○ Cap. No. 3 ○

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—Veo que te encanta este lugar, aún que, la verdad, la tía tiene un bonito baño. —Saint miró alrededor.

—Saint. —Llamó.

Saint miró a Zee y levantó las cejas a modo de que siga con lo que le quiere decir.

—Sobre el beso...-

—Bueno, fue un piquito, no te explotes la cabeza con eso, fue irrelevante.

—¿¡Para ti todo es irrelevante!?

Saint se sobresaltó al oír a su mejor amigo gritarle.

—Um... N-no es eso. Es que... Solo fue un roce de labios, tampoco fu-

—¡Fue mi primer beso! —Gritó Zee.

—¡El mío también! —Saint se sonrojó.

—Un amigo me dijo que el primer beso es cuando metes lengua. —Susurró Zee mirando por la ventana del baño.

—Ah... —Dijo simplemente Saint.

Ambos se quedaron en silencio, no sabían que decirse, en serio, hoy fue un día de lo más extraño.

—¿P-por qué... um... ya que técnicamente nos hemos dado nuestro primer beso... por qué no lo haaa... hacemos bien?

—Titubeó Saint.

Zee lo miró sorprendido.

—¿Enserio? ¿Quieres...?

—Bueno...creo que debemos hacerlo bien.

—Somos dos chicos.

Saint abrió los ojos sorprendido.

—Ti… tienes razón... No sé en que estaba pensando. Seria extraño.

Zee lo miró, el castaño se veía tan adorable, luego miró sus labios, era tan bonitos, no gordos ni finos, entre medios, normales, y muy rosaditos.

Zee lo tomó de las mejillas.

Saint lo miró respirando pesadamente.

Zee tragó saliva.

Bien.

Zee se fue acercando a los labios del castaño. Saint puso una mano en las de Zee y este se detuvo.

Cuando sintió la mano sobre la suya, sintió un sentimiento diferente, luego siguió acercándose.

Saint cerró los ojos y Zee lo imitó.

Sus labios se rozaron, Saint unió más sus labios, quedando juntos, Zee abrió la boca y Saint hizo exactamente lo mismo.

No sabían besar, pero hicieron cosas por instinto. El pelinegro pasó la lengua por los labios del castaño y los saboreó.

Zee se estaba muriendo, literalmente, esos labios estaban dulces, luego introdujo su lengua en la boca contraria.

Saint jadeó y abrió los ojos por la sorpresa de la intromisión de la lengua de Zee.

Miró a Zee, aún tenia los ojos cerrados, sus pestañas largas, y esas cejas, amaba las cejas de Zee.

Saint intentó también meter su lengua, haciendo sonreír a Zee.

No es que quisieran alejarse, pero el aire comenzaba a faltar, así que se separaron.

Zee apoyó su frente en la del castaño y ambos sonrieron respirando con dificultad.

"No es gran cosa, tampoco hay que estar así"

El recuerdo de lo que su padre le dijo, se le vino a la mente, y como él respondía "tienes razón".

El problema es que ninguno tenía razón. Sí es una gran cosa besar esos labios…
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Su primer beso, recuerden que Saint tiene 13 años y Zee tiene 14 años... Son unos peques experimentando.

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