卍«𝙿𝚊𝚛𝚊𝚍𝚘𝚡»→ ⌜ᴛᴏᴋʏᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ-ᴍɪᴋᴇʏ ⌟

ʙᴇɢɢɪɴ'

Beggin': Estoy de rodillas mientras suplico porque no quiero perderte
‒Damiano David, Maneskin

Luego de un rato, llegan a un sitio lleno de motoristas con pinta de querer matar a alguien. Sin saber que era allí adónde iban, la chica se aferró al chico provocando un leve sonrojo seguido por una leve sonrisa de parte del chico. No sabía el por qué pero le gustaba la sensación.

Se detuvieron por el centro de aquel grupo de motoristas que murmuraban y hablaban, no parecía que se hubieran dado cuenta de la chica. Se quitó el casco y movió un poco la cabeza para que su pelo tuviera algo de volumen luego de ponerse el casco. Miró a Mikey y pero él se había quedado quieto.

- Hey, Mikey - le llamó la atención un chico de pelo blanco y muy corto. Takemichi iba detrás de él.

- Oi, Takemicchi - le sonríe. - La he convencido, me debes un dorayaki

El alto se acercó al chico para hablar con ella. De mientras, la otra chica miraba al de la melena preguntándose cuándo se presentaría. Ella ya sabía el nombre del chico, pero veía grosero hablar con alguien por su supuesto nombre si ni siquiera está segura de que lo sea.

Carraspea para llamar su atención, cosa que había conseguido.

- ¿Te presentarás? - pregunta la chica levantando una ceja.

- Ostia, que malos mis modales, perdóname, Neftis - contesta el chico llevándose una mano a la frente. - Soy Sano Manjiro, pero llámame Mikey.

- Está bien, Manjiro, es un placer - contesta la chica extendiendo su mano.

- Te he dicho que me llames Mikey - protesta el chico.

- Tú igual me llamas Neftis sin saber si me gusta o no - responde la chica con arrogancia.

- ¿Cómo quieres que te llame? 

-Me llamo Yuna, llámame por mi nombre.

Se quedan unos segundos mirándose entre sí. La chica miraba a los demás motoristas. Entonces se escuchó un grito entre la multitud. Yuna buscó con la mirada al proveniente de la voz hasta que sintió que alguien le tiraba del brazo, Mikey.

- ¡Vamos! Ya va a comenzar - le dijo a la chica la cual iba con cuidado de no chocarse con nadie.

Ella seguía sin entender qué hacía allí. Eran apenas las 11 de la noche y sentía un gran terror dentro de ella. sentía que esa noche no llegaba a casa. Tenía miedo de que le hicieran algo aunque intentaba parecer que no le importaba. Pensaba que si alguien le intentaba hacer algo, ni Hinata ni Takemichi la defenderían como ella haría por ellos.

Los motoristas formaron un pasillo e hicieron una reverencia. Manjiro y su amigo junto a Takemichi caminaron por ahí. Al darse cuenta de ello, Yuna caminó un poco más rápido hasta llegar a ellos.

Se escuchaban murmullos y algunos gritos. los murmullos eran sobre los dos acompañantes del jefe mientras que los gritos eran alabando a este último. El chico de la melena subió unas escaleras y la chica se quedó ahí abajo para escuchar lo que pasaba.

Ni Yuna ni Takemichi entendían nada, el chico del pelo blanco se acercó a ellos.

- Mobius es una pandilla dos generaciones mayor que la nuestra - informó.

- ¿Por qué habrá una pelea? - se atrevió a preguntar ella.

Antes de que el chico pudiera contestar, otro chico bastante grande empujó a Takemichi y los miró con desagrado a los dos. Minami pensó que ese era su final.

- ¿Qué pasa, canija?¿Acaso no estás de acuerdo? -pregunta el chico con una cara de psicópata que asustó a la chica.

- ¿Arruinarás la pelea cómo tu amigo arruinó las peleas clandestinas? -preguntó un chico más regordete que también estaba poniendo cara de psicópata.

- Ya basta, Pa - se interpuso el peliblanco - no asustes a la invitada del jefe - advirtió. - Además, lo que pasó con Kiyomasa fue sólo un mal uso del nombre de Touman para ganar dinero.

Comenzaron una pelea entre los 3. La chica ayudó a Takemichi a levantarse mientras se peleaban a voz en grito por lo que pasó hasta que el alto les dio un aviso.

- ¡Perdón, Draken! - se disculpó Pa.

Volvieron a prestar atención hasta que el chico alto habló.

- Disculpad a Pachin, está al límite en estos momentos - comentó.

- El líder de Mobius, "Osanai", tuvo una estúpida pelea con el mejor amigo de Pa - informó el peliblanco. - Y los miembros de la pandilla fueron contra el amigo de Pa; violaron a su novia; ahorcaron a su familia y le robó el dinero.

- Dios - exclamó la chica tapándose la boca. - Eso es horrible.

- Luego, vinieron a pedir consejo - terminó de contar.

- Contad conmigo para la pelea - informó la chica.

Su amigo se quedó paralizado. ¿Cómo que cuenten con ella? Se supone que ella no fue y todo fue a peor. Bueno, si era así, sería más fácil convencerla para que acudiera a la pelea, ¿no?

Tras la reunión, el grupo se disolvió. Yuna miró la hora, quedaban un cuarto de hora para las 12. Mikey se acercó a ella y tiró de su brazo para llevarla hasta la moto. Le dio el casco con una sonrisa.

- He escuchado que tú también quieres ir a la pelea. - Se sube en la moto y la chica le sigue.

- Sí - habló seria la chica. - Vosotros no hacéis cosas como esa, ¿no?

- Como te dije cuando nos conocimos, nunca le pondría la mano encima a un chica - contesta arrancando la moto. - Y mucho menos podría dejar que alguien de Touman lo hiciera.

 La chica se aferra al chico para rodear su cintura con las manos para no caerse. Mientras el otro manejaba la moto, ella cerró los ojos para respirar tranquilamente antes de llegar a su casa. Abrió los ojos al escuchar al chico decir algo.

- ¿ Dónde vives? - preguntó el chico.

- En el barrio de los ricos - contestó - déjame por el centro del barrio y ya llego yo a mi casa.

- Está bien, Neftis - contestó el chico con una sonrisilla.

Al rato llegaron, la chica se bajó y se quitó el casco sacudiendo su pelo para que se despegara entre sí. Le dió el casco al chico.

- Hasta otra, Manjiro-senpai - hizo una leve reverencia y caminó alejándose de él.