Inefable

Los cuatro campeones

Fuimos al gran comedor a sentarnos y vimos a los demás estudiantes hablando sobre los que querían que entraran al torneo o quienes sería los elegidos

—Diggory no se atrevería a arriesgar su belleza

Se escuchó desde el vestíbulo gritos y aplausos como de costumbre pues siempre pasaba cuando alguien metía su nombre en el cáliz de fuego

—Lo he hecho he entrado —exclamó una chica alta llamada Angelina

Harry le pregunto si tenía edad y la chica respondió que había cumplido 17 la semana anterior, Hermione se alegró de que entrara alguien de Gryffindor y en parte yo también aunque mi lealtad iba a Cedric había platicado más con él y ya le había dado mi apoyo y a Angelina apenas la conocía aunque parecía ser una chica amable.

—Mejor tú qué Diggory —dijo Seamus
—Cedric también se lo merece, yo lo apoyo —comente sonriendo, Sirius siempre dijo que debía dar mi opinión así la gente esté en contra (más aún cuando ese está siendo atacado), algunos se quedaron sorprendidos por el comentario pues parecía ser que nadie apoyaba al Hufflepuff— no es nada contra nadie —agregue dándole una sonrisa a Angelina quien me la devolvió— pero no me parece que sea solo carita aparte que es muy inteligente, pero el cáliz sabrá elegir a la persona correcta —terminé por explicar y Harry me sonrió haciéndome sentir su apoyo
—Sí yo también creo que el cáliz elegirá a la persona correcta —agregó Harry

Comimos el habitual desayuno sin molestias todo hasta que Ron empezó a hablar.

—Defendiendo a Cedric —dijo sonriendo con una complicidad que no entendía
—Sí, porque no es justo que lo juzguen a cada momento —hable con seriedad ignorando el gesto
—Yo estoy de acuerdo, se escuchan muchas opiniones así pero no serían capaces de decírselo a Cedric y me ha encantado que Lia lo defendiera es la que más lo conoce de nosotros o quizás de todos los Gryffindor —completo Hermione, sentí un poco exagerada su dicho de ser la que más lo conocía de los Gryffindor pero aún así agradecí su apoyo
—Y también es amable —añadió Harry
—Si exacto —dije dándole la razón a ambos

Ron se quedó mirándonos boquiabierto por un momento ya que los tres estábamos defendiendo a Cedric

—¿Y que haremos hoy? —preguntó cambiando de tema pues ya había perdido
—No lo sé —respondí aún recordando el tema anterior
—Podemos ir donde Hagrid —sugirió Harry feliz
—Si, es verdad aún no le hemos ofrecido ser partícipe de la P.E.D.D.O ¿Verdad? —negué a la pregunta de Hermione

Al salir del gran comedor fuimos donde Hagrid y platicamos sobre los Escregutos pues tratábamos de no hablar de lo presentable y arreglado que se veía ese día, tenia el cabello casi plano de tanto "gel" o lo que sea que se haya puesto, en cuanto a la PEDDO; aquel hombre se negó a formar parte, lo cual no me asombro ya que actualmente nadie aceptaba unirse, yo se lo pedí a Poppy Pomfrey pero tampoco acepto. Después de un rato para que Hermione aceptara que no formaría parte de la P.E.D.D.O empezamos a platicar sobre muchas otras cosas, comimos con Hagrid pero fue algo leve pues sus galletas estaban para romper los dientes.
Harry y Hermione empezaron a platicar sobre el estilo de Hagrid mientras que Ron y yo estábamos en la ventana y veíamos a las afueras del lugar

—¿Como entran todos? —preguntaba Ron viendo el carruaje de Beauxbatons
—Un hechizo de amplificación Ron
—Es verdad, para los mundiales a papá le prestaron una tienda de campaña con amplificación
-yo también tengo una me la compré en una tienda Muggle y luego le hice el hechizo
—¿Y no te descubrieron? —preguntó con curiosidad todo en un susurro pues pensaba que si alguien oía podía llevarme a Azkaban
—Espere hasta mis clases de Ilvermorny —le sonreí y aquel chico también, era muy lista a esa edad— la tengo justo aquí
—¿Dónde? —preguntó mirando a todos lados
—En mi bolso
—¿El que llevas casi siempre?
—Sí —dije mostrándole mi bolso el cual colgaba en un cruce desde mi hombro a mi cadera
—¿¡Cómo!? Ahhh también lo hechizaste
—Sí... —respondí algo dudosa pues no era tal cual un hechizo de parte mía pero no quería explicarlo— llevo muchas cosas ¿Quieres una rana de chocolate o unas grageas o gomitas? te recomiendo las gomitas
—Sí, si quiero gomitas —dijo Ron con los ojos llenos de alegría ya que prácticamente no habíamos comido