2 meses y 6 días antes de que sucediera
El calor de primavera empezaba a convertirse a uno de verano, el sol empezaba a afectar más y se veía en el moreno de mi piel cuando yo normalmente nunca me ponía morena.
Ultimamente hacía tiempo de esos días con tan altas temperaturas que parecí verano, sin embargo, tan solo eran finales de abril.
Aproveché la temperatura, me puse el bañador y me dirigí a la piscina de la que había sido mi casa recurrente.
Me estaba intentando poner ya morena, pues ya estaba empezando a usar manga corta e incluso tirante y me gustaba lucir una piel que no dijera que era un cadáver andante.
Me encontraba sola en una de las tumbonas que había, Dove estaba terminando de ayudar a Madeline con un entrenamiento que estaba haciendo y los demás debían de estar preparándose igualmente, los cuales habían estado entrenando día y noche sin apenas parar, preparándose para no fallar el día que atacáramos.
Mis entrenamientos como soldado habían terminado hace mucho y ahora me podía dar el lujo de entrenar cuando quisiera, eso sí tenía que ser con un nivel que requería más esfuerzo.
Oí unas pisadas por el césped falso hasta llegar a mi, abrí los ojos y me giré para ver a Dove en bikini a través del cristal de mis gafas de sol.
—¿No te estás cociendo de calor? —preguntó ella, sin haberle respondido ella se colocó a mi lado.
—Un poco, pero merece la pena.
Ella asintió y se quedó callada. Me fijé en cómo frunció los labios, como queriendo decir algo, pero no siendo capaz de hacerlo.
—Jane —salió un hilo de voz de su boca—, tú sabes que te quiero, ¿no?
Yo me incorporé en la tumbona colocándome así cara a cara con mi amiga, la cual me estaba empezando a preocupar.
—Dove, ¿pasa algo? —hablé con cautela porque en ese instante parecía que si alzaba un poco más la voz ella se quebraría.
—Yo te quiero mucho y sabes que por nada del mundo haría algo para herirte intencionadamente.
—Dove, dime lo que pasa, ¿estás bien?
Pero ella volvió a ignorar cualquier cosa que dijera, solo estaba centrada en lo que tenía que decir.
—Lo sabes, ¿no?
—Sí, claro que lo sé—le tomé de la mano en muestra de cariño, sus manos estaban casi temblando.
—Bien...—murmuró ella.
—¿Qué es lo que pasa? Me estás preocupando.
—Nada —dijo ella cambiando drásticamente su humor a uno más parecido al risueño de siempre que era típico de su carácter.
—Solo quería que supieras que este año te has convertido en una hermana para mi y no cambiaría el tiempo que he pasado contigo y voy a pasar por nada del mundo.
Yo me le quedé mirando fijamente, sin saber muy bien que debía decir o hacer, de la única manera de la que supe actuar fue dándole un abrazo cargado de cariño. Cuando consolaba a alguien me era más que difícil decir en palabras algo que los reconfortase y los ayudase por lo que mi única respuesta era usar el lenguaje físico. A menudo me preguntaba si eso tenía que ver con mi pasado.
C.K
Anduve a paso ligero por los pasillos de la casa subterránea para llegar a la sala de reuniones de Harsh, este "requería" mi presencia para algo según su empleado.
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Caos en el infierno
ActionEs una verdad reconocida que yo soy el error de la familia y sobre todo aprobada cuando me internaron en un internado. Nunca he tenido nada claro en mi vida hasta que he vuelto a mi "dulce" hogar en el que se encuentra mi hermano, ahí he conocido a...