○ Cap. No. 31 ○

385 58 9
                                    

Cuando Saint se despertó, sintió frío. Quiso abrazar al pelinegro, pero no estaba.

Se levantó estaba confundido, ¿ a donde estaba Zee?

—¿Zee?

Se sentó llamando a Zee.

Al mirar alrededor vio una hoja.

La tomo y empezó a leerla.

"Bueno, esto es algo muy anticuado, una carta, já. La escribo porque te voy a bloquear en mi móvil y de todas las redes. Necesito tiempo, ayer estaba dispuesto a todo con tal de que me dejaras explicarte, pero en vez de eso, tuvimos sexo, ¿Por qué siempre acabamos así? ¿Solo el sexo nos une o qué? Tal vez tú crees que está bien hacer lo que hacemos, y posiblemente no te importe, pero a mi si. Llevamos años haciéndolo desde la adolencia solo e estado contigo, besándome contigo, no he vivido literalmente, no he experimentado, no e estado con nadie más. Tú si, has tenido muchísimas novias. No quiero que te enfades, por favor, entiéndeme.

No pasó nada con Joss, solo nos besamos. ¿Pero te das cuenta? No fui capaz de hacerlo con otra persona, estoy tan acostumbrado a ti... A tu cuerpo, a tus besos...

Por eso necesito tiempo, tengo que intentar vivir sin ti, aunque solo de pensarlo me falta el aire y me duele el pecho.

Respeta mi decisión...

Zee."

Los ojos del castaño se llenaron de lágrimas.

Él quería hablar con Zee, y ¿ahora sucede esto? Que haría.

Saint llamó a Megan.

—Tenemos que hablar.
.
.
.
.
.
.

🍂🍁🍂🍁🍂🍁🍂🍁🍂

😭😭😭😭

BESOS INDECENTES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora