Caos en el infierno

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2 meses y 3 días antes de que sucediera

—No me gustaría tener que apretar el gatillo delante de todos, así que, responde—presionó el arma más profundamente en la sien del hombre.

Después de tres días intentar recomponerme fue tarea difícil, no paraba de pensar en los vídeos, quería decirlo, quería contarlo, pero justo cuando a las cinco de la mañana terminé de ver todos, me di cuenta que si tenía cámaras por todos lados él me escucharía y no sabía de qué era capaz de hacer y menos habiendo visto el ultimo video en el que todo estaba negro y solo se oían gemidos de dolor y un hacha contra un cuerpo.

Todos los hombres de la reunión, Alisha, Jack, Quince, Harsh y yo estábamos en una sala. Aquello parecía una reunión muy extraña, sin embargo, la reunión se centraba en torturar a un hombre delante de nuestros ojos para conseguir información.

—Estás tardando mucho, igualmente te voy a matar, tú eres el que elige entre una muerte rápida a una lenta y dolorosa. Decide rápido no tengo todo el día —habló Harsh.

Las gotas de sudor caían por la frente del hombre, el cual al parecer se llamaba Vikram.

—¿Qué es lo que tengo que contar? —respondió finalmente.

—Todo.

Vikram suspiró, en un segundo pareció dudar, en ese segundo vi la idea de la muerte pasar por sus ojos y fue en el momento en el que dejó de dudar. Siendo socio de los Clark sabía perfectamente qué planes tenía para él, así que prefería morir a lo seguro.

—Yo la maté.

—Que sorpresa. —habló el pelinegro con sorna—Creo que voy a necesitar mucho más que tu confesión de asesinato.

—Tal y como lo has dicho es verdad, ella quería pararos los pies así que hizo un trato y es que mi señor os asustaría de alguna manera y ella ayudaría a ello y a la vez él conseguiría información valiosa. Vuestra tía sabía que era secuestrándote, así que manipuló las cámaras y se aseguró que no hubiera nadie en la calle ni en la casa. Cuando dejó de tener noticias sobre ti se asustó, porque el trato era que solo te secuestrarían y después harían como que te perderían de vista y tú te irías, no le importaba sacrificar a uno o dos de los suyos. El trato es que serían menos de 48 horas, pero pasadas las 48 horas todos le ignoraron y no hubo noticias de ti así que se dio cuenta de que algo iba mal.

Yo intenté escuchar lo máximo posible, solo que en lo único que podía pensar era en dormir y los vídeos.

—Acudió a todos sus contactos que vosotros no conocierais y les pidió ayuda, ninguno se apiadó de ella y no le dio importancia porque pensaba que se lo inventaba. Entonces acudió a mi ese mismo día en el que la maté, me pidió ayuda y entonces se me escapó que Harsh iba a morir igualmente, ella me preguntó cómo sabía eso, ahí fue cuando se dio cuenta y salió corriendo. No podía permitirme el lujo de que ni vosotros os enteraseis de que os había traicionado, ni de que había fastidiado el plan de él. Así que me colé en su casa por la noche y en cuanto oí que estaba llamándolo para reclamarle le apunté con una pistola y le dije que colgara. Ella lo hizo, en cuanto se quiso defender yo ya le había disparado.

Se hizo un silencio mortal en la habitación, ni siquiera se oían respiraciones.

—¿Qué es lo que quiere esta vez? —preguntó Harsh.

—Ya lo sabes —sonrió él.

¿Hablaba del jefe? ¿O sea del Voldemort 2?

—Dímelo tú, —se sentó en una silla en frente de él con las piernas abiertas dejando caer la corbata entre medio, de paso se sacó un cigarrillo y se puso a fumárselo sin importarle que estuviéramos dentro de casa— al parecer no era tan inteligente como creía uno de mis hombres me ha traicionado, en mi propia cara al igual que otro de mis parientes. A este paso dejo que el Universo me sorprenda.