¿Cómo reaccionarían (ellos o tú) si les robaran un beso?
Personajes:
- Chuuya
- Mori
- Nikolai
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[Chuuya]
Fuiste requerida en la sala de reuniones.
Al parecer tu próxima misión iba a ser junto con Lagarto Negro. Por lo que en estos momentos, se les iba a comentar los detalles.
Estabas a punto de llegar a la sala cuando alguien salió de esta, casi chocando contigo.
- Oh Chuuya-san, buen día.
- Ah T/n. ¿Que haces aqui?
- Tengo una misión importante, me van a dar los detalles.
- Ya veo. Lagarto Negro está dentro. Supongo será una misión bastante compleja. - dijo eso más para sí mismo que para ti.
- ¡¿Que, Lagarto Negro ya está ahí ?!- esquivaste al pelinaranja y tomaste la manija de la puerta.
- Oi.
- ¿Mmh?- giraste tu rostro y repentinamente sus labios chocaron con los tuyos.
¡Chuuya te dio en beso! ¡un beso en los labios!
- ¿Vuelve con vida, quieres?- te guiñó mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro. Continuó con su camino hasta desaparecer por los pasillos.
Tú solo estabas perdida en tus pensamientos cuando entraste a la habitación y cerraste la puerta detrás de ti.
- ¡Me quiero volver chango! - suspiraste para ti cubriendo tus ojos con las manos.
- ¡Ja ja ja ja!
La risa chillona de Elise-chan te hizo despertar. No estabas sola en esa habitación.
Levantaste la vista y ahí estaba Mori, Koyuki, Tachihara, Gin, Hirotsu y Elise, mirándote.
Todo Lagarto Negro estaba luchando internamente por no reírse, mientras Koyuki y Mori mantuvieron su compostura habitual.
[Mori]
- ¿Me llamó, Jefe?
- Ah! T/n. Tengo una misión para ti.
- ¿De que se trata?
- Un par de grupos criminales a los límites de Yokohama. Sus alborotos están afectando nuestras actividades allí.
- Entiendo, ¿desea que...
- Deseo que los hagas cooperar, que detengan sus peleas infantiles. De lo contrario, no dejes ningún rastro de ellos. - dijo lo último con una sonrisa sádica dibujada en su rostro.
- Confíe en mi Jefe.
- A propósito, existen rumores de que poseen gente con habilidades. Podría ser una tarea dura.
- Le aseguro que cumpliré con la misión y volveré.- inclinaste tu cabeza hacia adelante.
- Eso espero T/n. Y para asegurarme de que vuelvas...
De un rápido movimiento una mano posó en tu barbilla, tomándote firmemente pero con gentileza. No te dio tiempo de reaccionar cuando sus labios tocaron los tuyos.
Fue un pequeño beso, pero que escondía muchos sentimientos.
Tu cuerpo reaccionó después, tiñendote el rostro de rojo.
- ¿Je-jefe?
- ¿Que? Solo fue un motivo.
- ¿Un motivo?
- Para que vuelvas después de la misión. Sé que querrás más.
- Y-yo... será mejor que me vaya.- dicho esto, caminaste a considerable velocidad a la puerta de la oficina y saliste.
Te mantuviste estática, recargada en la puerta, recordando lo que acababa de pasar.
- Ara-ara, ¿que ocurrió ahí dentro?- a unos metros tuyos se encontraba Koyuki junto con Elise-chan.
Continuaste tu camino fuera de toda esa entrada. Necesitabas estar a solas para ordenar tus pensamientos.
[Nikolai]
No eras uno de las cinco mentes detrás de la "Decadencia de los ángeles", sin embargo, formabas parte de sus planes y ataques, por lo que era muy frecuente trabajar de manera cercana con cualquiera de los integrantes.
Te encontrabas caminando por los pasillos de la guarida, hundida en tus pensamientos, ya que hace unos minutos "Kamui" te mostró el plan para el secuestro de los políticos y conspiración contra la Agencia Armada de Detectives.
- Pss T/n.
Diste media vuelta para corresponder a tu llamado, pero el pasillo se encontraba vacío. No le seguiste dando importancia y retomaste tu paso.
- Ttt/nnn... - volviste a escuchar ese susurro. Con mayor velocidad, te giraste para encontrarte con alguien, pero nada. Nuevamente, continuaste tu camino. Pero...
- ¡T/n-chan! -La cara flotante de Gogol se encontraba frente a ti, sin un cuerpo del que apoyarse.
Tu soltaste un pequeño grito antes de taparte la boca.
- ¿Gogol, que te ocurre?
- Aww, no te enfades conmigo T/n-chan. Estaba aburrido, y Dos-kun no está. ¡Así que decidí asustar a mi segunda querida amiga T/n-chan!
- ¿Y solo por eso se te ocurrió buscarme?- dijiste con molestia, por lo infantil que podía llegar a ser.
- Mmm... este... ¡Ah! Casi lo olvidaba.
E inesperadamente sus labios se encontraban besando los tuyos.
- ¡Muah! También quería hacer eso jiji.
Antes de que pudieras replicar, su rostro desapareció, dejándote sola y confundida en los fríos pasillos de la guarida.
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Es poquito pero trabajo honesto 👉👈.
Posiblemente haré segundas partes, porque ahorita no se me ocurre nada jaja.
