Inefable

Hogsmeade

Ambas chicas salieron de la biblioteca en dirección a su sala común, platicando de algunas materias y sobre los padres de Hermione quienes enviaban saludos a Lia. Llegaron a su sala común y pasaron, como casi siempre estaban todos ahí repletos, unos hablando, algunos otros jugando algún juego, otros como los gemelos y su amigo Lee con sus bromas.

—Sabes, pienso que deberíamos de ir a visitar a mis padres, ellos te extrañan —comentó Hermione
—Y yo también, pero no creo que deba Mione quien sabe sería peligroso
—¡Ay! Primero la P.E.E.D.O. y su fracaso y luego el que no podrás visitar a mis padres ¿Qué más falta?
—Cuidado Hermione —le dije rápidamente— ¡Calla! Siempre que uno dice eso pasa algo peor

Aquella chica se quedó consternada tapándose la boca rápidamente

Fred vio pasar a la chica que hace unas horas había aceptado ir a Hogsmeade con él; ella era perfecta ante los ojos de él, se quedó mirándola mientras platicaba con su amiga

—¡Fred! —gritó George dándole un codazo— disimula hombre
—Es bonita e inteligente, será mi esposa Fred, no te entusiasmes —intervino Lee Jordan bromeando
—Cállate Lee, aparte tú no tienes una cita con ella —comentó presumidamente
—¿¡Qué!? —gritaron ambos chicos que estaban escuchando a Fred con suma atención

Voltee de inmediato al oír un "¿Qué?" al parecer todos habían escuchado aquel grito, al voltear vi a Fred mirándome, pero desvió la mirada sin éxito y solo sonrió para luego seguir platicando con sus amigos y yo con Hermione

—Tonto Lia T O N T O ya te digo yo que un Weasley es un TONTO
—Oye Ginny es una Weasley
—Bueno, en mi defensa dije tonto no tonta
—¿Y sus demás hermanos? No los conoces —dije, pero empecé a entender y sonreí— estás... hablando de ti y Ron —susurré sonriendo
—No para nada —dijo ahora una Hermione muy nerviosa y sonrojada
—Ya si como no y yo nací ayer —le dije con una mirada de "te descubrí"
—Está bien, no diré nada —finalizó dándose por vencida

Después de un rato, ambas subimos a la recámara de chicas de 4to, listas para descansar

—Hasta mañana Mione duerme bien
—Hasta mañana Lois descansa

Me quede un rato despierta pensando en lo que había dicho Hermione hasta por fin poder dormir

—¿Qué te sucede, estás bien? —preguntó Hermione preocupada
—No dormí bien —respondí bostezando
—Deberías de ir a tomar una siesta —sugirió, pero negué con la cabeza
—Todo bien —le dije sonriendo

—Lia, Hermione —saludó Fred, quien se había acercado a aquellas chicas y sin esperar una respuesta añadió— ¿Podemos hablar? —preguntó hacia Lia sonriéndole

Hermione inhaló y exhaló y giró los ojos para decir:

—Nos vemos luego Lois —le sonreí y me despedí

El asiento de Hermione fuer rápidamente ocupado por Fred

—¿Lois? —preguntó con curiosidad
—Por Eloise —respondí— le gusta llamarme así "Lois"
—Creativo —dijo y sonreí
—¿Y de qué querías hablar?
—Sobre Hogsmeade, yo... bueno cuando tengas tiempo
—Uhm —dije imitando un gesto pensativo— ¿La próxima semana está bien? O pued...
—Perfecto, ¿El sábado? —inquirió y afirmé asintiendo con la cabeza

Aquella semana pasó rápidamente, Lia estableció una muy buena amistad con Hanna, los gemelos y Ginny, sin mencionar lo ya obvio que era la amistad entre Harry y Ron con Lia con quienes se llevaban de maravilla y cada vez que los conocía más le agradaban más

—Hogsmeade te encantará, ya verás —comentaba Hermione— ya sabes, me avisarás todo lo importante okey
—Okey Mione, pero no me voy para siempre, calma
—¡Cómprame unos golosinas!
—¡Está bien! —dije alejándome de aquel lugar para ir donde estaban los carruajes que llevaban a Hogsmeade

Fuera del castillo estaba repleto de nieve y como es de esperarse, probablemente también Hogsmeade esté igual.

Lia bajo las escaleras y abajo cerca a los carruajes estaba Fred con el pelo rojo lleno de copos de nieve, aquel chico parecía haber estado ahí desde hace más de media hora

—Holaa Freddy —dijo Lia sonriendo
—Lia —susurro el pelirrojo contemplándola
—¿Ves ese carruaje? —preguntó la chica haciendo que el pelirrojo voltease en busca de aquel carruaje que le hablaban— ese no, ese de ahí —intervino Lia indicándole a Fred el que debía de ver
—¿Ese? —preguntó Fred confundido viendo el carruaje del que Lia hablaba, el cual era igual que cualquier otro
—Sí
—¿No es igual...? —pregunto tímidamente y aquella chica soltó una risa
—Sí, claro que sí, pero a alguien se le cayó un galeón ahí —dijo señalando el galeón que estaba escondido en el carruaje— corre —ambos chicos subieron a aquel carruaje rápidamente tomando aquel galeón
—Que observadora —dijo sonriendo aquel muchacho y la muchacha le sonrió con orgullo
—Tú puedes quedártelo —añadió amablemente estirando la mano para darle la moneda
—No, tú lo viste —se negó el pelirrojo escondiendo ambas manos dentro de sus bolsillos
—No la necesito, puedes comprar algo, yo la dejaré aquí si no la tomas —aviso mientras hacía ademán de colocar el galeón de nuevo en su lugar
—Está bien —susurro aquel chico resignado agarrando la moneda
—Mira, tiene una mancha morada —aviso Lia señalando la moneda, Fred trato de ver si se quitaba, pero al parecer era algo permanente— ¿Pues la hace más bonita, no crees?
—Totalmente —respondió el pelirrojo

Ambos sonrieron y Fred guardó la moneda, aquel viaje se pasó rápidamente, ya que se la pasaron platicando de las tantas bromas que Fred y George hacían

—Crueles —aquella chica bajó del carruaje y vio el lugar que por la nieve era maravilloso o simplemente era un lugar hermoso, se quedó admirando el lugar
—¿Bonito, verdad? —pregunto Fred, quien no miraba el lugar, sino a aquella chica que había asentido a la pregunta sin darse cuenta de aquello
—¿Y a dónde iremos? —preguntó con entusiasmo— ¿Podemos empezar por comprar unos guantes?, te congelarás las manos
—No, no te preocupes, tengo las manos calientes —dijo aquel pelirrojo poniendo una de sus manos en la cara de la chica que solo sonrió
—Una persona muy querida para mí siempre decía que debemos de abrigarnos las manos, mira ahí hay una tienda —agregó apuntando a lo lejos cualquier tienda que vio y sonrió y Fred también ante la sonrisa de la chica
—Esa tienda es —soltó una carcajada— Zonko —tomó la mano de la chica e hizo que apuntara a otra tienda a lo lejos
—¿Esa? —pregunto aquella chica que seguía con la mano apuntando aquel lugar que le habían indicado
—Sí, Moda tiros largos
—Okey, vamos, compraremos unos guantes muy bonitos