○ Cap. No. 52 ○

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Zee estaba recostado al lado los pequeños, les hacía mimos.

Saint se encontraba haciendo limpieza general.- de repente bajo al sótano con la excusa que iba a limpiar.

Desde que se mudaron Saint había tenido curiosidad de unas cajas que decían "PRIVADO" Las cuales su esposo había guardado en el sótano de la casa.

El castaño abrió una de las cajas, llevándose la sorpresa que en ella había ropa de mujer.

Recuerdos de años atrás llegaron a su mente. Zee había comprado esa ropa de mujer, él le había preguntado el porque, pero el castaño no obtuvo respuesta. Hoy es un buen día para obtener respuesta. Murmuro Saint.

-¿Amor?

-Dime.

Saint subió las gradas con las prendas en sus manos y observó al pelinegro.

-¿Y esto? Dijo.

Zee levantó la mirada de sus hijos.

Sabía que Saint no estaba celoso, cualquier pensaría que tenía una amante y guardaba su ropa, los dos sabían que Zee no era de ese tipo de chico y Saint era más que consciente sobre eso. Simplemente el castaño tenía curiosidad.

-Bueno, digamos que... el pelinegro se sonrojo.

-¿Mmm?-Saint esperaba expectante.

-¿Te acuerdas la época donde "experimentábamos"?

Saint sonrió, que tiempos.

-Ajá.

-Bueno... Yo quería ve... -Fue bajando el tono de su voz.

-¿Qué? No te escuché.

Saint miraba como el pelinegro se ponía nervioso.

Zee suspiró cargo a los bebes y los abrazó con fuerza, para tener valentía.

-Quería que te la pusieras. Deseaba verte con esa ropa, que lucieras tu cuerpo, mientras yo te hacía mío.

Saint se sorprendió, el pelinegro no lo miraba, tenía la vista en sus bebés.

-Eres un pervertido.-Saint gruño.

Zee bufó.

-¿Y por qué sigues la conservando?

Zee no respondió

-No me digas que sigues queriendo que me ponga esto.

Zee solo desviaba la mirada y no respondía. Saint estalló en una carcajada. El estado de Zee le causaba gracia.

-¡En serio eres un pervertido! Le gritó.

Zee hundió su rostro en medio de sus bebés, queriendo morirse de vergüenza.

-Tranquilo amor, así te amo.

Cariño cuida a los peques tengo que salir.- El pelinegro solo asintió, aún se sentía avergonzado.

Saint dejo su intento de hacer limpieza general por un lado.- Se alistó y se puso en marcha.

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