––¿Y bien? ––inquirí.
Había curado a Harsh y finalmente, lo había vendado. Me encontraba en otra de las miles de habitaciones que había en aquel lugar, esta parecía más una sala de reuniones entre amigos o algo parecido. Harsh estaba a un extremo de la mesa y yo a su lado.
––¿Estás segura de que quieres que te lo cuente todo? Una vez que entras no pueden borrarte la memoria por arte de magia.
Puse los ojos en blanco.
––Sé que no vivimos en el mundo de Harry Potter––le dije con molestia––venga, ya estas tardando quiero saberlo todo.
Él chascó la lengua y dejó aparte el café que estaba entre sus manos. Resopló pero no le quedó otra que explicar la situación.
––El hombre que te quiere para él, es el jefe de una de las mafias más importantes, como sabes, se dedican al trafico de drogas, órganos, niños, mujeres...Todo lo que puedas imaginar de donde puedan sacar dinero y poder. Pero el poder nunca ha sido un problema para él, porque su mafia está escondida por el gobierno. La mejor imagen que podrían dar, ¿no crees? ¿Quién pensaría que detrás de un gobierno hay una mafia? Y aunque lo investigasen a fondo siempre siendo un autoridad importante podrían quitárselo de en medio con muchas más opciones de las que puedes llegar a imaginar.
Fue interrumpido por Dove y Madeline las que entraron medio riendo aún un poco sudadas a la sala. Cuando nos vieron fruncieron el ceño prácticamente a la vez, lo que me hizo un poco de gracia.
Harsh en vez de mirar a las dos miró hacia Madeline que le dedicó una mirada que no supe interpretar, lo que sí sé es que paró cualquier comentario de su parte.
––¿Qué hacéis aquí? ¿no vuelves a casa, Jane? No es por echarte, pero tu hermano puede estar preocupado y no me gustaría...––esta vez le interrumpí yo.
––Ese ni es un problema te lo puedo asegurar, estará en alguna parte con mis padres, de vacaciones o arreglando el testamento.
Ellos se miraron entre si con el ceño fruncido.
––Además, no me voy de aquí sin mis respuestas. Ya me has dicho lo que es el Voldemort este...––Dove me interrumpió.
––¿Voldemort? ¿No se suponía que no se podía decir su nombre? ––preguntó en un tono que se me hizo ver inocente. Por otro lado, Madeline le miro con unos ojos que pude ver que le salían chispas al mirarla. Está claro que amigas no son, si es que lo eran.
Harsh se limito a poner los ojos en blanco y volver a sentarse desparramado en la silla con las piernas abierta de par en par y su mano en su costado, aunque a veces la dirigía a sus sienes intentando calmar el caos de su al rededor.
––Estaba apunto de contarle a Jane, todo lo que somos. ––les informó sin esperar respuesta.
––¡¿Qué?! ¿estás loco? ––gritó Dove con los ojos calvados en su hermano sin poder creer las palabras que recientemente habían salido de la boca de este.
––Dove, ¿después de esto sabiendo cómo es Jane piensas que se va a quedar de brazos cruzados sin investigar nada de esto? ¡Claro que no! Así que, dime ¿prefieres que se lo cuente yo o tú? ––preguntó con toda la tranquilidad del mundo cómo era usual en él.
––¡¿Me lo estás diciendo en serio?! ¡¿no voy a desaprovechar mi única amistad por haber nacido en la familia en la que estamos! ––gritó. Y así se desató una pelea Harsh se levantó de su silla y le empezó a gritar que no le hablase así, pero Dove se enfureció más.
Madeline buscó mi mirada y me hizo un gesto con la cabeza para volver a la cocina del principio volviendo a pasar por un tramo de aquel enorme pasillo el cual no podía ver el final debido a que era tan largo que sólo se veía oscuridad.
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Caos en el infierno
Hành độngEs una verdad reconocida que yo soy el error de la familia y sobre todo aprobada cuando me internaron en un internado. Nunca he tenido nada claro en mi vida hasta que he vuelto a mi "dulce" hogar en el que se encuentra mi hermano, ahí he conocido a...