Capítulo 3: Entre bromistas anda el juego

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-¡Under, Jacob!-llamó la profesora McGonagall.

Un chico castaño, de aspecto larguirucho y una nariz aguileña subió a la plataforma y se sentó sobre el taburete. La profesora McGonagall colocó el Sombrero Seleccionador encima del muchacho. Tras unos segundos de silencio, la rasgadura del Sombrero se abrió.

-¡Gryffindor!-exclamó para la audiencia del Gran Comedor.

De la mesa de Gryffindor salieron aplausos y vítores mientras el joven Under se levantaba del taburete y se iba a sentar a la mesa más alejada de la entrada del gran comedor, la mesa de la casa del león, donde los nuevos Gryffindor dejaron sitio al último seleccionado para la casa. Jacob se sorprendió tanto cuando un fantasma se elevó sobre la mesa y tiró de su cabeza hacia un lado para saludarlo que no calculó bien y cayó al ir a sentarse. De la mesa de Slytherin llegó alguna risa.

Un joven con gafas, pelo negro alborotado y ojos marrones se acercó para ayudar al joven de primer año.

-¿Estás bien?-dijo James. Under asintió, avergonzado.

-Nick, ten cuidado con los de primer año. Siempre hay alguno que se sorprende cuando haces eso.-dijo otro chico moreno de gran elegancia y atractivo.

El fantasma de la torre de Gryffindor, Nick Casi Decapitado hizo una reverencia a James y Sirius como saludo.

-¿Todo bien, Sir Nicholas?-preguntó James.

-Pues no.-respondió este en un tono de enojo.-Ya es la quinquagésima vez que rechazan mi solicitud para ingresar en el Club de Cazadores sin Cabeza. Se ve que haber recibido cincuenta hachazos no es estar suficiente decapitado para sir Podmore.

-Ten, un poco de chocolate.-dijo a Under un chico de quinto curso de pelo castaño claro y ojos miel.-Te sentirás mejor.

-G-g-gracias.-respondió este, poniéndose rojo.

-¡Mi estimado señor Lupin!-saludó Nick Casi Decapitado.

-Hola, sir Nicholas.-respondió Remus.

Pero de repente, se hizo el silencio en el Gran Comedor. La profesora McGonagall había vuelto y el profesor Dumbledore se había puesto de pie. James, Sirius y Remus volvieron a sus asientos.

-A los nuevos os digo: ¡bienvenidos! Y a los no tan nuevos, bienvenidos un año más. Antes del banquete, tengo que deciros un par de cosas: este año, damos la bienvenida a la profesora Mirrina, que amablemente ha accedido a impartir Defensa Contra las Artes Oscuras.

Hubo un aplauso cordial cuando una anciana bruja se levantó de su asiento para saludar con una inclinación de cabeza a los estudiantes y al profesorado.

-En segundo lugar,-prosiguió el director- los alumnos tienen prohibido el acceso al bosque de los terrenos del colegio. Para los alumnos de primer año está prohibido tener una escoba propia. Por último, nuestro celador, el señor Argus Filch me ha pedido que os recuerde que está prohibido ensuciar los pasillos del colegio de manera gratuita. Confío en los prefectos y los Premios Anuales para velar porque se cumplan las normas. Y sin más dilación, quiero dedicaros unas últimas palabras: ¡papanatas, hortensias, aluches!

El Gran Comedor estalló en risas y aplausos, aunque en menor cantidad en la mesa de Slytherin. Los alumnos de primero ahogaron gritos cuando ante ellos se llenaron las fuentes y los platos de suculenta comida.

-¿Qué haremos este año de bienvenida?-dijo James.

-Este año tenemos que superarnos.-añadió Sirius.

Amato animo animato animagus |Lily y los Merodeadores. Año Quinto|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora