Doña Perfecta y Doña Aristócrata

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Luego de un rato Lia se unió a Fred y unos momentos después empezaron a visitar las tiendas y pasear hasta que empezó a llover y ambos se metieron a Honeydukes tratando de pasar el tiempo de lluvia ahí dentro

—Y la lluvia no para por tu culpa
—No pues ¿Que soy el señor del clima o que?
—¡Pues si!
—Mejor vamos a Zonko ahí verás que el clima cambia y es más entretenido
—Vamos pues

Ambos salimos de Honeydukes en dirección a Zonko aunque al estar casi cerca a las tres escobas frene rápidamente deteniendo nuestra caminata

—¿Qué hora es? —pregunte señalando el reloj de Fred para que este me dijera
—Apenas son las... once —respondió revisando su reloj sonriendo
—Debo ir con Hermione espérame un ratito ¿si?
—Lia...
—¿Si?
—Dime la verdad ¿Yo soy el amante no? —pregunto fingiendo estar serio aunque se le escapaban unas sonrisitas que me hicieron reír
—Me descubriste —exclame sonriendo
—Te espero, ¿Paso por ti en...?
—¡Cuarenta minutos! O un poco más, ven por mí a las doce y media
—Doce y media si no te secuestro —dijo a la par que llegábamos a las tres escobas
—¡Hecho! —exclamé sonriendo mientras él se paraba en frente mía dándole la espalda a la puerta de las tres escobas
—Adiós —dijo dándome un beso y luego abriendo la puerta lo que me sacó una risa

Entré y pase a la par que la puerta volvía a cerrarse, empecé a caminar en busca de Hermione a la que vi en una mesa junto a Luna Lovegood y Rita Sketter, levante la mano y la meneé para que Hermione me viera

—¡Lois! —exclamó Hermione levantándose y ofreciéndome sentarme donde estaba
—¡Por fin llegó! Ya decía yo ¿Doña Perfecta y Doña Aristócrata separadas? ¡Jah! En algún momento llegarías

Me reí por lo que dijo

—Apodos... —susurre sonriendo mientras me sentaban al lado de Luna y Hermione se sentaba al lado mío— Ah ¡Oiga! —añadí al darme cuenta de los apodos
—Dígame señorita Aristócrata
—¡Buenos días! y buenos días Lunita —añadí saludando a Luna quien me sonrió
—Hola Lia —saludó con su voz tan melodiosa y soñadora— mi padre dijo que los apodos ocultan un sentimiento de afecto —susurro dulcemente
—En este caso sería imposible porque la señorita Rita no tiene sentimientos —susurre en respuesta y Luna soltó una fuerte carcajada lo cual hizo que yo riera levemente

—¿Dejamos las risitas para otro momento? Podrían decir lo que desean de una vez yo tengo demasiadas cosas por hacer —dijo Rita algo estresada
—Vera usted no está en condiciones de decir algo, sabe muy bien qué pasaría si... —estaba diciendo Hermione y fue interrumpida por Rita
—Si, si lo sé Doña Perfecta —dijo con mucha rabia— creó que junto a Doña Aristócrata ya me lo hicieron saber
—¡Entonces no se queje porque aquí tenemos para rato! —añadió Hermione mirando a Rita fijamente

Hermione pidió bebidas para las tres y Rita se pidió una bebida aparte. En el rato que había pasado hasta que llegaran las bebidas todas se mantuvieron muy calladas y en cuanto llego Madame Rosmerta cada quien tomo su bebida, Lia y Hermione le dieron un pequeño sorbo y Luna solo veía la espuma de la cerveza de mantequilla como si esperara que flotara, por otro lado Rita movía su bebida en círculos esperando a que Hermione o Lia hablaran

—¿Lois llegas temprano pasó algo con Fred? —pregunto Hermione a Lia sin darle importancia a Rita
—No, vine a tiempo pensé que dijiste antes del... —respondió nerviosa y Hermione rápidamente la freno
—¡Si! ¡Si claro que si! Llegas a tiempo Lois solo creí que se te podría olvidar
—¿Olvidar algo que me dijiste Mione? ¡Jamás!
—Fred... ¿Fred? Yo recordaba al castaño de Hufflepuff se llamaba Cedric ¿verdad? —pregunto Rita muy indiscreta— ¿Ahora sales con otro chico? ¿Cuál es su estatus de sangre? —pregunto como si estuviese en una entrevista
—Yo no salía con Cedric usted se lo inventó ¿Y que tiene que ver el estatus de sangre? —preguntó Lia aunque sabía el porqué de su pregunta
—¡Su familia claro! —exclamo y de un momento al otro su vuela pluma estaba más que lista para escribir— ya sabes si no es sangre pura tu familia tendría millones de problemas
—A mi familia no le... bueno no a toda mi familia le importa
—A toda tu familia le importa querida, tú lo sabes, bueno a ti al parecer no tanto —agregó viendo a Hermione— pero eso quiere decir que ¿Es mestizo o sangre sucia? ¿O es que tienes buen ojo y te gustan solo los sangre puras? ¡Claro Doña Aristócrata! ¡Ah! Pero hablando de la familia, me imagino que la aristocracia también tiene buenos modales, ¿Puedes charlarme sobre tu padre? ¿Sabes dónde está?
—¡Que le importa! Deje a Lia en paz
—Mire de preferencia no hable de mi padre si
—Hecho Doña Aristócrata, mi vuela pluma ya escribió todo lo qué cordialmente me dijo
—¡Elimine todo eso! ¡Usted no hablara nada de Lia okey! ¡Y no le dijo nada! ¡Que se habrá inventado! —gritó Hermione muy molesta y Rita la miro aún más molesta

