Paseando en tu búsqueda, te encuentran sentada en una banca de madera cerca del edificio de la agencia. Casi de inmediato se consternan al ver la seriedad en tu rostro.
Al llegar a ti preguntan qué te sucede, a lo que respondes que la banca estárecién pintada.
¿Cómo reaccionarían?
Personajes:
Dazai Yosano Fukuzawa Ranpo
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[Dazai]
● Jamás lo habías visto retorcerse de la risa con lágrimas en los ojos. Por escasos minutos, este hombre perdió el control entero de su cuerpo y mente.
En sus intentos de recuperar la compostura, la imagen de ti sentada en el banca lo golpeaba y devolvía a la risotada que ya lastimaba su estómago.
— JAJAJA... ay ya...Me mueroooo...— chilló como tetera, lo que indicaba que iba a volver a perderse en su burla contagiosa, pues verlo en ese estado desató que tu también le vieras el lado divertido a la situación.
● Una vez que se calmó por completó, te ofreció su chaleco (no el abrigo) para que te cubrieras mientras regresaban a la Agencia. De vuelta con los demás volvió a carcajearse cuando intentó explicar tu extraño conjunto de ropa junto con la vergüenza en tu rostro.
[Yosano]
● Dijo "¿Qué?" cuando se lo declaraste. Esa no era una respuesta que esperaba.
● Comenzó a pensar en cómo ayudarte, pues no tenía algo a la mano con que cubrirte y no portaba ningún atuendo o accesorio que pudiera ofrecer.
— Ish ¿Quién fue el idiota que pintó esto? Ni siquiera le puso la señal de pintura fresca.
● Después de un rato te convenció para que te levantarás con la excusa de que te cubriría lo mejor que pudiese estando detrás de ti, estirando su falda.
Cuando vio la silueta de tus nalgas marcadas con la pintura tuvo que morderse por adentro de su labios para no reír.
Estaba pasándosela de lo mejor, pero no por eso lo extraños que las veían podían estar igual.
— mmph~ jijij- ¡¿EH QUÉ MIRAS PERRO?!
[Fukuzawa]
● Quedó estático. Además de tu accidente, él también se sentó sin fijarse.
Ahora eran dos adultos con las nachas blancas.
— Bueno, ahora somos dos con el mismo problema.
[Ranpo]
— Lo supuse por tu cara. La gente está así cuando se mancha, moja o pisa popó en la calle. Ten.— te entregó el periódico mañanero que ya había terminado y esperó a que te incorporaras para regresar con él. — Te aviso que cuando crucemos la puerta me reiré de ti y serás mi burla hasta que acabe el día. — susurró.
Y dicho y hecho, cuando cerró la puerta se rió escandalosamente como si fuera el gran Gojo Satoru, que hasta algunos agentes bajaron a revisar quién era el que gritaba tanto.
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