Gritos.
Gritos.
Y más gritos.
Solo se oía eso en mi casa.
Al parecer la noticia de mi expulsión lo había alterado como yo había predecido. Su garganta debía de empezar a irritarle de tal volumen que habían alcanzado sus gritos. Sin embargo, yo no perdí mi postura, seria y recta en todo momento.
Pude observar como la vena del cuello estaba tan hinchada que de un momento a otro parecía que iba a explotar.
—¡¿TE DAS CUENTA DE LO QUE SUPONE TU EXPULSIÓN EN NUESTRO LEGADO FAMILIAR?! ¡TENEMOS UNA REPUTACIÓN QUE MANTENER, MALDITA SEA!— echó su mano a su frente exhausto sin saber como manejar aquella situación.
—¿Lo saben Meredith y Thomas?
—¿Mamá y papá? Claramente aún no, pero desde luego en seguida lo sabrán porque la directora va a llamarlos. ¿Es que no la has oído?
Para que decir que sí si ni siquiera me acordaba de nuestra conversación con Louise.
—Bueno... — empecé a causa del silencio producido en la sala. —si has terminado me despido de ti porque voy a ver a Dove, seguramente me quede a dormir así que no me esperes.
Me iba dirección a mi cuarto, pero el me agarró del brazo bloqueándome el paso.
—Tú no vas a ninguna parte, además, no pienso que dejes sola la casa con ese tal ex tuyo, a veces lo veo aparecer y desaparecer de la nada. ¿Estás segura que el no esta en una secta...? – él iba a añadir algo más, pero su móvil empezó a sonar al ritmo de la canción de la banda sonora de caza fantasmas.
En mi cara se veía claramente un: ¿en serio ese es tu tono de llamada? Mientras él cogía el móvil bajo mi mirada de incredulidad.
—Dime...mas te vale que sea urgente porque me pill...-—al otro lado de la línea le interrumpieron y en el rostro de mi hermano se fue formando una enorme sonrisa de victoria. – ¿Qué dices? ¿Es en serio? No juegues con esto porque ya sabes que...¡No me lo puedo creer!...claro, allí estaré...sí, ahora los llamo, supongo que también vendrán...vale, venga adiós...—después de aquella conversación colgó.
Yo tenía las cejas levantando en forma de interrogación.
—Te puedes saltar el castigo hoy, pero solo hoy. No creas que te librarás de esta. – me advirtió senñalandome con su móvil.
—Claro, claro, lo que tu digas – me rendí con las manos tendidas en el aire.
- Vendré tarde así que te puedes quedar a dormir en casa de Dove. Total estáis literalmente a lado. – me dijo con un toque de nervios afectado por la llamada.
- Iba ir de todas formas así que...- murmuré para mi misma. Él, distraído se dio cuenta y me miró confuso.
- ¿Has dicho algo?- No, que va, para nada.
- Ah, bien. Bueno lo dicho, vete si quieres...porque como van a venir mis amigos y así...
Algo había cambiado, de normal si venían sus amigos él insistía en que me quedara, había llegado un punto que pensaba que era para fastidiarme. Así que de algo importante se trataría aquella llamada. Cuando digo importante seguramente será un rollo de una noche o algo así...todos los adolescentes son iguales.
- Claro, pero solo para dejarlo claro; yo no obedezcp tus ordenes es solo que iba a ir de todas maneras – le advertí para que no se acostumbrase.
Él ni respondió, debió de estar tan sumido en sus nuevas noticias y en su teléfono que debió pasar de mi.
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Caos en el infierno
ActionEs una verdad reconocida que yo soy el error de la familia y sobre todo aprobada cuando me internaron en un internado. Nunca he tenido nada claro en mi vida hasta que he vuelto a mi "dulce" hogar en el que se encuentra mi hermano, ahí he conocido a...