BESOS INDECENTES

PRÓLOGO

Zee se encontraba en la habitación de Saint, estaban jugando con sus móviles

La madre de Saint fue a su habitación a llamarlos, tenían que ir a la fiesta de Janis la prima del castaño.

Janis era 2 año menor que Saint y 3 años menor que Zee, cumplía 11.

—Chicos, ordenen la habitación .—Dijo Nuk, su madre.

Saint miró al pelinegro.

—Vamos Zee.—Dijo y empezó a ordenar.

—No me gusta ordenar y mucho menos limipiar, ¿sabías?

—Claro que lo sé, pero tú querías que te leyera esos libros así que me ayudas.

Zee bufó y guardó su móvil.

—¿Qué le vas a regalar a Janis?—Preguntó Saint.

—Ella quería que le diera un beso, pero le voy a regalar un unicornio de peluche.

El castaño hizo una mueca con la boca y puso los ojos en blanco cuando escuchó lo del beso. Niñata.

—¿Y tú?—Le preguntó Zee.

—Ehm... Un collar con su inicial, mamá dijo que le gustaría.

Ambos chicos terminaron de ordenar y bajaron.

Saint y Zee caminaron al coche junto con sus padres, se sentaron atrás y los dos hombres mayores adelante.

Las madres se fueron en otro coche, era mejor que se fueran juntas, así poder hablar de todo lo que se les ocurría.

Las tres mujeres eran amigas desde la Universidad, aunque Nuk y Mei (Madre de Janis) eran hermanas.

Los dos pre-adolescentes estaban con sus móviles, Uno viendo fotos de chicas y el otro leyendo.

—Mira esta.—Zee le enseñó la foto.

—No está mal.—Sonrió Saint.

—¿Que? ¿Hablan de chicas?—William, el padre de Zee, les sonreía de forma pícara mirándolos por el retrovisor, ya que iba conduciendo.

—Papá.—Zee pronunció en forma de molestia.

—Yo a su edad únicamente pensaba en jugar, pero está bien que piensen en eso ahora.—Les dio la razón.

—¿Les gusta alguien?—Preguntó Matthew, el padre de Saint.

—A mí no.—Respondió Saint sin apartar la vista de su móvil.

—A mí varias.—Dijo a la vez Zee.

Ambos chicos se miraron impresionados.

Los padres de ambos se rieron.

Los chicos se dieron cuenta que nunca se habían preguntado si les gusta alguien, solo mencionaban a las chicas pero...

¿Porqué nunca se lo habían preguntado?

Saint fue el primero que quitó la vista haciendo una mueca con la boca.
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Así empieza la siguiente historia... Espero que les guste, actualizaré cada dia.