En cuanto a los siguientes minutos todos se la pasaron en silencio como cuando esperaban las bebidas, Lia ahora jugaba con sus dedos que golpeaban suavemente la mesa, de índice hasta llegar al meñique y Luna daba por fin un pequeño sorbo a su bebida, en ese mismo instante Hermione se levantaba emocionada llamando a Harry quien había llegado más temprano de lo debido, algo confundido se acercó a donde ellas estaban y se sentó junto a ellas. Hermione pregunto sobre la cita de Harry y Cho y nuevamente Rita empezó a preguntar qué ocurría y esta vez igual que antes Hermione la silencio y empezaron a hablar de lo importante, que escribiera sobre la verdad de Harry y está vez seria en el Quisquilloso y como dijo y aclaro Luna el periódico de su padre no le pagaría nada

—¿Pretenden acaso que yo trabaje gratis? —pregunto exaltada
—Yo ya le dije que mi padre no da dinero a las personas que escriben en el Quisquilloso
—Bueno... ¿Cuanto es lo que desea? —pregunte preparando mi bolsita para sacar los galeones
—¡Ah! ¡Señorita Aristócrata al rescate! —exclamo Rita con brillos en los ojos
—No, no, no, Lois guarda eso, el bolso es por si necesitamos utilizar la fuerza y no solo las varitas, tenemos otros artefactos —explico Hermione calmada y al mirar a Rita volvió a su mirada molesta— ¡Y si! Usted va a trabajar gratis
—¿Y el Quisquilloso? —pregunto Luna
—Tranquila Lunita de qué va a haber una noticia buena la habrá —respondí sonriendo mirando a Rita
—¡Exacto Lois! Usted decide Rita
—¿Decido? Claro... si como no

En ese momento Rita empezó a cuestionar a Harry sobre todo lo que había visto la noche del regreso de Voldemort y Harry contaban todo lo que podía y Rita le sacaba hasta el último detalle por lo que así nos pasamos toda una hora oyendo todo lo que decía, lo bueno de Rita era que sacar la información y entrevistar a las personas era un don suyo muy importante para nosotros actualmente

—Listo eso es todo —dijo Harry a la par que le daba un buen sorbo a su cerveza de mantequilla
—Ahora esta todo escrito como ordenaron las señoritas y aquí tiene la otra señorita tacaña —dijo Rita entregándole a Luna todo lo que la vuelapluma había escrito —doña aristócrata no te...
—¡No! —intervino Hermione molesta— ella no te dará nada listo ya puedes irte, adiós —gritó mientras Rita resistiéndose el querer matarla se levantaba y se retiraba de las tres escobas

—¿Doña Aristócrata? Hermione es Doña Perfecta... Lia tú eres... —pregunto Harry curioso
—¿Doña Aristócrata? Si —respondí riendo y Harry también soltó una risita aunque ambos la reprimimos al ver la mirada seria de Hermione
—¿Y Fred? —pregunto Harry cambiando de tema para que Hermione no empezara a regañarnos
—Quien sabe dónde estará ahora... ¡ah! Seguro en Zonko, vendrá en media hora seguramente —respondí dándole un sorbo a mi bebida
—Ese pelirrojo es muy gracioso al igual que el otro pelirrojo idéntico a él, ¿Fred y George verdad? Aunque para mi mucho más gracioso es Ron, me caen muy bien los pelirrojos Ginny también —comentó Luna emocionada
—Si, son muy encantadores y aquí entre nos a mi también se me hace más divertido Ron —confesé como si le contara un gran secreto
—Que Ron no te escuche porque se lo saca en cara a Fred —comentó Harry sonriendo
—Y luego empiezan con sus peleitas tontas, ¡Ah! Que bueno que Rita ya se fue y podemos hablar tranquilos —suspiró Hermione alegre

Los minutos pasaron rápidamente ya que sin Rita los cuatro charlamos tranquilamente

—¿Comerán aquí? ¿O irán a Hogwarts? —pregunte terminando mi bebida
—Probablemente aquí pero en ese restaurante de la otra calle, ¿Vienes con nosotros Lois?
—Si desean —respondí sonriendo
—Pues vamos, yo pago la cuenta —propuso Harry alegre

Los cuatro dejamos una propina en la mesa y nos encaminamos hacia la salida aunque no fue necesario abrir la puerta porque en ese momento se abría y atrás de la puerta se mostraba a un pelirrojo

—Freddie —lo salude a la par lo hacia retroceder para poder salir de la taberna
—¿Ya te ibas mujer?
—No, si casi... es que no llegabas
—Apenas son las doce con treinta y dos minutos —respondió dándole una mirada a su reloj y luego mirándome levantando las cejas
—Iremos a comer yo invito ¿Deseas venir Fred? —pregunto Harry entrelazando su brazo al mío y librándome de Fred y aunque no lo veía sabía que ambos estábamos reteniendo las ganas de reír
—Si... vamos o se fugaran igual —respondió Fred sonriendo y tratando de tomar mi otra mano pero esta vez quien le gano fue Hermione

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