○ Cap. No. 14 ○

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El castaño no sabía ni porqué estaba ahí, enfrente a la casa de su... mejor amigo. Tampoco sabía por qué había dudado al pensar "mejor amigo".

Los mejores amigos no hacen estas cosas, ¿no? Bueno, lo hacen los "mejores amigos con derecho a roce" pero... Argh, en la cabeza del castaño todo estaba confuso que ni él mismo se entendía.

Decidió entrar a la casa, saludar a Amy, subir las escaleras, entrar a la habitación de Zee y que pasé lo que tenga que pasar.

Antes de girar el pomo de la puerta, lo volvió a pensar.

¿Qué cosas harían esta vez? Ya habían tenido sexo, besos... ¿qué podía faltar?

No tenía respuesta a esa pregunta, es más no podia ni pensar, cuando la puerta frente a él se abrió, mostrando a Zee.

—Hola.—Saint saludo.

—Hey, iba a bajar un momento por jugo... ¿Me acompañas o entras y me esperas?

Saint no puedo evitar ver a Zee, estaba con una camisa azul oscura, unos Jeans ajustados y unas zapatillas del mismo color que su camisa.

—¿Y bien?—Zee insistió a que respondiera a la pregunta.

Incluso le daba igual que Zee no hubiera terminado la pregunta "¿Y bien?". Saint estaba muy concentrado viendolo detalladamente, sus ojos, sus cejas, el pendiente en su oreja y sus labios, tan apetecibles.

Ah... Maldición.

Saint se le tiro encima y lo empezó a besar, Zee siguió el beso, cerró la puerta mientras caminaba a su cama. Zee cayó de espaldas con Saint encima.

Las manos del castaño tocaban el pecho de Zee mientras lo besaba. Saint quería desnudarlo.

—Vengo a que me enseñes las cosas que faltan.

Zee lo miró jadeando y asintió sin decir nada.

Era claro que no se negaría.
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Saint, tenías que caer...

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