sentó a su lado bastante tenso.
- Mikey - el chico se giró - relájate, no estoy enfadada ni nada.
- Menos mal - dijo en un suspiro. - 2 problemas solucionados.
Se acomodó echando su espalda hacia atrás. La miró sonriendo haciendo que a la chica se le arregle su corazón roto.
- ¿Ya ha despertado Draken? - preguntó ella mirándole.
- No, todavía no, pero ya está fuera de peligro -la miró sonriendo - así que quise venir a hablar contigo.
La chica asiente sin sonreír. Luego mira al frente suspirando de alivio.
- Menos mal - murmuró Yuna.
- ¿Te alegras? - pregunta el chico mirándola detenidamente.
- Me alegro de que esté fuera de peligro - contesta la chica para luego girarse a verle.
- Entonces, ¿por qué no sonríes? - pregunta frunciendo el ceño extrañado.
- Sonreír no es lo mío - dijo tranquila.
- ¿A la gente se le puede dar mal sonreír? - preguntó extrañado y sin creerlo.
- Simplemente no me gusta mi sonrisa - murmuró sin mirarle mientras se rascaba la nuca.
