Capítulo 12: Guardando secretos

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La euforia de la casa de Gryffindor por la victoria frente a Slytherin duró los tres primeros días de la semana siguiente. James y Sirius reaccionaron lanzando discos voladores con colmillos a cada estudiante de Slytherin que veían, lo que les ocasionó varios castigos. Marlene encontraba esas bromas muy divertidas, igual que Mary, pero Lily se enojaba mucho cada vez que veía un disco surcar el aire. Arista prefería no opinar, lo que molestaba tanto a unas como a otras.

El viernes, a la hora de la cena, las cuatro chicas se sentaron relativamente cerca de los Merodeadores, porque Lily quería escuchar lo que decían. Se encontraba preocupada porque Remus había estado más bajo de ánimo esa semana, aunque había seguido manteniendo un buen nivel durante las clases y no había afectado a sus tareas de prefecto.

-¿Comienza mañana la semana de este mes?-oyó Lily que preguntaba Peter. Sirius, que se sentaba al lado de este, dio un codazo a Peter y señaló con la cabeza a Lily, que los miraba fijamente.

-Sí, mi madre vuelve a estar mala otra vez.-dijo Lupin, en voz lo suficientemente alta para que lo oyeran sus compañeras.

Lily desvió la mirada, avergonzada de sí misma. No era típico en ella andar husmeando a sus compañeros, por mucha aversión que sintiese hacia Potter y Black. Estaba ocupada con esos pensamientos que no se dio cuenta que el correo matutino había llegado hasta que un cárabo se posó delante de ella. Ella cogió el periódico del pico del animal y depositó tres knuts en la bolsita de piel que llevaba atada a la pata. Cuando alisó El Profeta, palideció.

-¿Qué ha ocurrido?-preguntó Arista, viendo la angustia en el rostro de su amiga.

Por toda respuesta, Lily le pasó el periódico. En la portada aparecía un hombre de aspecto feroz, con abundante vello corporal, largas patillas, uñas largas y una sonrisa siniestra. El titular que encabezaba la noticia rezaba "Hombre lobo avistado en las inmediaciones de Hogsmeade". Arista abrió el periódico y leyó la noticia.

-Es ese maldito Fenrir Greyback. Sin duda estará esperando a la luna llena de mañana para salir a morder a algún pequeño.

Sin saber por qué, Lily miró de soslayo hacia la zona de la mesa donde estaban sentados los Merodeadores, y vió que Remus había endurecido el semblante. También observó que Potter le tomaba el brazo para... ¿apoyarle? Entonces Lily abrió mucho los ojos y se dedicó a terminar rápidamente el desayuno.

-¿Pasa algo, Lils?-preguntó Marlene.

-Tengo que ir a la biblioteca.-respondió ella.

Y, sin más explicaciones, cogió sus cosas y salió del Gran Comedor. Pero al salir del Gran Comedor no se dirigió a la biblioteca, sino que esperó detrás de una armadura, la cual giró su yelmo para verla, y Lily se llevó un dedo a los labios para pedir silencio. Pasados unos minutos, James, Sirius, Remus y Peter salieron del Gran Comedor hablando animadamente. Lily puso los ojos en blanco. "Estarán tramando algo" se dijo. Cuando el grupo se acercó a la armadura, Lily salió de su escondite.

-¡Hola, Evans!-dijo James, y se revolvió el pelo, pero Lily no le hizo caso.

-¡Por las barbas de Merlín, Evans!-dijo Sirius, de forma teatral.-¡Casi me da un infarto!

-Qué pena que no fuera de verdad.-dijo ella, sarcásticamente. James y Peter rieron, y a Sirius se le escapó una sonrisa. Pero Lily no se fijaba en ellos. -¿Podemos hablar, Rem?-dijo la pelirroja.

-Claro, Lils.-afirmó Lupin, y se apartó de sus amigos.

-Nos vemos en Encantamientos, Remus.-dijeron James, Sirius y Peter, y los tres amigos se dirigieron escaleras arriba.

-Tengo una duda del trabajo de Pociones.-dijo Lily.

-¿Tú, la pequeña reina de las Pociones del profesor Slughorn, me pides ayuda?-bromeó Lupin. Lily sonrió y asintió.

Amato animo animato animagus |Lily y los Merodeadores. Año Quinto|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora