○ Cap. No. 35 ○

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Saint no comprendía nada.

—He estado así durante varios días. No sé qué ocurre.—Le confesó a su madre.

Nuk frunció el ceño.

—Saint... cariño. La madre de Zee me dijo que él y tú estaban juntos .

Saint la miró.

—¿Q-Qué?—Se sonrojó.

—Eso no es cierto. No estamos juntos... —Fue bajando la voz al recordar que Zee lo había dejado.

—El otro día fue a visitarlos y los miro... Algo comprometedores....

—Uh...—Saint apartó la mirada.

—¿Cariño se protegieron?, ¿siempre usaban preservativo?

Saint se levantó de la silla.

—¡Mamá...!

—¡Hijo! ¡Puede que estés embarazado!

—Eso no... es posi...

—Recuerdos de esa noche,  se le vinieron a la mente haciéndolo callar.—Mierda...

—Vamos a hacerte pruebas.

Nuk fue a comprar varias pruebas de embarazo.

Saint las usó todas. Las manos del castaño temblaban y sus ojos se le empezaban a humedecer.

—Positivo. Las 5 pruebas eran positivas.

Nuk lo abrazó con ternura,  mientras Saint lloraba.

—Hey... Cariño todo estará bien, Zee es un buen chico, obviamente querrá tenerlo.

Saint lloró más.

Zee no estaba.

No estaba con él.

Zee lo había dejado.

Estaba solo.

Con una vida en su vientre.

Con un bebé suyo y de Zee.

Saint dejo el apartamento donde vivía con Zee. Regreso a vivir con su mamá.

........

—Me voy.—Zee se acercó a la puerta.

—¿A donde?

—Voy a correr.

Joss no estaba tan seguro, pero decidió confiar en él.

Zee corrió tanto que no se había percatado que había llegado al edificio donde estaba su apartamento.

Los pies le picaban por ir, solo queria ver. Eran las 9 am aun era temprano. Posiblemente Saint estaría durmiendo, era muy perezoso para levantarse temprano.

Entró al edificio, el buzón estaba lleno. Al parecer no había sido recogido por bastante tiempo.

Subió el ascensor. Aún tenía las llaves, abrió despacio.

El apartamento estaba en silencio, vacío y frío.

Había algo de polvo, fue a mirar en la habitación. No había nadie. La ropa del castaño no estaba complemente, había alguna que otra prenda, pero no toda.

Zee sospechaba que el castaño también se había ido.

Era gracioso. Sarcástico. Y triste.

No importaba, había decidido dejarlo atrás.

Deseaba que cuando lo volviera a ver, no poder sentir dolor. Verlo y estar como al principio, como amigos.

¿Pero qué se hace en estos casos cuando amabas tanto y ese amor te hacía daño?

Quería una respuesta.
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En el amor se gana o se pierde...

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